Capítulo 9.

3.3K 257 15
                                    

Era fin de semana, no tenía nada que hacer, aparte ni siquiera quería salir, solo me la pase en mi habitación viendo películas y comiendo lo que encontraba en la cocina. Pero mi día de flojera acabo cuando mi hermana entró a mi habitación.

- ____, quiero ir de compras. - cruzo sus brazos.
- Espera a mamá. - conteste sin importancia. Mi flojera era tan grande que no me quería levantar.
- Quiero que me acompañes. - frunció el ceño. - Mis amigas no están disponibles y mamá llegará tarde. - bufé. Siempre Kim se tardaba mucho escogiendo su ropa.
- Esta bien. - me levante de mi cama para cambiarme.

*

Entramos a la tienda favorita de Kim. Ella emocionada fue a escoger ropa, a mi me daba igual, fui a buscarme unos nuevos Jeans, escogí dos de color negro y otro par de color azul marino, junto con unas blusas y par un de suéters. Después los pagué y fui a avisarle a Kim que iría a comprar unos converse o tal vez unos vans. Ella asintió sin importancia, vi que una chica que trabajaba ahí traía con mucha ropa, de seguro de Kim. Las trabajadoras de ahí ya estaban acostumbradas a que mi hermana las trajera de allá para acá. Salí de la tienda con dos bolsas en mis manos, entre a otra tienda, era una zapatería. Busque mis tenis, pero decidí que también compraría unos vans. Tal vez yo también tenía algo con las compras, aunque no compraba exagerada como mi mamá o mi hermana.

Al tener todo lo que necesitaba me senté en una banca que estaba frente a la tienda donde estaba Kim haciendo compras, no había muchas personas en el centro comercial, era raro.

Checaba mi celular, no había nada interesante, alguien tapo mis ojos, no sabía quien era ¿Mario? ¿Sam? No tenía idea.

- Hola. - susurro una voz muy conocida por mi. Era Bryan. ¿Qué hacía aquí? Ah, es un centro comercial. Quito su mano de mis ojos, luego se sentó al lado mio.
-Hola, Bryan. - sonreí. - ¿Qué haces aquí? - reí un poco.
- Vine a comprar algo que necesitaba para el juego de esta noche, después iba a ir a tu casa a invitarte al juego, pero veo que estás aquí así que... ¿quieres ir? - ¡oh Dios mio! Me estaba invitando al juego. - Puedes llevar a Sam y Mario, no hay problema. - encogió sus hombros, sonriendo.
- ¡Claro! ¿A qué hora? - pregunte.
- Empezará a las siete, pero en lo que salimos, las porritas calientan y eso... Empezaría como a las siete treinta. - Mierda. Había olvidado a las porristas. Una de ellas siempre esta muy pegada a Bryan, es una arroz, pero al revés.
- Esta bien, ahí estaré. - le regale una sonrisa tímida.
- ¿De compras? - levantó una ceja cuando vio mis bolsas.
- Digamos que mi hermana me obligo a venir, mamá no estaba así que yo la tuve que traer, pero se tarda mucho. - bufé. - Después sale con muchas bolsas y la mitad la cargo yo. - rodé los ojos.
- ¿Tarda lo suficiente como para que nos de tiempo de ir a comprar un helado? - levanto sus cejas.
- Claro que si. - seguí su juego.
- ¡Entonces vamos! - tomo dos de las bolsas que traía, yo solo cargue una, después me jaló hasta la heladería. Él pidió uno de vainilla y yo uno de galleta oreo.

Cuando quisimos regresar por Kim, pare en seco. Bryan me traía tomada de la mano, mis ojos casi se salían de su órbita, mis piernas empezaron a temblar y mis ojos empezaban a llenarse de lágrimas. Mi papá estaba con otra mujer que no era mi mamá. Deje las bolsas ahí, y me acerqué más, tal vez no era él, solo se parecía, pero por desgracia si era él. ¡Después se dieron un beso! ¡Joder! Estaba furiosa pero también triste.

- ¿Quién es él? - pregunto Bryan estando al lado mio.
- Mi papá y esa no es mi mamá, ni conocida de la familia. Vamonos, Kimberly no debe de ver esto. - susurre llorando. Bryan no pregunto nada, solo asintió.

Al llegar de nuevo a la tienda, ahí estaba Kim, con varias bolsas a su alrededor. Sonreí con lágrimas en los ojos y ella me miro extrañada.

- ¿Pasa algo? - pregunto levantando una ceja.
- No, nada, no te preocupes. - sonreí forzosamente.
- ¿Le hiciste algo, grandulón? - pregunto con el ceño fruncido a Bryan. Él negó rápidamente.

Tuve que poner el pretexto de que eran mis alegrías las que hicieron mis ojos llorosos, ella no me creyó mucho, pero después emocionada nos contó lo que había comprado. Me partía el corazón ver a mi pequeña hermana, muy feliz. Para ella su adoración era mi papá, lo quiere mucho aunque se vean poco. Bryan nos tuvo que ayudar con todas las bolsas hasta mi casa, él sólo traía una pequeña bolsa, al llegar Kimberly tomo como pudo todas las bolsas y después entro corriendo a la casa rumbo a su cuarto para sacar toda su ropa. Yo me quedé con Bryan afuera de mi casa, cuando Kim entró, abracé a Bryan y después comencé a llorar, pegada a su pecho.

Ya había parado de llorar, Bryan no decía nada, solo me abrazaba y acariciaba mi cabello.

- ¿Ahora me dirás que sucede? - susurro en mi oído.
- Suspiré. - Es que, siempre es lo mismo. Todo es un asco, mi vida es un asco, absolutamente todo es un asco.

(♥ω♥*)(♥ω♥*)(♥ω♥*)(♥ω♥*)(♥ω♥*)(♥ω♥*)(♥ω♥*)

Hola, Shavas. (♡˙︶˙♡)
Se supone que debería de subir el capítulo hasta mañana, pero #YOLO B|

¿Quieren que suba capítulo, mañana? :3

Síganme :(

Voten y comenten, no rompan mi jeart xD (。ŏ_ŏ)

¡Paz!

La Chica de las Pulseras Negras. | Bryan Mouque |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora