Adios

¿Donde Estas?

Y no sé qué decir cuando me miras, tanto tiempo separados y, ahora que estamos juntos, huimos de nosotros mismos corriendo hacia donde creemos que esta salida, y en realidad, se esconde el dolor. Cuando hay problemas, huimos, todo se resume en eso, en correr lejos de aquello que nos daña. No puedo seguir así, la soledad me persigue haya donde vaya. Una sombra que asusta, pero a la que te acostumbras al crecer. Aparece cuando menos la quieres y no te hace compañía cuando la necesitas. Mi vida se cae y no sé cómo sigo en pie todavía. A cada mirada, un trocito de mi se rompe y nadie está ahí para volverlo a unir. ¿Dónde estás cuando te necesito soledad? ¿Cómo haces para aparecer cuando estoy acompañada y desaparecer, dejándome tranquila, cuando no hay nadie a mí alrededor? No sé qué decirte, te necesito porque me aportas algo que él me daba con aquellos abrazos, con aquellos recuerdos. Tranquilidad.

Me persigue en sueños, su recuerdo y su mirada, sus abrazos y sus besos, su alma. No entiendo el por qué de nada, si no estás conmigo. Lo perdí, murió, y yo no pude hacer nada.

Mi refugio, mi cama. No como y no duermo, quiero reunirme con él, me quiero ir y Si duermo, lo veo. Le escucho diciéndome que luche por él. ¿No ve que no vale la pena, que sin él, yo ya estoy muerta?

Pasan meses, me he levantado de la cama. Estoy débil, lo sé. He estado comiendo un poco todos los días, gracias a mi madre. Creo que quiero vivir, volver a sonreír, pero no estoy segura.

Hoy he salido de casa. Es invierno y aquí, en Galicia, hace mucho frío. Mi madre me dice que estoy muy flaca, que debo comer mas y volver a hacer ejercicio. Creo que seguiré sus consejos, Ahora estoy más segura de que quiero vivir, por él, pero sigo indecisa.

He estado saliendo mas, mis amigos han venido a verme y hemos salido a dar una vuelta. Orense estaba muy bonito hoy.

Me he mirado en el espejo. No me reconocí. Debo admitir que llore. Debo admitir que mis ganas de irme volvieron. Debo admitir que no se qué hacer.

Me he acostado en la cama y he pensado. Sonará estúpido, pero hacia días que no me centraba en pensar, si no en dejarme llevar. Había decidido encerrar lo que sentía, para sobrellevarlo, sin darme cuenta de que todo el dolor acumulaba, y, llegaba un momento en el que debías tirarlos, o en este caso, afrontarlos.

Hola!! Me llamo Nuria y esta va a ser mi primera novela. Dejen en los comentarios si les gusta y no se olviden de votar. No tengan, por favor, mucho en cuenta las faltas de ortografía y repetir, de nuevo, que es mi primera novela.