Capitulo 21: Los Sangre Azul invaden Heims

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-¡Rachel!

Era Jack con los dos vasos llenos de ponche en la mano. Le sonreí.

-¿Mirabas a Miller y a Candy?- Dirigió la mirada hacia las escaleras.

-Ah si...Pero sólo porque queria ver como venía vestida la florecita de Candy, y si vino justo como me lo imaginé mostrando mucho para la ocasión y con algo de flores para su vestido.

Ambos soltamos una risita a la vez.

-Ella parece sacada de un jardín de flores-. Rió de nuevo Jack y yo también.

-Hola-. Saludó Candy tomada de la mano de Miller -¿Podemos sentarnos aquí?

Miré a Jack insinuándole que dijera que no, pero Jack fue amable y los dejó sentar.

Miller parecía distraído y un poco aburrido, al sentarse ni siquiera miraba a Candy, sólo estaba con los brazos cruzados mirando la decoración del salón, luego sacó el celular, se notaba que quería evitar a Candy.

-Miller mi amor, ¿qué ves en tu celular?, ¿Nuestras conversaciones?- Sonrió tan dulce como un pastel, que tuve que voltear la mirada.

Miller la miró con aburrimiento.

-Leo un libro y tu interrumpes mi lectura-. Puso los ojos en blanco.

Eso me sonó muy grosero y Jack también lo notó porque se quedó mirando a Miller con molestia.

-¿Y qué libro lees?-Intentó hacer que Miller hablara.

-El señor de los anillos-. Dijo casi sin mover los labios.

Recordé el primer momento en que lo conocí, estaba sentado en la última silla del salón como si quisiera que nadie molestara su lectura, llevaba el libro del señor de los anillos, luego yo le había tocado el hombro para decirle que a mí también me gustaba ese libro, él me había respondido "No spoilers" con una sonrisa.

Sonreí al recordarlo, y noté que Miller me miraba con cierto brillo en los ojos, cosa que no había visto nunca en sus hermosos ojos azules apagados.

-Si no estoy mal, tú también lo has leído ... Rachel-. Sonrió.

Me quedé con la boca entreabierta, que él iniciara una conversación conmigo era algo nulo desde que había puesto un pié en el campamento. Y se sentía demasiado bien escuchar mi nombre en su boca sin la intención de ser grosero conmigo.

-Si lo he leído, es mi libro favorito-. Sonreí con timidez. Jack parecía celoso.

Y así pasamos la velada Miller y yo hablando del señor de los anillos, sin darnos cuenta que excluíamos a Jack y a Candy. Cuando hablas con una persona una charla tan amena, resulta el tiempo imperceptible al igual que lo que nos rodea.

Era la primera vez que hablaba con Miller de manera tan cómoda y él se comportaba normal, no grosero y misterioso, parecía como si el chico que había conocido en Lightblood había vuelto, un encantador lector que se veía feliz, no como el arrogante y misterioso fuego azul.

-¿Bailamos?-. Dijo Jack casi al final del baile, parecía molesto y aburrido. Miraba molesto a Miller.

—Si claro-. Le sonreí.

Jack me tomó de la mano y me besó descaradamente en frente de Candy y Miller. ¡Que rayos le pasaba!, ¿Acaso quería darle celos a Miller?, pues yo no era su juguete.

-Rachel tu eres mía, sólo mía-. Le pegué una cachetada y salí del salón.

Corrí en medio de la oscuridad buscando mi cabaña, no noté la piedra que me esperaba y caí al suelo encima de otra piedra. El golpe fue lo suficiente fuerte como para producirme un estado inconsciente.

***
Estaba en una cama de sabanas blancas, la cabaña se me hacía familiar pero no era la mía, vi a alguien que se acercaba a mí, lo veía borroso e hice un esfuerzo por lograr visualizar su rostro.

Era Miller, quien parecía preocupado. Medio atontada por el golpe me senté en la cama, estar boca arriba me hacía sentir aún más mareada.

-¡No!, aún estas débil-.Me hizo acostarme de nuevo.

-¿Qué pasó?-. Dije en un susurro me costaba pronunciar las palabras en voz alta.

Sentía un fuerte dolor punzante en la cabeza. Me pasé la mano por la cabeza y percibí que llevaba puesta una venda.

-Te caíste, no debiste salir así en medio de la oscuridad y menos con los sangre azul que invadieron el campamento.

Mis ojos se abrieron, ¿Cómo así qué los sangre azul habían invadido el campamento? ¿quienes estarían heridos?. Inmediatamente pensé en Jack, Jeim, Erick... todos mortales.

-¿Hay alguien herido?

Miller parecía preocupado.

-No, no hay nadie herido pero...

Su expresión era adolorida, parecía que le costara decirme lo que había pasado. La preocupación me invadió.

-Secuestraron a Jack.

Sentí que mi sangre se calentara en mi interior y mi corazón latia muy fuerte por la preocupacion de que algo le hubiese sucedido a él. Quise pararme de la cama y buscar alguien que me diría indicios de su secuestro.

-¡No!-. Exclamó y me hizo acostarme -. No puedes hacer nada, se lo llevó su padre, él estará bien, dudo que lo mate.

-Te parece poco, su padre es un desalmado, he visto que habla con dolor sobre él.

Las lágrimas me corrían aceleradamente. Sentía un fuerte dolor en el pecho, no pensé lo tanto que me importaba Jack.

-Debes calmarte, lo mejor es que descances prometemelo y yo te prometo encontrar a Jack.

Lo miré  con los ojos llenos de lágrimas.

-¿Tú harías eso?

-No es que me caiga muy bien ese tipo, pero yo por ti lo haría.

¿Con quien rayos estaba hablando?, ¿de dónde  venía tanta amabilidad de Miller?, ¿Qué paso con el chico grosero y misterioso que parecía evitarme todo el tiempo?

-¿Soy importante para ti?

El se apartó de mi y en su rostro se veía un poco de rubor. ¿Miller sonrojándose?

-Si lo eres.

-¿Qué?, pero si pensé que tu me odiabas. Yo fui la culpable de que estés aquí, yo te arruiné la vida. ¿Por qué debería ser importante para ti?

Miller se acercó más.

-Tu me odias, yo me interpongo en todo lo que haces como la vez de la pelea entre tu y Erick, lo recuerdas por mi culpa te acusaron de cobarde y te golpearon...

Miller me interrumpió con un beso, lo único que sentí fue sus labios sobre los míos. El me acercó más a el y me besó de nuevo, sus labios eran suaves y se sentia muy cómoda mi boca sobre la suya, pero no estaba bien,  yo era la novia de Jack y que él estuviera secuestrado no me daba derecho a traicionarlo. Aparté a Miller.

-No puedo hacerle esto a Jack... Yo soy su novia.

-Si, lo siento fue un error.

Miller se marchó, no lograba leer su expresión pero algo en sus ojos delataba tristeza.

Fuego Azúl [Libro #1]Where stories live. Discover now