c i n c u e n t a y c u a t r o

4.8K 394 48
                                    

Drake estaba más que decidió. Le iba a contar toda la verdad a Sam.

Esa tarde iba a ir a su casa, quería  tomarla de sorpresa porque sabía que si le decía obviamente Sam no lo querría escuchar.

Se dirigió hasta la casa de ella, toco la puerta varias veces pero nadie abría. Toco más fuerte y alguien abrió.

Una señora joven, parecía ser una madre, esta lo miro confundida.

—Buenas tardes, ¿en qué lo puedo ayudar?

—¿Esta no es la Familia West?

—Ay, no cariño, ellos se mudaron ayer, esta es nuestra casa ahora —dijo la mujer aún confundida pero con una sonrisa.

Drake no hizo nada, se quedo ahí parado. La señora tenía una sonrisa forzada pero se podía notar lo incómoda que se sentía, así que cerró la puerta despacio hasta que quedo totalmente cerrada.

Drake volvió a tocar

—¿Ahora que quiere? —dijo la mujer con tono frustrante.

—Sabe por casualidad, ¿a dónde sé fueron a vivir?

—No sé exactamente la ciudad, pero sé que van a España.

—¿Qué? —dijo Drake casi en un grito.

—Lo siento no sé nada más, si me disculpas tengo cosas que hacer —la mujer dijo y cerro la puerta.

Drake estaba confundido, no sabía a donde ir.

¿Y si Sam ya se habrá ido?
¿Y si no la vuelve a ver nunca más?
¿Y si se va sin al menos despedirse?
¿Y si nunca le dice la verdad?

Todo esto pasaba por la cabeza de Drake, que lo hacía ponerse aún más nervioso.

Regreso a su casa, no tenía idea de que hacer.

No podía hablar con Sam.
No sabía si ya estaba en España.
No sabía nada de ella.

El chico estaba muy frustrado llego a su casa y se tiró en su cama. No sabía que hacer.

Tocaron la puerta, era David.

—¿Qué te pasa Drake? —dijo en tono burlón.

—Nada, déjame sólo —se quejó.

—El amor —dijo y empezó a reírse.

—Vete de mi cuarto niño o te saco a patadas.

—Ya, ya, tranquilo. Solo venía a darte esto. —lanzo a la cama un paquete.

—¿Qué es esto?

—No lo sé, Sam vino y me dijo que te los entregue. —dijo y salió de la habitación.

Drake estaba asombrado, no podía creer que Sam le haya enviado esto.

Abrió el paquete y se encontró con varias cartas tomo la primera y la empezó a leer. Luego la segunda y así hasta que término de leer la última.

Eran exactamente 10 cartas.

No sabía como debía reaccionar, sólo sabe que ella gustaba de él y él de ella.

«Drake, ¡eres un estúpido! Esto te pasa por no decir la verdad, si hubieses dicho todo desde un principio, nada de esto hubiese pasado.»

Cogió su celular y marco a Sam. Estaba muy nervioso, no sabía que decir.Cada sonido del teléfono a la espera de que conteste era más angustiaste.

¿Y si no me quiere contestar?
¿Y si sólo espera a que yo cuelgue?

«Hola»

«¡Sam!»

«Yo soy Sam, por el momento no puedo responder, pero deja tu recado después del piiii—risas—»

Piiiii

«Ammm..este...Hola Sam, soy yo Drake. Solo quería decirte lo mucho que estoy arrepentido de todas las estupideces que he hecho. Soy un idiota no tenía idea del dolor que te hice pasar. Pero ¿Quieres que te diga la verdadera razón por la que me olvide de ti?
Fue porque me gustas, todo fue por eso. Fui un totalmente bobo, creía que si me alejaba de ti por un tiempo ya no me gustarías, pero no fue así, me seguías gustado, y fue ahí que tome la decisión de alejar me totalmente de ti. Ya sé que suena tonto pero en ese momento en mi cabeza eso sonaba una buena idea. En serio perdóname, soy un completo idiota que no merece tu perdón, pero dame una segunda oportunidad, por favor. Recuerda que te amo a pesar de todo.»

Colgó el teléfono y se lanzó a su cama a llorar.

Tenía miedo.

Miedo a que no lo perdone. A decir verdad a Drake nunca le gusto otra chica, siempre fue ella, siempre fue Sam.

Las otras era sólo para disimular su enamoramiento hacia Sam. Lila fue su novia sólo por que todos sabían que Lila estaba loca por él, entonces su mejor amigo le dijo que si era su novio lo haría más popular, ya que Lila era su hermana.

Drake recordó aquella carta que una vez le escribió a Sam, hace mucho. La busco por todas partes hasta que la encontró.

¿Pero de que sirve esto ahora si Sam está en España?

Nada.
No sirve de nada.

Juró que el día que la vuelva a ver le entregaría esa simple, sucia y arrugada carta.

La Chica de la Cámara. [1.0] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora