Recuperando mis alas

El accidente

Demian sujetaba mi mano mientras veíamos a los patos nadar en el gran estanque del parque, mi corazón latía rápido, estaba nervioso sin razón alguna, la atmósfera era mucho más extraña que la de otros días.

El sol ocultándose en el horizonte hacia que todo estuviera envuelto en un mágico color, la brisa veraniega revolvía nuestro cabello, todo era tan romántico, pero yo solo quería salir corriendo. Mis manos estaban sudadas... esperaba que Demianno lo notara

―Mis manos están sudando ― dijo Demian observándome ¡por favor no me mires! ― Oooh... tienes algo ahí... ― se acercó peligrosamente a mi rostro sacando algo de mi mejilla.

¿Por qué estaba decepcionado?, ¿Estaba esperando otra cosa?

―Cloud se ve feliz... le gusta venir al parque y perseguir palomas y luego comer alguna paloma o regalármela... es extraño.

―Si... ― solté nervioso volviendo a sujetar su mano, mi estómago cosquilleaba tanto que podría morir y mis mejillas estaban más calientes que cuando me abísmales dado fiebre. ― Demian... ― lo llamé mientras mis piernas temblaban ¿Por qué tenía que temblar tanto? Era tan patético.

― ¿Pasa algo? ― no lo dejé terminar y uní nuestros labios en un pequeño beso.

No sabía qué hacer, pero sólo me quede ahí, con mis ojos fuertemente cerrados e intentando que Demian no se diera cuenta de todo lo que mis manos temblaban.

Había visto muchas parejas que se besaban de una forma distinta y que entregaban otra clase de sentimientos, había visto películas con Demian en donde ocurría lo mismo, sin embargo nosotros solo habíamos unido nuestros labios unos segundos y aunque solo necesitaba unos segundos para ser feliz, posiblemente no funciona igual para él y de alguna manera me asustaba que escogiera a otra persona porque no era lo suficientemente humano.

Sentí como sus labios jugaban sobre los míos con ternura. Moriría... estoy seguro que por lo rápido que latía mi corazón me daría un paro cardiaco.

Se separó de mí y me observo con una sonrisa tierna.

―Seth si no quieres no es necesario que te fuerces ― me dijo soltando mi mano y acariciando mi cabello con dulzura.

― ¡Si quiero! Es solo que... no sé cómo lo hacen en las películas, estoy demasiado concentrado pensando en no morir y bueno... supongo que me da algo de vergüenza ― susurré avergonzado mirando mis dedos jugar entre ellos.

― ¡Pero yo si se cómo! ― dijo enérgico ― no quiero presumir pero tengo algo de experiencia, deja que el doctor amor te de unos consejos.

―Si me das un tú consejos entonces es todo más vergonzoso aun...

―Uuum... bueno entonces has lo mismo que hiciste recién y yo hago lo demás, no te darás cuenta y será un perfecto beso de película.

―Pero si se planea no es romántico.

―Bueno en ese caso...

Sentí como Demian jalaba fuerte el cuello de mi camiseta y volvía a unir nuestros labios quitándome la respiración enseguida. Nuevamente me quedé estático sin saber que hacer pero... se sentía tan extraño y aun así no me desagradaba.

Comencé a imitar lo que Demian hacía, cerrando mis ojos con fuerza y estrujando su mano. Mi mente se había quedado en blanco y mi estómago cosquilleaba sin parar extendiendo la sensación a todo mi cuerpo, todo se sentía tan liviano.