005

35 2 0
                                    

En estos momentos siento vergüenza, mucha vergüenza.

Atinó a pararme rápidamente consiente de que este no aparta su mirada furiosa de mí, y con mucha razón y es que ¿Qué me ha pasado?


Se puede saber, ¿Qué se supone estaba haciendo?– pregunta mirándome fijamente y puedo sentir como comienzo a ruborizarme.

No sabía qué decir, ¿Tenía justificación? Pues claramente no, había invadido su espacio y bueno, ya van conociendo que no soy muchas veces consiente de mis actos, pero .. ¡Tenía hambre!


Yo.. Este .. Bueno– digo y miro hacia otra parte a la vez que muevo mis dedos nerviosos buscando una explicación concreta.


Justo iba a abrir la boca para decir alguna incoherencia cuando el sonido de un móvil me interrumpe.

Veo como suspira y levanta su mano hacia mí en señal de que espere.

-¿Si?- escucho que responde en un tono de voz monótono poniéndose de espaldas a mi.
-Esta bien, mañana a las 5- responde con tono neutral
-Se puntual- dice a la persona que esté en la línea para después colgar así sin más.



–¿En qué estábamos?– dice posicionando nuevamente su atención hacia mi.

Yo este, disculpe de verdad– Digo de manera un poco rápida y nerviosa –No volverá a ocurrir– digo apenada y veo que relaja un poco su mirada hacia mí –Es solo que usted no llegaba y no se, disculpe– digo rápido y bajo la mirada un segundo para después colocarla otra vez sobre el.

Me observa varios segundos sin decir nada.

Esta bien– dice simplemente y yo le miro ladeando mi cabeza.

Pero que sea la última vez– advierte señalando con su dedo hacia mí.


Yo solo asiento con un suave movimiento y siento mis mejillas arder otra vez, pero no estoy muy segura si es por la vergüenza o porque estoy hablando con el.

Ahora retire todo eso, puede irse– me dice y avanza hacia su silla.

Yo sin pensarlo hago lo que me dice, cojo todo torpemente entre mis manos y me dispongo a salir de su oficina bajo su atenta mirada.

Puedo ver por el rabillo del ojo como niega con la cabeza y un astibo de sonrisa que rápidamente desaparece.

Por cierto– dice antes de que salga completamente.

–¿Cuál es su nombre?
Pregunta y yo le miro con una sonrisa sin llegar a mostrar los dientes.

Lara, me llamo Lara– le respondo todavía avergonzada.
Este solo asiente y me mira por unos segundos para poner su mirada en el computador.


Suspiro, vaya día.



*Julio en multimedia*

«JULIO MÍO»Where stories live. Discover now