Capitulo 16

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"Dulce amor el alcanzado con dificultades"

W.C. Fields

Así que había llegado la hora de una despedida definitiva. 

—Adiós, Liam —dijo Casey en voz alta con los ojos cerrados.

Cuando los abrió, la policía ya había esposado al chico de bufón y retiraban el cuerpo de Katty.

Y Liam… ya no estaba.

(…)

Tres meses después

—Tienes que ocupar el teorema de Pitágoras, Niall —le decía Casey al rubio, quien había rayado la hoja de ejercicios en la que intentaba hacer su tarea de matemáticas.

Niall la miró frustrado, no entendía de qué le serviría el teorema cuando saliera de la escuela. Además estaba cansado, no había podido dormir nada esa noche ni las anteriores.

—Sólo faltan tres ejercicios más, Nialler —Casey le pasó una mano frente a sus ojos para que Niall no los cerrara y se durmiera. Él bufó y tiró el cuaderno a un rincón de su habitación, abrazó a Casey por la cintura y la hizo rodar por la cama hasta quedar sobre ella.

—Hay que terminar la tarea, es para mañana —protestó Casey, intentando no mirarlo a los ojos porque de ser así, caería rendida a sus pies.

—Podemos terminarla luego —le dijo Niall mientras besaba su cuello. Casey tuvo que empujarlo para que se detuviera.

—Ahora, Niall —ordenó. Niall no dejó de quejarse lo que quedó de la tarde, él creía que pasar todo un día encerrado en su habitación con Casey sería divertido, pero no contó con que ella quisiera hacer los deberes.

—Vamos, hagamos algo más entretenido —le dijo Niall, robándole un beso con rapidez. La molestó y le hizo cosquillas hasta que ella no pudo más con la risa, lo tiró de la camisa y pegó sus labios contra los de él.

—¿Feliz? —preguntó cuando se separó.

—No, quiero más —Niall la volvió a besar y la sujetó del rostro para profundizar el contacto. Amaba el aroma de Casey, le encantaba su cabello que después de todo había vuelto a crecer, adoraba su rostro, sus ojos que lo volvían loco y cada centímetro de su piel. Pero lo que más amaba Niall de Casey era simplemente su forma de ser. Podía ser esquiva a veces, pero era muy dulce con él y siempre trataba de ayudarlo.

—Hay que terminar los… —pero Casey no pudo continuar porque Niall pasó sus manos por su espalda y eso la hizo dar un respingó que la sorprendió—…No corras mano, idiota.

—Tengo todo el derecho de tocar a mi novia —Casey sonrió al escucharlo decir eso.

Al final, había aceptado sus sentimientos hacia Niall y cuando él le preguntó, hace dos meses, si quería ser su novia aceptó sin dudarlo. Había sido mientras veían un documental en la escuela, ella habría preferido lanzarse a sus brazos y besarlo, pero se limitó a asentir con la cabeza para que el profesor no los regañara.

—Pero no contra su voluntad —agregó Casey.

—¿Esto te molesta? —Niall pasó sus dedos sobre la cintura de Casey y la besó con ternura mientras descendía sus manos por debajo de la ropa de ella para acariciarla.

—No me lleves la contraria, te lo advierto.

—No seas así, Casey. No hay nadie en casa —las palabras del rubio le recordaron la primera vez que se besaron, la fecha le parecía lejana pero las sensaciones regresaron como por arte de magia ante el sólo recuerdo de esa tarde.

—¿Y qué pretendes hacer conmigo sin nadie en tu casa? —le preguntó ella, descubriendo lo que se proponía Niall.

—Ciertas cosas.

Le pusieron cerrojo a la puerta por si los padres de Niall llegaban de improvisto, no tenían planeado volver hasta las diez y recién eran las siete.

Casey le arrancó la camisa a Niall y le desabrochó el pantalón mientras él la desvestía también. Se recostaron en la cama y Niall terminó de desnudarse cuando contempló con fascinación el cuerpo de Casey.

No estaban preparados para esto, así que no tenían ningún tipo de protección. Pero esa no era su prioridad en esos momentos, Niall en lo único que se podía concentrar era en besar a Casey y resistir el dolor en su entrepierna.

—Me duele allá abajo —le dijo Niall en el oído. Se le ocurría una idea de cómo Casey podía hacer que el dolor se fuera.

—Siempre te quejas —le respondió ella. No podía creer que estas conversaciones ya fueran completamente normales entre ellos.

Casey pasó sus piernas por los costados de Niall y lo atrajo hacia ella. Enterró su rostro en el cuello de él y le dijo:

—De acuerdo, hazlo. 

Niall no opuso resistencia y besando su cuello empujó aquello que lo torturaba dentro de Casey. 

Ella gritó sin contenerse. A pesar del dolor, se sentía demasiado bien cuando Niall unía su cuerpo con el suyo, el deseo de que nunca se detuviera no se apagaba hasta que ambos quedaban agotados por completo.

Luego de una hora, en la que no se detuvieron hasta quedar devastados y con las gargantas secas, se quedaron acostados uno muy cerca del otro mirando el techo.

—No usaste condón —le dijo ella en medio de risas a Niall. 

—No había tiempo —fue la única excusa que se le ocurrió al rubio. 

Niall observó las delgadas líneas rojas en las muñecas de Casey y las acarició. Siempre lo hacía, como un recordatorio de que no debía hacerlo nunca más. Ella se acurrucó a su lado y respiró el aroma de Niall, no le importaba que él estuviera sudado, siempre olía bien.

—Casey… te amo —le dijo finalmente después de pensarlo. De verdad lo hacía, sentía que nunca antes había estado tan seguro de sus palabras, Casey lo era todo para él en esos momentos.

—Yo también te amo, Niall —le correspondió ella.

Niall no pudo evitar sonreír. Su corazón explotaría con esa frase.

Besó con delicadeza a Casey y escuchó como sus latidos se aceleraban.

Él la amaba y ella a él. No podía pedir nada más para ser feliz.

I love You {Casey Whitmore & Niall Horan}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora