"LO HICE"

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De alguna manera volví a estar consciente. Un sabor dulce invadió mi paladar.

Delicioso, ¿qué es esto?, quiero más...

Abrí mis ojos lentamente, logrando visualizar un figura, un hombre al parecer. Emanaba un aroma... Exquisito.

Poco a poco visualice un albino, las cortinas de terciopelo estaban limpiamente acomodadas, dando paso a la luz de la luna; su muñeca sangraba y en la comisura de sus labios se encontraban un par de gotas de sangre, por instinto pase mi mano por mi cuello encontrándome con el frío material del collar que siempre lo protegía, aún así no pude evitar preguntar.

-¿Es tuya o mía?_ dije dirigiendo la mirada hacia el.

-Mía, Princesa_ dijo cerrando los ojos.

-¿Cómo es que has entrado?_ dije al mismo tiempo que lograba llegar a una pared y recargarme en esta.

-Es fácil, usted me llamo_ ¿yo?, en parte es cierto.

-Ya recuerdo..._ dije soltando un gran suspiro.

-Princesa, debe cuidar más de su salud, se ha descuidado demasiado_

-¡Espera!_ dije alarmada.

-¿Qué pasa?_

-Tu... ¿me alimentaste?_ una parte de mi quería escuchar, otra no quería.

-Usted dígame eso, ¿sabe bien?_ yo estaba mordiendo mi labio.

Su olor, ese olor, debo controlarme.

-¿Cómo... pudiste?_ tape mi boca.

Comenzó a caminar hacia mi.

-Aléjate, ¡no te acerques!_ huele bien, muy bien.

-Aún está débil, vamos, puede tomar lo que quiera_ llego hasta mi mostrándome la blanca piel de su cuello al descubierto.

-Yo... no puedo... no..._ comencé a dudar.

-Lo que pase aquí nadie deberá saberlo, será un pequeño asunto, provocado por su descuido_ dijo susurrando en mi oído.

Esas palabras fueron suficientes. El había logrado de alguna manera invadirme y me era imposible negarme.
Dulce, delicioso, todas esos sabores y de más sensaciones que nunca antes había sentido, quería volver a experimentarlo, una vez más.

Me acerqué a ese frágil y desnudo cuello, temiéndome que alguien más podría haberlo marcado antes que yo, ¿por qué? no lo sé.

Lentamente clave mis colmillos hasta que mis labios rozaban con su piel, poco a poco comencé a sentir ese líquido dentro de mi boca, esparciéndose, era caliente, quemaba.
Comencé a succionar. Unos cuantos gruñidos de su parte, hasta que cayó suavemente en mis brazos.

-Tonto..._ susurre aferrándome a él.

My Life Belongs To Them Donde viven las historias. Descúbrelo ahora