12: ¡WAO!

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—¿Y bien?

Desvié la atención del ejercicio de física hacia las miradas risueñas por parte de mis compañeras de siempre.

 — ¿Y bien qué?— apoyé el rostro sonriente en la palma de mi mano en espera de su interrogatorio ocurrente.

 —  ¡Oh vamos! Tu sabes lo que queremos — pidieron al unísono.

 — Sean más específicas.

 —  Andas con Nicolas.

 —  ¿Como voy andar con él, si ni siquiera vino al instinto?

  — Déjate de bromas Green.

— No se de que hablan.

— ¿ya formalizaron? — preguntó Mara algo irritada.

No podía evitar reírme en estos   momentos; desde la última discusión que tuvimos, luego de disculparse se había mantenido al margen de la situación y ver su alteración por no saber, Se podría decir que  la curiosidad, la mataba.

 — No te rías de nosotras.— me apuntó  Tristy.

 —  Sólo me asombra el tiempo que has durado sin preguntar nada.

  — Eso no ha sido culpa mía; Pero me pareció injusto saber sin Mara.

  — Si me hubieran  preguntado les hubiese dicho a ambas.

  — Annie, confórmate con que te pedí disculpas.

— vale—  sonreí.

  — En fin, ¿ya son algo?

  — No—  respondí rápidamente.

  — Venga, Annie no nos mientas.

— Se los juro.

— No jures en vano.

— Pero si es cierto —  levanté mi mano  a forma de que me crean.

  — Escucha, desde que se conocieron hubo algo especial.

Y desde ahí, las cosas han ido tomando su curso; es decir

—De acuerdo—recogí mi cabello en una coleta, recordando los datos más relevantes de mi vida, los cuales fui relatando detenidamente.

Podría decirse que me divertí viendo su asombro, ya que no sabían que mi prometido y mi supuesto enamorado eran hermanos.

— ¡WAO!

—Define wao Mara—la animé.

—Simplemente un día amanece y estás comprometida, conoces a Nicolas, un bombón que luego se hace pasar por tu enamorado, conoces a Bruno que resulta ser su medio hermano y no sólo eso también hay un tercer hermano que resulta ser tu futuro esposo; Pasa el tiempo, te gusta el bombón, es más se confiesan, se besan, mientras tus amigas no saben nada.

"Tu primer beso Annalisse Green"

Con su conclusión sentí un ligero ardor en mis mejillas.

—Vaya, con ese resumen no sé cómo sigues transcribiendo páginas completas del libro de historia— dije burlona.

—Pero...ALERTA futuro esposo amenaza— intervino animosa la reportera.

—¿De qué hablas?

—JA, ¿crees que se me iba a pasar por alto Roberto? Tengo una leve sospecha de tu opinión respecto a él.

Solté mi coleta—Escuchen no puedo decir que lo conozco, lo he tratado muy poco, casi nada pero en este lapso no me ha parecido una persona desagradable ni nada de eso.

Sólo pienso que es reservado y serio, creo que eso es normal debido a que el peso de la compañía está sobre sus hombros, lo comprometen con una adolescente de quince años y a pesar de todo se preocupa por su familia.

—No has hecho más que darme lo que quería.

Noté sus rostros sonrientes ante mis palabras, causándome una molestia repenti.a

—¡WAO! —concluí, guardando con fiereza mi esféro en el bolsillo de la falda al levantarme con el toque de campana de salida, para desaparecer por el pasillo escuchando a mis espaldas las risas de mis amigas.

****

—Buenas tardes mi niña.

—Buenas tardes Nana— besé su mejilla.

—Date un baño y baja a comer.

—Está bien...

—De prisa, ya quiero saber que te tiene malhumorada— dicho eso volvió su atención a la estufa.

Acostada en la cama con los zapatos puestos saqué mi celular.

— ¿Por qué no fuiste? — dije al momento que se abrió la llamada.

— ¿Ya me extrañas?

—No—mentí— Pero tuve que terminar sola el taller de matemáticas por tu culpa.

—Lo siento ¿cómo te fue?

—Bien tenemos diez— reí victoriosa, ahora las matemáticas y yo nos soportábamos gracias a Nico.

—¡Esa es mi chica!

—no soy tuya pero ¿por qué no fuiste?

—Amanecí con algo de fiebre, pero ya estoy bien ¿Cómo estás?

— ¿Segura estás bien?

—Sí, estoy en casa de Gigi, y me está cuidando a la perfección; No te preocupes.

—Recupérate Nicolas.

—Lo haré...Te extraño Annie.

—También te extrañé— me puse nerviosa al decirlo—ahora descansa.

—No— dijo con tono divertido.

—Hazlo o te juro que no vuelvo a invitarte un café—le amenacé.

—Puedo vivir con eso, si me das un beso.

Recordé el beso entre nosotros queriendo golpearlo por hacerme recordarlo tan bien.

—Adiós— me apresuré a colgar escuchando su risa de fondo.

Con una toalla en los hombros y el cabello chorreante de agua entré a la cocina, donde el olor a guisado abrió mi apetito.

—Huele delicioso Inna.

—También lo está, ahora siéntate para que pueda secarte esa melena.

Frotando mientras me daba una reprimenda, de que me iba a resfriar si no lo secaba como es debido; lo dejó prácticamente seco.

—Por cierto ¿Qué te traía de tan mal humor?

Después de vacilar le conté lo sucedido con las chicas, excepto lo del beso.

— ¿Qué piensas Inna? —pregunté al ver su mirada seria.

—No lo sé, pero Tristy tiene olfato para esas cosas ¿recuerdas lo de Mauro?

Y como olvidar cuando ni Inna, Leyla y mucho menos yo, pensamos que Mauro podría estar loco por Mara; Triste apostó cincuenta dólares a que en un mes se le confesaría.

Al término del mes, la bribona ganó ciento cincuenta dólares.

Boda a mis 15 "BAM 15"Where stories live. Discover now