-Por que no dejas que lo hagan los sirvientes? -Preguntó extrañado.

-Por que me gusta hacer estas cosa de vez en cuando -Conteste de forma franca.

Mi mirada paso del bol a Al y le vi con una linda sonrisa en la cara mientras me miraba con ternura. Estas clase de cosa eran las que no entendía de Al, me esquivaba pero era capaz de verme con esos ojos, no lo entendía.

-Deja que te ayude, yo también quiero probarlos -Comento haciendo que me echara a un lado.

El se adueñó del lavamanos y termino con todos los restos del bol, yo, mientras, secaba las cosas que el ya había fregado y las guardaba.

Al poco ya habíamos terminado y ya sonaba la alarma del temporizador para la masa.

Yo me puse rápidamente con la masa que se me pegaba a las manos continuamente, Al me ayudaba a echarle harina para que se me fuera despegando. Después entre los dos hicimos bolitas y las aplastamos, las rellenamos de un poco de queso y de otro poco de mermelada y los cerrábamos como si fueran baozis, por último al horno.

Aun nos reímos bastante volviendo a limpiar el estropicio, Al se dedicaba a mancharme de harina y yo se lo devolvía con un poco de mermelada, después el también me tiraba mermelada y al final los dos terminamos manchados hasta arriba de harina y mermelada, y mejor no decir la cocina, pero los panes ya estaban así que nos dio igual y nos pusimos a comerlos, estaba riquísimos, el queso se derretía y la mermelada le daba un sabor afrutado exquisito. Adoraba esta comida, y por la cara de Al, a el también le gusto.

-Bueno -Comente una vez ya habíamos terminado-, supongo que ahora toca limpiar, otra vez.

Al se levanto y tiro de mi para que dejara la cocina tal y como estaba, alegaba que los sirvientes estaban para algo, pero yo me deje llevar mas bien para estar con el, para que no se le ocurriera volver a ignorarme.

-Tendremos que bañarnos -Comento Al haciendo que subiera las escaleras con el.

-Lo peor es que yo me acabo de bañar -Conteste como replica.

Al se rió bastante ante mi respuesta.

-Siempre nos quedará tirarnos a la piscina -Sugirió parando a mitad de las escaleras.

-Que dices!? Atascaremos el motor, o algo peor.

Al no me escucho y tiro de mi hasta el piso de abajo de nuevo, por el camino le ordenó a un sirviente que limpiara la cocina y siguió tirando de mi en contra de lo que yo decía.

Ya había anochecido así que el podía salir sin ningún problema, cosa que yo no agradecí.

En cuanto llegamos al borde de la piscina el puso cara picara y no pude evitar caer a la piscina con el, tenía demasiada fuerza como para poder negarme.

Caímos a la piscina y al segundo volvimos a subir, con la ropa me resultaba difícil nadar y Al lo noto así que tiro de mi a una zona menos profunda, aunque yo igualmente solo tocaba de puntillas.

-Es en estos momentos cuando mas me fijo lo bajito que eres, cuanto mides? -Preguntó Al que podía caminar tranquilamente en la zona poco profunda y aun sobresalían sus hombros.

-1'67 -Conteste algo enojado por su altura.

-1'85 -Contestó acercándose a mi.

El paso sus manos por mi cintura y me hizo subir a sus pies, ahora si que podía respirar tranquilo. Yo lo abrace y agradecí el momento, poder volver a tocarlo así sin que el me ignorara.

-Por que me has estado esquivando? -Pregunte sin darme cuenta.

El se quedo mudo pero su corazón no se altero ante mi pregunta.

De mi sangre, a tus ojos (Yaoi)Where stories live. Discover now