Capítulo 1

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Will

Era un día normal en el Campamento Mestizo. El sol brillaba, y se notaba que el ánimo de los semidioses estaba mucho mejor que desde la guerra contra Gaia. Lo único fuera de lo común era un gran arcoiris que empezó a formarse alrededor de las 18:00 horas.

No es que nunca haya habido un arcoiris; es que este terminaba justo enfrente de la gran Ω (omega) que daba la entrada al campamento.

Al principio pasó desapercibido, pero luego se fue volviendo más y más fuerte, sin contar que casi no se podía ver dónde terminaba.

Me encontraba enfrente de la entrada cuando Nico di Angelo se acercó y se puso a mi lado. Habíamos empezado a salir unas semanas después de la guerra contra Gaia, y éramos oficialmente novios. Lo miré mientras sonreía y tomaba su mano.

-Los hijos de Iris se lucieron.- le dije.

Él me sonrió, pero no verdaderamente feliz. Fue una sonrisa medio forzada, sin dejar de mirar el fenómeno multicolor.

-¿Nico? ¿Qué pasa?

-Nada...- lo miré serio, dándole a entender que no le creía absolutamente nada- Está bien. Es sólo que... Este arcoiris debe ser como un faro para los monstruos.

No lo había pensado de esa manera. Nico tenía razón. Cada vez era más fácil ver hacia dónde se extendía el arcoiris, y seguramente todos los mortales y monstruos que habitaban por ahí lo notaron.

-Deberíamos decirle a Annabeth.- dije.

Nico aceptó, y nos dirigimos de la mano hacia la cabaña de Atenea. Allí preguntamos por Annabeth, pero uno de sus hermanos nos dijo que estaba en la cabaña de Iris. Le dimos las gracias y fuimos hacia allá.

La cabaña de la diosa del arcoiris no era difícil de ocultar con esos colores chillones en las paredes (que no quedaban mal, al contrario). Íbamos a llamar a la puerta cuando ésta se abrió y salió la rubia a la que estábamos buscando.

-Hey, chicos, ¿cómo les va?- preguntó mientras caminaba hacia la Casa Grande.

-Bien, gracias. Te queríamos hablar de algo...- dije caminando a su lado con Nico de la mano.

-¿Pasa algo?

-Con Nico estábamos mirando el arcoiris- wow, eso sonó muy gay- cuando a él se le ocurrió que podría ser... un gran faro para atraer monstruos.

Annabeth sonrió, divertida.- Bueno, chicos, han llegado tarde. Yo lo pensé, y decidí pedirles a los hijos de Iris que dejen de hacerlo por el bien del campamento.

Así es Annabeth. Se te ocurre algo y ella ya pensó las causas, las consecuencias (positivas y negativas), formó un plan para resolverlo y lo solucionó.

Pst, hijos de Atenea.

-Bueno... Entonces supongo que no hay nada más que decir.- dijo Nico.

La cara de la hija de Atenea se ensombreció.- Oh, claro que sí hay cosas por hacer.

Con Nico nos miramos, preocupados, y él preguntó:

-¿Qué pasa?

-Ningún hijo de Iris creó ese arcoiris.

••••

Fuimos con Annabeth a explicarle la situación a Quirón, quien frunció el ceño al escuchar las noticias.

-...Es obvio que alguien más está haciendo esto, pero el problema es averiguar quién.- terminó de decir la hija de Atenea.

-Oh, saber quién lo hizo es fácil. Lo difícil es saber por qué...- le respondió el centauro mientras se rascaba la cabeza, pensando.

Nosotros nos miramos confundidos. ¿Es que Quirón sabía quién había sido?

-Ya que sólo la diosa y sus hijos tienen esos poderes, podemos deducir que fue la propia Iris la que invocó este arcoiris.- dijo Quirón, leyendo nuestras caras de confusión.

Annabeth de golpeó la frente con al mano. Seguramente se sentía muy tonta por no haber pensado eso.

-¿Y por qué haría eso Iris? Es decir, tiene hijos en el campamento, y no los odia tanto...- señaló Nico.

-Esa es la cuestión. Quizás está secuestrada, o enojada, o poseída...

Unos gritos que venia de afuera interrumpieron a Quirón. Todos nos miramos y corrimos hacia la puerta. Salimos, y vimos que una gran cantidad de semidioses se encontraba en la entrada del Campamento Mestizo. Monstruos, pensé.

Annabeth y Nico ya tenían sus armas en la mano, mientras que yo sacaba mi arco, sin dejar de correr.

Al llegar, nos abrimos paso, y vimos que algo se acercaba. Pero no era sólo una cosa; sino dos, con muchas más detrás. Sin embargo, había algo raro en las últimas... ¿Acaso estaban...

-...Volando?- escuché murmurar a Nico, quien tenía una expresión confundida en el rostro.

Nos paramos al lado de Annabeth, unos metros delante del arcoiris, el cual, por cierto, parecía volverse más y más fuerte.

A medida que se acercaban, las figuras se volvieron más y más claras. Las dos primeras estaban bastante heridas, y las otras definitivamente no eran humanas. Annabeth abrió los ojos, como si se estuviera dando cuenta de algo.

-Tenemos que ayudarlos.

¿Nosotros? Obviamente, me dije. Percy, Jason y el resto de los siete estaban en el Campamento Júpiter. Annabeth había decidido quedarse, alegando que ya tendría tiempo de ir.

-¡Necesito un par de voluntarios!- gritó la hija de Atenea.

Inmediatamente Clarisse, Connor y Travis (los dos últimos llevados de la oreja por la hija de Ares) se pararon a nuestros lados.

Annabeth sonrió satisfecha y empezó a correr hacia las figuras. Nico, Clarisse, los Stoll y yo la seguimos.

••••

Annabeth tenía razón (como casi siempre). Necesitaban ayuda. Al alcanzar a las dos primeras figuras, vimos que eran dos chicas de unos 13 o 14 años, llenas de arañazos y cortes, con una expresión de total terror en el rostro. Annabeth me dijo con un gesto de cabeza que las ayude, porque todos saben que sirvo más para curar que para atacar.

Las chicas (seguramente semidiosas) eran bastante parecidas, y pararon de correr en cuanto nos vieron. Trataron de recuperarse de su carrera, pero no pudieron, ya que una criatura las alcanzó y las empezó a picotear y arañar. Arpías. Había muchas arpías, y estaban persiguiéndolas.

Llegamos a ellas y, mientras Annabeth, Clarisse, Nico y los Stoll alejaban y mataban a los bichos esos, yo me acerqué a las semidiosas.

Estoy seguro de que se hubieran alejado de mí corriendo si tuvieran fuerzas, pero como no las tenían se quedaron quietas, esperando a que les diga algo mientras respiraban entrecortadamente.

-Bienvenidas al Campamento Mestizo, soy Will Solace y soy su médico de turno.

Y se desmayaron.

••••

Díganme que les gustó este primer capítulo :3
No haré muchas notas de autor (aviso porque  yolo(?)
Repito que muchos personajes no son míos, sino de Rick Riordan.

Ciao, semidioses :D

-Cherry-

Pd: amo escribir de este lado *~*

Las hijas de IrisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora