Al chico del banco de adelante.

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Al chico del banco de adelante:

Sé que hoy no es día pero tengo que escribirte.

¿Sabes algo? Eres un imbécil.

De hecho, siempre lo tuve claro. Pero, en realidad, jamás quise admitirlo, porque era una idiota. Bueno, realmente no es que haya dejado de serlo, pero este no es el tema. El caso es que hoy me has ofendido. Y mal. De verdad, no sé por qué fui tan ingenua, pero llegué a pensar que de verdad habías dejado de odiarme tanto (no completamente, pero sí un poco).

Bueno, hoy me demostraste lo contrario.

¿Sabes algo? A pesar de que no sabes quién soy, eres consciente de que compartes tiempo conmigo y a pesar de no reconocerme, me hablas y me miras. Me refiero a que estamos juntos. Tú no lo sabes pero eres consciente de que en algún momento del día te cruzas conmigo.

Y odio que, aún sabiendo eso, no seas capaz de intentar comportarte. Por lo menos porque sabes que tus palabras me duele.

¿Quieres saber algo? Yo sí tengo una vida, al contrario de lo que me dijiste.

Y si quieres, puedo demostrártelo. 

Géminis