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Había sido un día agotador, al fin termino su trabajo y ahora se encontraba dentro de su carro moviendo su cabeza un lado al otro y con su mano izquierda tallando su cuello.

Eran uno de esos meses de temporada alta donde dedicarle dos o tres horas al trabajo no bastaba y todavía sumándole el tener otro trabajo por las noches, no podía tener un buen descanso y más que el chico amaba dormir pero ya no podía hacerlo, no tenía mucho tiempo libre y eso lo alteraba un poco.

El horario de trabajo matutino era bastante aceptable, terminaba saliendo a más tardar seis de la tarde, y más que empleado era dueño de la mitad de esa empresa, teniendo la otra mitad su mejor amigo Kim Namjoon. Todos unos hombres de negocios. Su ocupación no era la más difícil, mientras su amigo se encargaba de toda la administración y estado de la empresa, este se encontraba a cargo de la parte creativa y el cual era: la creación de muebles. No pueden quejarse, les va bastante bien pero lo que le apasionaba era lo que curiosamente junto a su mejor amigo hacían por las noches: Rapear.

Suga, así era conocido en aquel antro que ocupaban para sus presentaciones, le encantaba expresar sus sentimientos mediante a las canciones que junto a Rap Monster (el apodo de su amigo que también es rapero) escribían, siendo sinceros ambos lo hacían bastante bien. Los mejores de la zona y juntos se hacían llamar BTS.

Gustaba de su primer trabajo, pero el que disfrutaba enserio era este y es que el rubio tenía una creatividad nata, fluían como agua los raps improvisados o las canciones que creaba. Esto, más que tomarlo como trabajo era sencillamente un desestres que ambos tenían, podían subir al escenario y ahí olvidar todo lo que pasaron durante el día, bastante bueno, pero ya no era suficiente al menos para el rubio.

Ese era el comienzo de sus problemas, ya hacia unas semanas en las cuales Suga no lograba aliviar la tensión que generaba por la carga excesiva de trabajo en la empresa. Todo el cuerpo le dolía y carecía de fuerzas, caminaba más lento. No bastaba con ir a rapear por las noches y después dormir unas cuantas horas, todo eso era la razón del malgenio que últimamente tenía y es que jamás se había caracterizado como el más alegre pero ahora era todo un hombre cuarentón, amargado y que para colmo no ha tenido un buen a costón desde hace ya varios días.

Eso era lo que más le afectaba ya no había tenido oportunidad de por lo menos cogerse alguno de sus empleados, sí, el chico es homosexual. Lo había aceptado descaradamente hace varios años, después de que su mamá lo encontró con su "amigo" en pleno acto sexual en la cocina, había sido por curiosidad pero sí que lo había disfrutado. Después de eso su mamá lloraba a todas horas y cada vez que lo veía, hasta que decidió salirse de su casa, comenzó a trabajar y fue que conoció a su ahora mejor amigo que curiosamente también es gay pero entre ellos desde que se conocieron ha habido siempre una relación de amistad/hermandad.

Como siempre solía salir primero de la empresa suga, ahora se encontraba dentro del carro esperando a namjoon en el estacionamiento.

-¿Qué hacías? Te he estado esperando por más de dos minutos- su malhumor salía a flote.

-Han sido no más de cinco minutos- río mientras entraba al carro y se sentaba de copiloto- Le hice una llamada a Jin Hyung-

-¿Vendrá?- encendió el carro y escucho un "oh" como respuesta de su amigo -Bien ¿Puedes hacerlo solo, de nuevo? me siento muy cansado.

-Como quieras, pero lo que a ti te hace falta es un buen polvo- dijo entre risas y consiguió que su amigo también riera.

Condujo hasta el antro en el cual se presentaban, se estacionó a unos cuantos metros de la entrada. Miro la hora: 11:00 pm. Estaba dudando si regresar a su casa y descansar o entrar junto con su amigo, así que mientras que su amigo cambiaba su ropa en la parte trasera del carro, él meditaba si entrar o no. Fijo su mirada en la entrada del antro, y observo que un chico de pelo negro que esperaba sonriente como si fuera su primera vez en ese lugar.

A penas en un niño ¿Qué hace ahí?

Siguió observando y vio que al niño (como él lo había llamado) lo acompañaba una pareja, se podía juzgar que lo eran por las muestras para nada tímidas de amor de aquellos chicos. El pelinegro besaba el cuello del castaño que tenía en brazos, mientras que esté debes en cuando soltaba ligeros suspiros, lo podía notar pues el castaño entreabría la boca.

-Vomitare, que alguien les eche aceite hirviendo- Jamás ha tenido una relación así con ninguno de los que se ha acostado, siempre ha sido solo sexo y nada más.

-¿De qué hablas?- Su amigo no podía subirse el pantalón por la incómoda postura en la que estaba.

-Nada, nada tú sigue en lo tuyo.

Ahora fijo su mirada en el último chico que se había puesto detrás del niñato. A primera vista el también castaño, le llamo mucha la atención lo primero que pudo notar o mejor dicho lo que hizo que su mirada quedara penetrada en él, fue la sonrisa que era demasiado tierna, sus ojos desaparecían.

¿Podrá ver mientras ríe?

El chico que miraba no solo tenía un rostro de ensueño, su cuerpo era perfecto bien trabajado quizás le dedicaba horas al gym. Tenía baja estatura pero digamos que Suga no es el hombre más alto de Corea del Sur, así que le venía valiendo un carajo la estura. Se perdió en su cabello, se veía sedoso y brilloso y de un momento a otro suga pensaba como se sentiría enredar sus dedos en los cabellos del castaño. Su mirada bajo y miro los pantalones del chico.

-Ese pantalón~- se mordió su labio inferior- Tiene un buen trasero- fue lo primero que llamo su atención de esa zona.

-¿De quién hablas?- ahora estaba peinándose- Que si no me dices pensaré que estás hablando de mi-

-¿Qué? Namjoon, déjame informarte que tú no tienes trasero- sintió un golpe de su amigo en su hombro. -Que ahora que lo pienso no se qué te ve Jin, ¿Acaso le gusta chupar huesos?-

-¡¿Qué?! Hyung, aquí el escuálido, pálido y esquelético eres tú- salió y ahora poso sus manos en la ventana del copiloto. - Y déjame decirte que mi princesa ama la comida y ¡Vaya que la ama! Se come todo y le encanta chupar los huesos ¡los deja limpios!- Yoongi no pudo evitar soltar una carcajada, junto con namjoon -Entremos te hará bien para el genio que te cargas y aparte sirve de que vez al chico de buen culo y te lo coges o te dejas coger-

-Yo no soy un maldito marica pasivo como tú - salió del carro y camino a la banqueta junto a su mejor amigo, lo aparto del carro para poder cerrarlo.

-Idiota- río y comenzaron a caminar hacia el antro- No soy pasivo, pero si Jin me lo pide no puedo negarme, ya llegará tu turno y sentirás lo que es que te partan en dos. Aparte juzgando tu aspecto y tu físico, definitivamente te queda ser el pasivo.

-¡Cállate! Eso no va a pasar, me gustan los penes pero jamás dejaría que me follaran.

-Hyung, eso está por verse. Encontraras a alguien quien te la quiera meter y te va a gustar. - Suga estrello su puño en el hombro de su amigo, los dos rieron.

Estaban en la entrada y suga recordó al chico de bonita sonrisa, miro entre la multitud pero al parecer ya no estaba.

Quizás este adentro

Entraron al lugar y se dirigieron a la mesa que ya estaba designada para los raperos y sus invitados, y como era de esperarse ya se encontraba Jin sentado en la mesa esperando por ellos

-Han demorado mucho- Rodeo el cuello de su novio, este lo abrazo por la cintura y dio una pequeña vuelta con él -Namjoniie~- Suga alcanzo a leer los labios de Jin.

Sonrió, le gustaba ver a su amigo feliz pero lo que odiaba prácticamente era que se convirtiera en el hijo perdido de romeo, le quedaba y más que su novio tenia complejo de princesa. Pero ¿Qué podía hacer? Nada, solo aguantar la escena tan empalagosa de ambos (aunque no tanto, pero suga así lo veía). Ignoro a sus amigos que aún seguían abrazados, se sentó y miro por todo el lugar buscando al castaño, le había gustado y definitivamente aliviara todo su estrés con ese buen culo.

Noche sin estrés (YOONMIN)Where stories live. Discover now