Mi perdición

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Y lo vi, estaba ahí.

Ya lo había imaginado otras veces, pero este era mejor.

Estaba aceitadito, se podía apreciar claramente que estaba usado.

¿Que de que hablo?

No se puede describir.

Era como el trono de un rey pero echo absolutamente de controles remoto. Mi ano, ya dilatado, se abrió aun mas. Nunca se me había abierto tanto, ni siquiera el día que mi papa me había violado por primera vez. Estoy bastante seguro que mis nalgas pasaron a ser un gran agujero negro en medio de la luz hospitalaria de ese bunker.

Un pequeño gemido me saco de mi ensueño, recordé que la joven estaba ahí parada... viéndome.

¿Se había sonrojado?

Era bastante bonita, no lo había notado.

Me erguí y me pare a su lado.

Me di cuenta de que no sabia su nombre ni el sonido de su voz..

-¿Como te llamas?

Me miró, tenia las pupilas extremadamente dilatadas, no me soprenderia que estuviera drogada.

-No se.

UUUFFFFF QUE VOZAZAA MAMIIIIIIIII

Me volvió a tomar de la manga y me llevo hasta estar frente al trono. Alta erección tengo.

Ya me iba a sentar pero me dijo NO y me cague todo viste.

Me llevo a la parte de detrás de esa maravillosa pieza de arte controleremote y se podía apreciar una pequeña puerta, muy pequeña...

Estaba vibrando.

La chica, muy confiada, la abrió.




RobertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora