voiceless // muke.

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Ashton no me había dirigido la palabra durante toda la semana. Yo no entendía porqué, si se supone que estábamos bien teniendo en cuenta que la última vez que me habló fue aquel día en los baños, cuando me pidió ese favor y yo había sido bueno al respecto, como siempre.
No me iba a preocupar más, probablemente ni siquiera valiera la pena.

Llegué al aula correspondiente diez minutos después de que empezara la clase. Hoy me había levantado más tarde de lo que acostumbraba, lo que me hizo saber  que hoy no sería un día tan bueno, porque no tuvo un buen comienzo. Incluso me habían ganado mi lugar, pero ya daba igual.

El maestro pareció tomarse mal mi retardo porque en cuanto pasé (con su autorización), me dirigió la palabra directamente a pesar de que yo nunca antes había llegado tarde a su clase y mucho menos le había fallado con algo. Que hijo de la verga.

"... y como usted es quien va llegando, será el primero en elegir con quién trabajar durante todo lo que resta del semestre" continuó.

Me obligué a sonreírle por pura cortesía y busqué con la mirada a cualquiera de mis amigos, al fin y al cabo que podía trabajar con quien quisiera.
Cuando estaba a punto de señalar a una chica, con la cual me llevaba muy bien, la puerta del aula volvió a abrirse y en está ocasión ni siquiera un permiso para pasar se escuchó.
No le tomé importancia hasta que el profesor volvió a hablar:
"¿Qué son estas horas de llegar, Clifford? Un retardo más y me veré obligado a bajar considerablemente su calificación"

Me fui a sentar, aprovechando que la atención la tenía centrada en alguien más porque sinceramente no tenía ganas de ser quien eligiera con quien estar, prefería que me eligieran a mí.
El maestro lo notó pero no dijo nada más, ahora se estaba refiriendo al otro chico a quien ni siquiera había prestado atención.

"Clifford, estarás con Luke." Añadió indiferente, logrando que esta vez sí volteara.
Sonreí cuando vi de quien se trataba, aunque era obvio que la reacción no había sido mutua.
Ahora sabía quién era Clifford, y por supuesto, él sabía quién era yo.