Clases de Defensa (Zayn Malik).

Capítulo 4.

Saqué aun el folleto que guardaba desde que me lo dio aquel chico, había un portón enorme con una puerta entreabierta, miré de nuevo la dirección, era aquí, no me equivocaba, entré despacio viendo cosas como máquinas de ejercicio, algunos sacos de boxeo, y un cuadrilátero donde se encontraban dos chicos, uno estaba de espaldas y otro de frente, el de espaldas le dio una patada al otro haciéndolo caer.

-Oh Liam, aún eres muy lento. -Cuando vi su cara recordé que era el chico que me había dado el folleto.

-Calla Zayn, eso es injusto. -Dijo cerrando los ojos.

-Vamos, levántate ya. -Zayn le tendió la mano y Liam se levantó.

-Buenas tardes. -Susurré haciendo que ambos pusieran atención en mi.

-Buenas tardes. -Me miró Zayn con el ceño fruncido, ¡Dios! Él era un dios griego, ojos color miel, cuerpo delgado definido, cabello negro y sedoso, tatuajes en su piel haciéndolo ver más rudo, y esas benditas gotas de sudor que bajaban en su torso desnudo.

-Buenaaaas tardes. -Canturreó Liam, acomodé mis lentes y me sonrojé, mientras él reía.

-¿Por que estas aquí?. -Preguntó Zayn directamente.

-Por las clases. -Dije obvia.

-Pero las clases son para chicos. -Dijo frunciendo el ceño.

-No lo decía en el papel, y aparte el papel me lo dio él. -Señalé a Liam con mi barbilla

Zayn miró a Liam fulminantemente, y Liam levantó los hombros e hizo una mueca de disgusto.

-Si quieren me largo. -Dije dando una vuelta y caminando fuera.

-Necesitamos el dinero imbécil. -Dijo Liam.

Salí del lugar y bufé pateando una lata, Liam me tomó del brazo haciendo que girara bruscamente y mis lentes se aflojaran un poco quedando en mi nariz.

-Tienes unos ojos hermosos. -Dijo, arreglé mis lentes y sonreí.

-Habla el de ojos color miel. -Dije y él rió dulcemente.

-Yo te daré clases. -Dijo señalando el lugar.

-¿No tendrás problemas con tu amigo?. -Pregunté.

-Él tiene problemas con todo mundo. -Reí y entramos.

(...)

-Ya no puedo. -Me quejé con respiración agitada.

-Vamos _____, cinco abdominales más. -Tomé aire y los terminé, pero sentía que mi estómago ardía.

-Terminé al fin. -Me tiré de espaldas en el piso.

-_____ tienes que tener más resistencia, solo fueron diez abdominales y diez pechadas. -Dijo riendo y yo me sonroje.

-Nunca había hecho ejercicio. -Dije y él miró atrás suyo.

-Dale una patada al saco. -Dijo ayudando a levantarme.

-¿Una patada?. -Pregunté cansada.

-Sí, solo una. 

Pateé el saco con la energía que pude pero caí al piso.

-Levántate y hazlo de nuevo. 

Pateé de nuevo el saco tambaleando pero no cayendo.

-De nuevo. 

Pateé el saco sin hacer ningún movimiento de caída.

-De nuevo.

Pateé el saco.

-Bien, solo hace falta fuerza ____. -Me animó Liam. -Terminamos por hoy, te veo mañana. -Dijo y se fue por una puerta.

Tomé mis cosas y buscaba mi celular en mi mochila, ¿Donde está? Sentí un impacto, tambaleé un poco pero él me sujeto de la cintura, miré hacía arriba encontrándome con el dios griego de ojos hermosos.

-Per- Perdón. -Me disculpé.

-Ten más cuidado. -Sonó frío y salió.