2. ¿Puedes escucharme?

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Es sábado por la mañana, para ser exacta, son las 8:00 a.m. ¿Qué hago despierta? Mi antigua casa tenía una plaga, literal, enorme de insectos. Entonces, me encuentro subiendo mis pertenencias a un camión de mudanza.

Una vez que subí todas mis cosas, mis padres me dijeron que ellos se irían en su auto y me dijeron que yo con el mío los siguiera. Les hice caso y subí a mi hermoso Jeep y esperé a que iniciaran a conducir.

Quince minutos después, por fin, nos encontrábamos en la nueva casa. Era linda, una casa muy espaciosa pero acogedora.

—Karma, ven aquí.—pidió mi madre y subí siguiendo el sonido de su voz

—¿Sí?—pregunté

—Esta es tu habitación, ¿estás de acuerdo?—preguntó

La observé, era perfecta para mi. Es decir, tiene una ventana grande y amplia, es de un color lila con detalles en algunas paredes, un escritorio muy lindo, la cama es muy grande -cosa que me encanta- y un closet del tamaño ideal.

—Me encanta.—logré articular

—Muy bien, entonces comienza a desempacar.—dijo mi padre lanzándome las llaves del camión de mudanza

Sin saber cómo las atrapé sin voltear a ver en qué dirección iban.

—Wow, ¿yo hice eso?—pregunté sonriendo

—Al parecer sí.—dijo mi madre confundida

Ahora tengo reflejos rápidos, cool, los necesitaré en la nueva escuela.

Abrí la parte trasera del camión y bajé de a poco mis cosas. Del otro lado de la calle había una chica observándome, parecía de mi edad.

Decidí no tomar mucha importancia y seguir con lo que estaba haciendo, una vez que bajé todas mis cosas las llevé a mi habitación y comencé a ordenarlas.

*****

Papá llegó con comida china a casa y los tres nos sentamos en la mesa.

—El lunes regresa Ian.—dijo mamá contenta

Ian es mi hermano mayor, está en las fuerzas unidas y le dieron un descanso ya que en combate se quebró un brazo.

—Eso es genial.— comenté

—Ya hacen falta sus torpes historias en la casa.—dijo papá y mamá lo golpeó

—No son torpes, John.—le dijo y reí

—Como digas, cielo.—la provocó

Siempre se molestaban en broma y después ahí estaban todos empalagosos, así son ellos.

—Esta casa es mejor que la otra, fue buena idea mudarse.—comenté encogiéndome de hombros

—¿Qué?—preguntaron al unísono

—Ya me hacía falta alejarme de ese lugar.—dije

—Oh, cariño. Todo pasa, ya verás que pronto podrás superarlo.—dijo mi madre

—Trabajo en ello, por eso no me molestó mudarme ni cambiar de escuela.—dije

—Es un patán ese chico.—dijo mi padre refiriéndose a mi ex novio, Nate 

—Oh, cállate, lo adorabas.—le dije riendo

—Bueno, no a cualquiera le gusta el hockey.—dijo encogiéndose de hombros y reí

*****

Para el domingo en la noche la casa ya estaba totalmente ordenada, limpia y más hogareña para la llegada de Ian el lunes por la mañana. Es dos años mayor que yo, por lo que tenemos una buena relación.

Karma.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora