Prólogo

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Esta historia es mía. Todos los derechos reservados. Se parece un poco a Cazadores de Sombras porque está inspirada en ella pero el resto es completamente mío.

•••

*4 años*

¿Dónde estaba? Me sentía perdida, no sabía a dónde ir. Esta no es mi ciudad.

Había cruzado un portal que me había llevado hasta aquí. Las calles estaban completamente vacías, no había ni un alma.

Me levanté del suelo y sacudí mi vestido azul claro. Qué mal, me había llenado de polvo gris y tenía una pequeña herida en la rodilla, sangrando. Esto era peor que mis caídas de bicicleta.

Caminé por en medio de la carretera. Todo estaba completamente vacío. Los edificios parecían medio destruidos, la igual que las calles.

No había absolutamente nadie. Lo único que se escuchaba era el leve viento que había, arrastrado cosas que había por el suelo.

Tengo cuatro años, y para mi edad soy bastante lista. Sé cuidarme sola, comer sola, ir sola a donde quiera, resolver problemas de matemáticas sin ayuda... Mi profesora dice que soy una superdotada, pero en este mismo instante no me sentía igual... Estaba perdida.

Normalmente, una niña de mi edad ahora mismo estaría llorando y gritando "¡Mamá! ¡Mamá!". Yo no. No tenía ganas de llorar ni de llamar a mi madre para que me sacara de esta. Prefiero hacerlo por mi cuenta. Nunca he tenido a algo.

Caminé mirando a todos lados. Todo lo que parecían ser tiendas, cafeterías y ferreterías estaban cerrados.

Seguí caminando por un buen rato. Empecé a escuchar el sonido de un piano muy muy bajo. Fruncí el ceño y miré a mi alrededor. Vi a lo lejos algo que parecía un castillo. Obviamente no lo era, solo tenía forma de castillo. Corrí en su dirección. Tal vez haya algo o alguien que me pueda ayudar.

Corrí sin pararme hacia ese lugar. Llegué hiperventilando, pero llegué. De cerca parecía más grande y era muy oscuro. Me acerqué poco a poco a la puerta. Era extremadamente grande y no parecía tener cerradura ni nada.

Me extrañé, pero estaba desesperada, así que llamé a la puerta muchas veces.

La melodía del piano era horrible.

—¿Hola? —dije en alto a medida que golpeaba la puerta con mi mano y ponía la oreja en esta para escuchar.— ¿Hay alguien aquí?

Seguí llamando. Nada. El sonido del piano seguía, pero no parecía inmutarse ante mis llamadas.

—Por favor, me he perdido —dije y seguí llamando. Tal vez si doy mi nombre..—. Me llamo Maddison O'Donnell, tengo cuatro años y vivo en Sidney. No conozco este lugar y estoy segura de que mi ciudad no es. Por favor, necesito saber cómo salir de aquí

Al decir eso, el sonido del piano paró de golpe. Me quede escuchando, había mucho silencio, no se escuchaban pasos ni nada. Volví a golpear la puerta, solo que esta vez me paré en seco al ver que esta empezó a abrirse un poco por el medio.

—¿O'Donnell? —dijo una voz exageradamente grave y rara.—

De pronto apareció una sombra negra por la pequeña apertura de la puerta. Tenía forma de un humano pero daba miedo. Era la primera vez que sentí verdadero temor, así que procedí a dar unos pasos hacia atrás y a tragar saliva.

—S..Sí —tartamudeé.—

Se quedó en silencio. De golpe gritó horrorosamente. Esa voz era inhumana. De la apertura empezaron a salir muchos murciélagos cuando la sombra gritó.

«Guardian Angel» || Jamie Campbell BowerWhere stories live. Discover now