Vendido. |ErenxLevi|

1.

Levi no pudo evitar sentirse avergonzado al saber que un adolescente pagó por él como si se tratara de un juguete desechable. En verdad no creía del todo que, en serio se había vendido por pura necesidad y que obligatoriamente debía hacer todo lo que ese niño quisiera.

En la salida del edificio se encontraba el lindo chico de ojos verdes que estaba esperándolo con demasiadas ansias, aunque sonara negativo para su mascota, su nueva y linda mascota tenía una mirada rebelde, y eso comenzaba a interesarle. Cuando escuchó que era virgen, le gustó aún más de lo que imaginaba, y todos querían llevárselo a casa con unas muy malas intenciones.

Cuando lo vio caminar entre la multitud no pudo dejar de mirarlo ni por un instante, ya que en verdad era muy atractivo y nunca pasó por su cabeza que él se vendería a cualquier desconocido, de hecho pensaba que venía para comprar, ya que su expresión dominante lo decía todo.

El chófer ya estaba dentro del auto esperando la orden de Eren, quien comenzaba a sentirse molesto porque su mascota no salía del edificio, y eso sí que es preocupante.

Sonrió falsamente al ver como Levi se acercaba y cada paso que daba era sumamente atractivo.

—¡Hola Levi!— exclamó Eren emocionado.

Él mayor lo miró sin expresión alguna y alargó la mano para estrecharla con la de Eren.

—Es un...

Sin más rodeos, Eren acercó su boca a los labios de Levi y metió su lengua sin ninguna decencia, podía sentir lo viscosa y suave que era mientras jugueteaba con ella. Su mascota sabía realmente bien.

Levi se sorprendió al sentir como la lengua de Eren estaba en su boca, y molesto se alejó del menor. De su bolsillo sacó una pañuelo perfectamente doblado y comenzó a limpiar sus labios ya enfurecido.

—¿No te gustó? —preguntó Eren inocentemente. —De ahora en adelante ese es nuestro saludo y despedida.

Levi comenzó a sentir una leve incomodidad en su entrepierna y lo miró molesto.

—Mocoso, vuelves a hacer eso...

El castaño se acercó a Levi y sonrió desafiante rodeando los brazos en su cuello.

—¿Y qué harás? ¿Piensas golpearme? Eso es malo, y por quejarte, tendrás un castigo.

Se sorprendió al escuchar la palabra "castigo".

—El hecho de que hayas pagado demasiado dinero por mí, no te da el derecho de darme órdenes o castigos.

Eren sonrió.

—¡No hay problema! Tengo una solución para que no hagas nada de eso, ¿sabes cuál es? ¡Pagar el dinero que gasté en tí!

Levi gruñó molesto y lo tomó del cuello de su camisa.

—¿Acaso eres idiota niño? No te burles de mí.

La sonrisa de Eren desapareció y una mirada fría comenzó a resaltar.

—Eres mío Levi, el contrato que firmaste al momento de subir a ese escenario cambió todo, tal vez ahora no quieras, pero poco a poco te haré cambiar de idea. La mitad del millón que di por tí le pertenece a la subasta, pero lo demás es tuyo, ¿acaso no quieres ese dinero mascota?

El mayor apretó los puños casi cerca de explotar, pero simplemente ahogó las ganas.

—Eres un...

Eren abrió la puerta trasera de su fino auto y se acomodó en el asiento esperando a Levi.

—Vamos, ya es tarde para que estés en la calle, puede pasarte algo y me moriría.