She is my mate.

Capítulo 25

MARCUS:

— ¿Han visto a Savannah? — pregunté a los chicos. La había perdido de vista hace apenas unos minutos.

— Sí, hace unos minutos estaba hablando con una chica y luego salió hacia el baño — contestó Aisha.

— Gracias.

Caminé hacia la mesa en donde estaban Seth y Paul sentados junto con Ann y Lía, tomé asiento a su lado uniéndome a la conversación. Minutos después empezaron a servir los postres y busqué, una vez más, a Savannah por el salón.

Y la vi, caminando con toda su elegancia y sonriendo a todos aquellos que la saludaban o felicitaban. Todos habían quedado fascinados con Savannah y oficialmente era la nueva Luna de la manada Midnight.

— Habías desaparecido — dije cuando tomó asiento a mi costado.

— Estaba tomando un poco de aire — contestó de manera fría, sin mirarme y tomando una copa de champagne.

— ¿Qué sucede? — pregunté juntando mis cejas y tomando su mano libre.

Savannah ignoró mi pregunta y retiró su mano uniéndose a la conversación de los chicos.

— Savannah — llamé su atención, pero ella sólo me ignoraba y sonreía con los chicos.

Mujeres...

— Vamos a hablar — declaré tomando su mano —. Ahora — interrumpí, cuando quiso protestar.

Llevé su cuerpo a los jardines y nos sentamos en los sillones, rápidamente la tomé de la cintura cuando quiso sentarse en el sillón del frente y la senté en mi regazo.

— ¿Me dirás que sucede?

— Ya te he dicho que nada.

— Vamos amor — deslice mis manos por su espalda tensa —, quiero que me lo digas, hasta hace unos minutos estábamos bien.

— Y estamos bien — afirmó mirándome por primera vez a los ojos —, he conocido a una chica llamada Cassandra.

— ¿Cassandra? — carraspeé mi voz.

— Sí. Cassandra Areny, madre de Pía.

Joder...

— Yo... — comencé a hablar con nerviosismo —. No sé qué hace aquí, es la verdad, Savannah.

— No tienes por qué explicarme nada — suspiró —, después de todo estoy casada aún con Maximus — rió, sin gracia.

— No me lo recuerdes. Ella... ¿te ha dicho algo?