No pude evitarlo y grité aterrada. Puede que sea demasiado lista, pero sigo siendo humana y esto asustaría a cualquiera.
De golpe sentí a alguien agarrarme en un abrir y cerrar de ojos y llevarme a la velocidad de la luz lejos de ahí. Esos murciélagos volaban en nuestra dirección, y para evitarlos, la cosa o el alguien que me había cogido siguió corriendo hasta llegar a una pequeña cuesta en la carretera y saltar en esta, para proceder a caernos por la cuesta haciendo la croqueta los dos. Yo mantuve los ojos cerrados fuertemente durante la caída, pero sentí que cuando llegamos al suelo, yo quedé encima de esa cosa o persona. Abrí los ojos de golpe y lo primero que vi fue unos preciosos ojos azules como el cielo. No conseguí ver nada más ya que esa persona —teniendo claro que era una persona al ver sus ojos.— sacó una especie de varita o algo así con una cosa de cristal en la punta de color azul claro y me tocó con ella en la frente, haciendo que cayera directamente dormida.
Desperté en mi cama... Todo era un sueño.
*8 años*
Abrí los ojos pesadamente. Me encontraba en el suelo, o mejor dicho, en el césped. Tenía un dolor en el brazo, había entrado por una especie de portal y he caído aquí. Me senté en el suelo sobándome el brazo. Miré a mi alrededor. Estaba en un bosque muy desconocido para mí.
Me levanté del suelo y sacudí el mono vaquero que llevaba puesto. Miré a mi alrededor. ¿Dónde estaba? Esto no es Londres.
De lo único de lo que estaba rodeada era de árboles y algo que parecía ser un lago, pero era horrible. Estaba sucio y lleno de hierbajos. Era oscuro y feo todo.
Caminé por el bosque, sobándome esta vez ambos brazos porque me había entrado frío.
A unos metros de mi pude ver algo brillante colocado sobre un tronco que habían cortado. Me acerqué a ese tronco. Fruncí el ceño a medida que me iba acercando.
Cuando di un paso que estaba justo al lado, sentí cómo algo me atrapaba el tobillo y me alzaba por los aires. Yo no pude evitar gritar.
Era una trampa. Una cuerda me había pillado el tobillo y ahora me había colgado boca abajo de la rama de un árbol. ¿Por qué alguien haría eso?
Era muy raro todo. Intenté alcanzar con mis brazos la cuerda que tenía en el pie pero era difícil. Me cansé de internarlo tantas veces, así que me dejé caer y ahora toda yo estaba colgando. Miré a lo lejos dos puntos rojos. ¿Qué demonios era eso?
Esa cosa gritó y pude escuchar cómo venía corriendo hacia mí. Era un monstruo horrible. Pero eso es imposible, los monstruos no existen.
Del susto grité y volví a intentar deshacer el nudo de mi tobillo, sin dejar de mirar una y otra vez hacia la cosa que venía hacia mí.
Ya estaba casi en frente mía y yo no podía quitarme la cuerda. Cada vez se iba acercando más y yo no pude evitar gritar para luego taparme la cara.
De pronto sentí cómo alguien se puso en frente mía y luego pasé a escuchar cómo cortaba algo. Me quité las manos de la cara y había una figura humana en frente mía vestida o bien con negro o bien con gris oscuro. Estaba todo oscuro, no veía con claridad.
Llevaba una capucha y en la mano tenía una espada plateada, pero estaba manchada de algo rojo... Sangre.
Esa persona me miró sobre su hombro y sus ojos azules resaltaron. Esos ojos me sonaban... Eran preciosos, pero era lo único que podía ver pese a la oscuridad.
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«Guardian Angel» || Jamie Campbell Bower
Science Fiction"—Te he visto crecer. He estado siempre a tu lado, sólo que me he estado ocultando en la sombra. Te conozco mejor que tú misma. Crees que todo lo que has visto junto a mí han sido sueños, pero mi obligación a lo largo de estos dieciocho años ha sido...
Prólogo
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