Capítulo I

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Frío...

Oscuridad...

Y un penetrante olor a metal oxidado...

Maldición no de nuevo, no aquí...

Tengo que salir de aquí, a como de lugar. Me queda poco tiempo para que se cumpla, lo he visto, y debo detener esta locura...

Estoy en este asqueroso cuarto de nuevo, todo inundado de oscuridad y humedad y ese... asqueroso olor a Metal Oxidado en las paredes, no puedo especificar desde cuando estoy aquí ni si es de día o de noche. ¡Carajo! Tengo que salir de aquí y rápido, me queda poco tiempo para detener esto, o al menos intentarlo.

Alguien abre la puerta, la luz del exterior corta la oscuridad de aquel cuarto sin ningún remordimiento. La luz llega hasta mis ojos y me deslumbra, tardó un rato en acostumbrar mis ojos a la potente iluminación, subo mi mirada parpadeando repetidas veces para dejar que mi vista pueda reconoce figuras, y la veo ahí... Quieta y silenciosa,  una silueta femenina que me mira directamente de brazos cruzados, ahí está esa maldita loca.

-Valla que te ves horrible- me dijo entre risitas ásperas.

Mi vista terminó de acostumbrarse a el cambio de iluminación, y ahora la veía directamente, esa mujer, de tez blanca, cabello negro azabache y largo, ojos azul muerte (que ironía de la vida) y una asquerosa sonrisa color cereza. Dios, como odio a esa bruja.

-¿Desde hace cuánto estás aquí, eh? Mika dice qué llevas 3 dias, por tu aspecto diría que llevas 6-

Levanté mi mirada para poder verla a los ojos, agh..., me mira directamente, despreciandome con la mirada, como una araña mirando a un mosquito de fruta.

-¡Contestame! ó ¿es que quieres que te obligue?

Claro que no contesté, la veo directamente a los ojos, con la cabeza en alto a pesar de estar en el suelo. Y claaaro, se acerca lentamente hacia mi ahora.

...

Apenas puedo moverme... Creo que esa es una de las MEJORES palizas que pudieron darme nunca, esta maldita araña...

-Sabes... Así te ves mucho mejor dulzura- Me dijo antes de soltar una sonora carcajada. -Nos vemos alimaña... - Y se fue, cerró la puerta detrás de ella dejando que la oscuridad invadiera de nuevo el cuarto.

Ahora además de olor a metal oxidado,  se mezcla el olor a sangre y sudor, e incluso ahora tengo una sensación muy extraña... la mezcla del olor a oxidado con el sabor metálico de mi sangre me confunde.

Mi visión se nubla cada vez mas...

Estoy confundida, no se a donde mirar, no puedo enfocar la vista.

Me siento como si callera, muy, muy profundo.

Y al final dejo de caer, pero nunca toco el suelo...






Cuarzo escarlataDonde viven las historias. Descúbrelo ahora