― ¿A que has venido? ―Preguntó sin levantar la vista de su computadora una vez el joven se adentro en su despacho.

― ¡Quiero jugar de una forma limpia y justa! ―Gritó con determinación por las distancia entre la puerta y la mesa del adulto.

― Ya te dije. Solo sigue mi ordenes.

Kido apretó los sientes a escuchar semejante contestación. Se dio la vuelta haciendo que la capa atada a su cuello bailara un poco. Antes de terminar de salir escucho las ultimas palabras del hombre vestido de morado. "sí miras al cielo las consecuencias serán terribles".

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―Tengan cuidado. Ellos son capaces de hacer cualquier cosa, probablemente nos preparen otra trampa. Puede que los muros nos acorralen poco a poco.

El entrenador dijo serio parando frente a sus jugadores extendiendo los brazos para que no paran mientras él hablaba. Shorin, Shido, Kurimatsu y Kabeyama, quisieron comprobar que las palabras de su entrenador eran ciertas y comenzaron a comprobar las paredes de sus lados, el piso y techos.

― Jajaja... de veras... ¿le creyeron? ―Preguntó con una leve risa nerviosa el moreno de piel albina.

― Vamos no seas aburrido, solo es una forma de relajarnos. ―Le contesto divertido Handa mientras posaba sus manos en su nuca. ―Oigan, no olviden comprobar allá, quien sabe que pudieron poner en los pasillos.

― Pero no les tome el pelo. ―Le "regaño" Handa.

Al final de todos se encontraba Haruna, mucho más seria de lo que era habitual en ella. Su mirada reflejaba tristeza, desesperación, preocupación e intranquilidad. Ese lugar no era quien le ponía de ese modo, si no saber que tendría que ver a su hermano mayor, que tendía que jugar contra él, y que el hermano mayor que tiempo atrás le defendió de cualquier peligro ahora... no quería saber nada de ella...

Los chicos llegaron frente a la puerta al vestuario que usarían allí. Endo se colocaba delante de todos con cara sería y decisión.

― Con que este sera nuestro vestidor...

Susurró antes de levantar la mano dispuesto abrir la puerta, mucho antes de que pudiera hacerlo esta se abrió dejando ver que Kido salia de el, provocando la sospechas y sorpresas de todos aquellos que se tomaron abroma las anteriores palabras del entrenador, aun que no todos llegaron a sentir eso, entre ellos Endo.

―Veo que llegaron a salvo. ―Comentó con su típico tono de seriedad y frialdad.

―¿Qué dijiste? ¿A caso esperabas que nos sucediera algún accidente de camino? De seguro pusiste una trampa en el vestidor. ―Acuso Someoka con enojo.

―No te preocupes por eso, no hay nada ahí.―Sentenció con el mismo tono antes de marcharse. Mientras lo hacía su mirada gélida oculta por sus extrañas lentes, se cruzo con la de Goenji, el cual le mandaba una mirada seria y retadora.

No hubo mucha más conversación, pero aun continuaba esa mirada en la mas jóvenes de las gerentes, mirada que fue descubierta por Aki, la cual se preocupo a verle de ese modo, pero prefirió no decir nada por el momento.

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Kido seguía con su paseo por la secundaría, ahora estaba en el campo mirando a su alrededor, buscando cualquier anomalía que hubiera podido colocar su lider. No pensaba seguir bajo sus ordenes por más tiempo, se iba a revelar y lo haría en ese partido, no pensaba dejar que lastimara a los jugadores de Raimon como tenía pensado hacer. Comprobó cada rincón, la hierva bajo el arco, las esquinas marcadas del terreno de juego, todo, incluso miró el techo alto y oscuro buscando algo que no cuadrara.

Una Nueva Aventura /Inazuma Eleven (súper once)/ {Con los nombre originales}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora