Hermana de Wendy Darling 《Peter Pan》[EN EDICIÓN]

•n u e v e•

Me volteé esperando a que Pan me hubiera seguido, pero no.

—¿Campanita? —la vi impresionada.

—Que gusto que te encontré —me abrazó con fuerza.

—Necesito que me ayudes —pedí haciendo una mueca.

—Por supuesto ¿qué necesitas? —sonrió amable.

—Necesito que me ayudes a sacar a mi hermana del campamento —dije tomando su mano.

Cuando estaba aquí por primera vez, Campanita fue mi única amiga verdadera, se que puedo confiar en ella.

—Vamos a mi casa, aquí no estamos seguras —mencionó observando a los lados.

Cuando llegamos a su pequeña casita, procedí a contarle todo desde que llegué a Story Brooke.

—No lo entiendes ¿cierto? —preguntó haciendo una mueca.

—¿Entender que? —fruncí el ceño.

—Conocí a Pan desde hace mucho, él no muestra sus sentimientos. Wendy, Pan está interesado en tu hermana —mencionó tomándo mi mano.

—¿Estás segura? —la vi molesta.

—Tan segura como que fui un hada —se encogió de hombros.

—¿Cuál será nuestro plan? Necesitamos sacar a mi melliza de ahí —ignore lo que dijo, empecé a caminar por su casa.

—No podemos hacer nada. Si vas te encierran en la jaula, si yo voy me matará. Además, por lo que me dices no veo a ti hermana incómoda —dijo colocándose frente a mí.

—No puedo permitir que ese mostruo este con ella —exclamé.

—¿Esto es por cuidar a Evie o por qué estas celosa de ella? —me vio seria.

Levanté la mirada y la vi molesta.

—No estoy celosa, Peter es un idiota —rodé los ojos.

—Entonces todo a su tiempo. Evie es mayor y sabe cuidarse sola —me vio despreocupada.

Gruñi molesta.

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PETER PAN

—El entrenamiento a terminado —anuncie dejando la espada.

—¿Como lo hice? —preguntó ansiosa.

—Para ser tu primera vez a salido bien —me encogí de hombros.

Cabe mencionar que estaba mintiendo. Para ser la primera vez que portada una espada, fue increíble. Tenía destreza y actitud.

Evie Darling es una chica diferente a las demás que he conocido en mis siglos de vida. Tiene su lado vulnerable, pero también tiene una actitud impresionante.

Cuando llegamos al campamento Evie fue a la cabaña a descansar.

—¿Qué tal lo hizo? —preguntó Felix cuando me senté a su lado.

—Mejor que mi primera vez —mencioné levantándo la ceja.

—Debió ser un golpe duro para tu orgullo —rió divertido.

—Pan, las sirenas quieren hablar con usted —comentó un niño perdido viniendo hacía nosotros.

Solo asentí.

—¿Sabes? Escuche a Evie decir que le gustaban las sirenas ¿por qué no la llevamos? —propusó Felix.

—Nos retrasaría —mencioné viéndo la cabaña.

—Hermano, te conozco. Se que tienes la mira en Darling —Felix me codeó divertido.

—Por eso eres mi mano derecha —lo empujé, provocando que riera.

Fui a la cabaña. Toque su puerta.

—Pasé —musitó.

Entré y la vi sentada en la cama.

—Necesito resolver unos problemas con las sirenas ¿quieres venir? —pregunté cruzándo los brazos.

—¿Bromeas? No me tienes que preguntar eso —rodó los ojos y se lavantó llevándome de la mano rápidamente.

Reí burlón.

Cuando llegamos al campamento, Felix al vernos sonrió coqueto al ver nuestras manos.

Sonreí engreído.

Chasqué los dedos y aparecimos en la playa.

La sirena estaba esperándonos en la orilla de la playa. Vi de reojo a Evie que estaba sonriendo emocionada.

—Sade ¿qué pasó con el barco? —pregunté serio.

Sade es una de las sirenas principales en ayudarnos a hundir los barcos.

—Sucedió algo extraño —la sirena nos vio.

—¿Qué? —preguntó Felix.

—No se hundió, se estrelló sobre la roca Delia —informó haciendo una mueca.

—¿La tripulación? —pregunté.

—Me encargue personalmente de cada uno de ellos —sonrió cínica y Evie se removió incómoda.

—¿Cuál es el nombre del barco? —preguntó Evie tímida.

—Conder —respondió la sirena viéndola determinadamente.

—Irémos a darle un vistazo —prdené.

—Puedo guiarlos —propusó Sade.

—¿Qué esperamos? andando —nos apresuró Evie emocionada.

Reí divertido.

Agarramos un bote, Sade nos guiaba.

—¿Tu nuevo juguete? —me preguntó Sade viéndo a Evie.

—¿Disculpa? —Evie la vio indignada.

—¿Tengo que repetirlo? —Sade la vio con burla.

Junto a Felix nos vimos.

—No soy ningún "jueguete". Soy una persona y tengo respeto sobre mí. Además no me voy a rebajar a discutir con una sirena que hasta hace una semana no tenía ni una idea de su existencia —Evie murmuró viéndola sería.

Sade paró de nadar y la vio desafiante.

—Me agradas ¿cómo te llamas? —sonrió divertida.

—Evie Darling —se presentó sonriendo un poco.

—Bien Evie. Me presento, soy Sade McQuil, tu nueva amiga —le giño un ojo.

Evie sonrió al escuchar decir que serían amigas.

—Llegamos —informó Sade.

—Por fin, ya estoy asqueado del olor a pescado —exclamó Felix haciendo una mueca.

—Te salvas que estás con Pan urmuró entre dientes y se alejó.

—Menos charla, más acción —dijo Evie y corrió al interior del barco.

Junto a Felix reímos divertidos.

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