Tu vida

Vacío.

Puede ser ese pozo sin fondo que esta dentro tuyo, puede ser ese pozo sin fondo en el que caíste.

Pero estoy segura que alguna vez, sentiste ese vacío en tu interior, esa falta de aire, esa agitación sin sentido, esa presión en el pecho, ese vaivén de pensamientos perdidos buscando su respuesta dentro de esa confundida mente mientras exteriormente estas mirando un punto fijo inexistente. Posibilidades sería que ese vacío, de a poco, crezca más y más hasta tomar tu cuerpo, y mente por completo haciendo que pierdas la noción de lo que haces, que se vaya achicando hasta que desaparezca por si mismo, o que ese vacío no sea suficiente para lo que sos. Vos decís.

Uno elige que ser y que no, porque todo esta en la mente, solo debes convencerte del todo y vos tenés el control del todo.

Puede que ese vacío te gane, muchas personas no saben como vencerlo, y lo único que hacen es distraerse con otra cosa en ese momento para dejarlo de lado, olvidandose de esa maldita presión en el pecho que te tiene tan agobiado y te sentís, ya sin salida. A sensibles personas en el momento, recuerdan y se ponen a pensar demasiado, cuando debería pensar más en no pensar tanto. Haciendo que sus propios ojos se llenacen de lágrimas, el corazón se acelera cada vez más y más. Las lágrimas siguen saliendo de tus ojos ya rojos e inchados, no sabes mucho que hacer, pero siguen fluyendo de tus orbes esos fuertes sentimientos que caen en gotas. Hasta que sin querer y sin saber, te relajas un poco, quedandote sin penssr en lo sucedido y en qué hacías, y la voz dentro de tu cabeza lo que más pregunta es el por qué, de eso.
Luego de ese desesperado instante, no sabes muy bien cual fue la razón exacta de ese mal momento. Uno después de eso se siente confundido y se queda imaginando mucho en lo que es un sentimiento, o simplemente, no piensa en nada. A muchos sé que les ha pasado que, sus pensamientos les aturde, imaginan cosas y se saturan a si mismos, sin darse cuenta que se están lastimando y dandole motivos a ese vacío en su interior crezca. Hasta que crece más que el cuerpo y la mente de uno, haciendo que en su mirar se refleja esas palabras atascadas en su carganta, esa mirada donde se refleja claramente la razón de esos nudos en la garganta que hacen que cueste tragar hasta la saliva. Esa mirada, donde existe un grito de auxilio, y donde estas esas millones de palabras que saldrían de un grito a los cuatro vientos.

Gastando tu voz interior y exterior, gritando a todo pulmón de eso que tenía tan inquieto y te perseguía. Pero digo, como no hay mal que por bien lo venga, si te persigue, descubrí que es lo que quiere para que te deje de joder, no crees?
La mente, los ojos, y las palabras de cada uno de nosotros. Podría ser la respuesta a muchas preguntas que nunca pudiste haber imaginado que estaban simplemente, frente a tus ojos.
Realmente yo no sé como frenar ese vacío que existe dentro de uno, todavía no lo descubro, pero sé que algún día sabré cómo pisarlo, como una, y muchas más veces, lo ha hecho conmigo.

Esa puntada que te da a veces, es como el hielo en tu pecho, pero no físicamente, si no ese hielo mental, ese vacío está formado por una pequeña parte de todo lo que viviste hasta ahora, no de lo bueno, la mayoria de ella esta formada por malos momentos o simples palabras a las que les damos el poder para lastimarnos de esa manera, y lo seguís recordando, haciendo que de alguna manera esa presión se desarrolle más que en el pecho. También puede tomar parte de tu corazón, hasta tomarlo por completo volviendote frío y cerrado.
Y lo peor de todo es que, si vos dejas que todo eso llegue hasta ese punto, el vos anterior siga estando en lo más profundo tuyo, que se oculta por más que digas que ya lo superaste, que sos otro completamente y no serás más ese. Pero, sabes que por dentro, seguís siendo vos mismo, el exterior casi siempre es lo contrario a lo interior. Más lo ocultas, más te duele, solo te estarías haciendo daño y confundiendote más de lo que ya estas. Ahora que ves todo lo que podría llegar a pasar si no sobrepasas esa falta de aire de mierda, sabés lo que tenés que hacer, y creo que tenés mucho trabajo.