Extraño, ¿me das tu número? ✆ l.s

53.

-Ni... me duele el pecho... -murmuró el castaño-.

-Tal vez sea el hambre.

-Dije pecho, no panza.

-Bueno no se, no soy médico.

-Es como una presión allí, un vacío... como si tu alma gemela esté sufriendo a tal punto de dolerte a ti. Ni, enserio me duele. No se que hacer, Ni.

Lo mira enternecida y tristemente al castaño- Tal vez solo necesites descansar, Lou. Me voy a casa, ¿de acuerdo? Tengo que cuidar a Theo. -se acerca y le deja un beso en la mejilla- Llámame si necesitas algo. ¡Te quiero, adiós!

Se escuchó el ruido de la puerta ser cerrada.

Louis se levantó y fue a sentarse de piernas cruzadas en su cama, mirando hacia abajo hasta que tres bolas de pelo aparecieron frente a sus ojos. Si, sus gatos siguen iguales, ni han crecido, tal vez se queden de la misma forma toda la vida.

-Hola pequeños -acarició el pelo suave de Boo- ¿cómo están? Yo mal... ¿saben? No creo que su papá Harry vuelva. Pero no se preocupen, yo los amaré a ustedes por los dos, tengo mucho amor para dar -se acostó y al segundo Nut se acostó en su pecho- ¿quieres dormir allí? De acuerdo. -Boo se acostó pegado a su costado y Miau en el hueco entre su cuello y el hombro- Buenas noches, bebés.

Esa noche Louis durmió con un vacío en su pecho... y no fue el único... solo que Harry ni pudo dormir de tanto sufrimiento que pasaba en ese momento, además de estar atado a una silla y con una chica media loca sentada frente a él con un cuchillo en las manos.

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Re Yandere chau

All the love, R xx.