Capítulo uno.

206 26 4
                                    

Eran tan hermosas las tardes en la playa, el sol iluminaba el mar de una manera que me hechizaba y era por ese motivo que me gustaba el surf, era donde yo dominaba el poderoso mar con mi pequeña tabla.

Además era algo que me hacía estar en conexión con mi padre el me enseñó todo lo que sé y ahora que no esta hacer el surf es como si lo estuviera pero mamá no me entiende siempre me dice que es peligroso, teme que me pase lo mismo que a mi padre.

¿Qué sería de mi vida sin él surf? Claramente nada.

Me bajé de mi tabla y me fui a mi casa por que estaba anocheciendo y las olas se vuelven enormes a esta hora aunque me encantaría poder surfearlas pero mamá no me dejaria ni en mis sueños más salvajes.

¡Madres! Siempre tan exageradas en todo.

Llegué a mi casa justo cuando el sol se había metido.

—¿Dónde estabas?.—Preguntó mamá en cuanto me adentre a la casa.

—¿Es algo obvio no?.—Contesté enseñando mi tabla.

—¿Otra vez surfeando?—Preguntó enfadada. Estaba enojada.

—¡Sabes que no me gusta que lo hagas!.—Bufo mamá.

Ella no entendía que lo hacía por papá, por qué haciendolo estoy con él, por que él quería ser él mejor surfista y yo le voy a cumplir el sueño.

—¡Es que tú no entiendes!.-Le grité.—¡Piensas que moriré igual que mi padre!¡Pero no!¡No soy él! Él eligió el día equivocado para el surff, no cometere el mismo error.—Mis palabras salían frias de mi boca, estaba harta que me prohibiera hacer lo que tanto amo hasta, llego al punto de amenazarme de ir con mis tíos para alejarme de la playa.

—Eres una niña, el mar es peligroso para ti, te tragaria viva.—Dijo mamá llorando.

—¿Una niña?¡ Si virgen ya no soy!.—Grité.—¿Y crees que soy una niña?

Estaba siendo dura con ella pero muy bien se lo merecía por quererme despegar de lo único que me quedaba de papá.

Cuando le dije lo último me abofetio.

¡Me abofetio!

Lagrimas caían de nuestros ojos.

—No quería hacer esto. ¡Te me vas con tus tios!.

¡No, no, no!

Ella no podía alejarme de mis amigos, de mi tabla, de mi vida.

—¡Te odio!.—Grité con despreció.

—¿Así? ¿Me odias? ¡Pues te odio más!.—Dijo entre sollozos.

Salí corriendo de mi casa, iba nuevamente al mar a despejar mi mente un poco.

—¡Por favor no hagas surf!.—El gritó desesperado de mi madre me importó muy poco, ya estaba dentro del agua.

¡No podía vivir sin esto!

Ya estaba dentro del mar esperando una ola.

Lo que mamá quiere es desaserse de mi, lágrimas salían de mi ojos azules.

La ola perfecta llegó y yo ya me encontraba montandola en mi tabla.

¡Debí a ver hecho esto desde antes!

Montar en la noche era fabuloso, me hacía olvidar la pelea con mamá.

Volteé atrás. Estaba muy lejos de la orilla, estaba por irme, pero una luz color dorado llamo mi atención.

Brillaba intensamente en la oscuridad que me era imposible no notarla. Mi cerebro me decía que me alejara pero no podía luchar contra mi enorme curiosidad.

Avance hasta ese lugar junto con mi tabla, a conforme iba avanzando la luz se veía más lejana y las olas más fuertes, un rayo cayó tan cerca de mí que logro tumbarme , traté de nadar contra la corriente pero era imposible ser más fuerte que ella cuando una tormenta llacia.

Iba a morir, estaba más que claro.

Mis lagrimas se mezclaron con el agua del mar, me arrepentia a verle dicho a mamá que la odiaba. Mi muerte la iba a destrozar, mi muerte que estaba por ser igual a la de mi padre.

¿Curioso no? No me asustaba mi muerte, lo que me causaba temor era que mamá iba a destruirse al enterarse que había muerto. Otra vez el mar le arrebataria a alguien que amaba.

Sentía como mis pulmones se iban llenando con agua, me surmegia en el agua y salía desesperadamente una y otra vez, no iba a durar mucho tiempo conciente. Y tube razón. No paso mas de un minuto cuando mi vista se volvió negra.

Lo unico que recuerdo es undirme muy rápido en el agua, como si alguien me jalara.

FlashBack.

Cómo todos los días papá me había dado clases de surf, era nuestra actividad favorita.

—¿Amor sabes que te amo? —Le preguntó papá a mamá.

Fue el momento en el que empezaron a besarse. ¡Que asco! La relación de mis padres era tan fantastica, parecían de esas parejas sacadas de películas de amor solo que esta era real.

—¿Más que el surf? — Preguntó mamá.

—¡Tampoco exageres mujer!
—Bromeó papá haciéndonos reír a todos.

—Mas que a mi vida amor.—
Concluyó papá y ambos se miraron dulcemente.

Tenía 11 años cuando todo lo malo empezó a pasarme.

Era aquélla tarde de agosto, el viento golpea fuerte y las olas eran cada vez más grandes y peligrosas. Derek,  mi padre sería reconocido como él mejor surfista de Hawai. Estaba decidido a retar y superar las grandes olas. Allí un gran público estaba emocionado y yo igual aunque un poco preocupada, yo confiaba en mi padre, iba tener la mejor reputación y le pagarían mucho dinero el cuál ibamos a gastar para unas vacaciones familiares a Londres. Amaba a mi padre más que a mi vida, mi madre solo lloraba descontrolada no quería ver la gran hazaña por la cuál mi padre se había preparando por mucho tiempo, solo repetía "no sé porque lo hace" Cuando llegó el momento mi padre se acercó y beso mi frente acompañado de un "te amo Hallie pasé lo que pasé quiero que siempre estés orgullosa de tu padre" Se adentró al mar y esperó a que llegara una ola. Yo era su fan número uno. Saltaba, gritaba, sibaba, papá iba a ser algo genial. La ola era una de las olas más grandes que había visto en mi vida papá trato de salir, huir pero las olas lo llevaron hasta lo mas profundo del mar.

Mamá corría dentro del mar ella gritaba desesperadamente yo estaba en shock y aún no entendía lo que sucedía.

La gente también trataba de ayudar buscando métodos pero al final sacaron a mamá del agua, dijeron que no podía hacer nada. Tendríamos que esperar a que se calmaran las olas.

Lo único que se encontró en el mar fue la tabla de papá, había muerto junto con una parte de mi corazón.

Fin Flashback

XelfidWhere stories live. Discover now