Capítulo 11 PUBLICADO

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–Pues es obvio, en casa de Louis. ¿Ya viste la hora que es? ¿¡Por qué carajos te reportas hasta ahora?! –parecía bastante molesto.

–Estoy afuera, ven a abrirme. –corrió hacia la puerta y esperó impaciente.

–¿Qué mierda, Harry? Ah, voy para allá… –la llamada se colgó.

Después de algunos minutos Liam apareció abriendo la puerta, aún tallando su rostro intentando despertar mejor.

Harry pasó a la casa como si estuviera muy apurado, se quitó el abrigo y miró a Liam preocupado. –Necesito verlo.

–¿Ahora? ¡NO! Te he dicho que vengas a las 6 de la tarde, no a las 3 de la mañana. –Habló con tono duro, pero sin gritar para evitar despertar a Louis.

–Lo sé, perdón. No sé qué me pasó. Me quedé dormido sin razón alguna, por favor, Liam, déjame verlo. –rogaba, realmente estaba desesperado, tenía que verlo–. Vamos, Li. Déjame verlo, lo necesito.

–Pero está dormido.

–Prometo no despertarlo, sólo quiero asegurarme de que esté bien, no haré nada malo. –sus ojos se cristalizaron dejando claro lo mucho que le desesperaba la situación.

Liam suspiró rodando los ojos. –De acuerdo, pero más te vale que no lo hagas molestarse. Por favor, Harry.

–¡Sí! ¡Gracias! –gritó emocionado y corrió hacía la habitación del mayor rápidamente.

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Louis no había podido dormir toda la noche. Llevaba horas enteras pensando en Harry y en sobre por qué no había aparecido esa tarde.

Todo aquel tiempo pensaba en que probablemente el rizado estaba con su nuevo novio, en que probablemente él había dejado de importarle.

No podía dormir, además del terrible dolor en el abdomen, sentía un dolor presionar su pecho con el sólo hecho de pensar en que Harry lo hubiera olvidado de esa manera, tan fácil y rápido.

Hacía su mayor intento por dormir cuando escucho un ruido dándose cuenta que alguien estaba abriendo la puerta. Cerró los ojos y fingió estar dormido al pensar que sería Liam asegurándose que estuviera bien.

Aquella persona se recostó en su cama, Louis pudo reconocer el olor al instante. Pronto unos brazos lo rodearon por la espalda, Harry recargó sus labios tras la cabeza de Louis.

Harry respiraba suavemente e inhalaba a fondo el olor del mayor, comenzó a acariciar su brazo y llegó hasta su mano para entrelazar sus dedos intentando no despertar a Louis, pues él pensaba que estaba dormido. –Mierda, Lou… como te amo… –susurró y pronto sintió la humedad recorrer sus mejillas, sentía muy feo al estar en esa situación, pues ellos estaban completamente rotos y sus sentimientos ya importaban una mierda.

Louis respiró profundo, intentó seguir fingiendo que dormía, sin embargo su intento fracaso al instante, se giró hacia el menor y le devolvió el abrazo. –Harry… –susurró pegando su boca al cuello del menor.

Harry tembló y al instante intentó levantarse de la cama. –Discúlpame, pensé que estabas dormido.

Louis lo detuvo al instante. –Sólo cállate y abrázame. –Lo obligó a volver a sus brazos–. Quédate conmigo esta noche.

Harry se relajó, pasó sus manos por la cintura de Louis y se dedicó a escuchar el sonido que hacían sus corazones agitados, necesitados por el amor del otro.

Ahora se sentían bien, estaban junto al otro y podían dormir tranquilos.

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Harry despertó a la mañana siguiente cuando sintió los rayos del sol quemar su piel al entrar por la ventana.

Buscó con sus manos el cuerpo de Louis, pero al no sentirlo abrió los ojos alterado. Louis ya no estaba, pero juntó a su almohada había dejado una pequeña notita.

“Gracias por quedarte esta noche conmigo, necesitaba tus brazos para estar bien. Ten un bonito día.”

Suspiró, apretó muy fuerte la nota contra su pecho. Louis acababa de admitir que lo necesitaba y con eso era suficiente para que Harry se sintiera feliz por el resto de la semana.

Se levantó de la cama, aún llevaba la ropa de la noche anterior. Salió de la habitación y se dirigió hacia la cocina, donde se escuchaba la voz de Liam.

–Hola, ¿Dónde está Lou? –preguntó cuando notó que el único en aquel lugar era Liam.

–Hola, Harry. Yo también me alegro de verte, sí, estoy bien, que bueno que preguntas. –Habló el castaño con ironía al mismo tiempo que movía con una espátula unos huevos revueltos sobre el sartén–. Lo he llevado al aeropuerto hace unos momentos.

–¡¿Espera, qué!? –preguntó alterado acercándose más hacia su compañero.

–A Doncaster, Louis irá a Doncaster a pasar un tiempo a solas con su familia, mientras se recupera de la caída.  

–Mierda…. –susurró recargándose contra la pared, cubriendo su rostro con las palmas de su mano–. Anoche no he podido hablar con él, esperaba hacerlo hoy.

–Pero pasaron la noche juntos. –Liam lo miró con una sonrisa.

–Sí, pero sólo dormimos, no pude decirle nada.

–Entonces ve y búscalo.  –Habló con mucha naturalidad. Louis lo miró confundido–. Ve y habla con él. Alcánzalo en Doncaster y asegúrate de que su relación no se vaya a la mierda.

–Pe.. pero Simon, ¡Me matará! –balbuceó nervioso, como si sintiera mucho apuro por irse.

–Yo hablo con Simon, tú vete de una vez, que el tiempo corre. –Volvió a mirarlo y esta vez logró convencerlo.

Harry no lo pensó por un segundo más. Salió corriendo del lugar bastante apurado. –¡Te llamo cuando llegue a Doncaster! –gritó antes de salir de la casa. 

Say it LOUD. (Larry Stylinson) EDITANDOWhere stories live. Discover now