El diario de una Lesbiana. #1

2 de Agosto | Final.

Ya ha pasado tiempo desde que no hablo con Jade. He aprendido a soportarlo.

Confirmaron que la muerte de mi madre es un Homicidio. La rabia me consume.

Aprendí a valorar más a las personas que están siempre para mí, como Camila, mis hermanas pequeñas y mi padre.

Supongo que yo para Jade sólo era un jueguito más, es decir, jugó conmigo. Nunca me gustó juzgar por las apariencias, pero Jade a simple vista se ve "Mala" por como viste y actúa. Fue algo pasajero.

Estoy tratando de comer bien denuevo, pero cada vez que como algo mi cuerpo lo devuelve. Es extraño.

¿Que pasó después de que Jade me dejara? Nada. Ella no intentó nada. No me llamó, no me mensajeo, no me buscó. La verdad es que no me importa, estoy superando todo de una manera lenta y dolorosa, pero lo estoy haciendo. Estoy orgullosa de seguir aquí a pesar de todo. La Esperanza y Valentía me acompañan día a día.

Camila ha sido un pilar fundamental que no me ha dejado caer. Pasa todos los días junto a mí diciéndome lo poco mujer que es Jade por literalmente huir de los problemas, tiene razón.

Ya no pienso llevar éste diario más, todo es Jade dentro de él. Todo. Ésta es la última vez que escribiré aquí, todo ésto será solo un mal recuerdo, un pasado oscuro y triste. Aunque debo admitir que el poco tiempo que estuve con Jade, fui muy feliz. No fue la historia más hermosa, ni la más perfecta. Pero fue nuestra historia y eso basta.

Se podría decir que me enamoré de un libro en época de exámenes. A nadie le va bien si lee un libro en vez de estudiar. Lo mismo me pasó con Jade. Es una extraña comparación.

Me he vuelto más fría, más cruel. Ya sabes lo que dicen.

"La gente buena sufre
hasta que se vuelve mala"

Como sea. Dejaré todo en el pasado. Miraré hacia el futuro. Y que sea lo que el destino desee.

•

Emily cerró su diario con una expresión neutra en el rostro. La situación no le dolía, no le afectaba, pero tampoco se sentía feliz, se sentía vacía. Debatió en si deshacerse del diario o guardarlo en la profundidad de su closet.

Lo guardó.

La puerta principal comenzó a ser tocada. Emily se encontraba sola así que no tenía otra opción más que bajar y atender. Abrió la puerta y sintió como todo volvía a romperse.

Como si todo hubiera vuelto al principio.

-Hola, Emily. -dijo Jade con la voz temblorosa, se veía algo destrozada. Ojos hinchados, nariz roja. Había estado llorando.

-Hola -dijo Emily, quería huir, gritarle y cerrarle la puerta en la cara. Pero no podía hacerlo.

-Te extraño tanto -balbuceó Jade. Emily no respondió.

No caigas en su juego, no caigas en sus mentiras. Se repetía una y otra vez en su interior.

-¿Que quieres? -preguntó en un tono frío y amargo, Emily.

-Solo... -Emily intentó cerrar la puerta, no quería oírla, pero Jade fue más rápida y atrapo la puerta -Por favor, sólo una pregunta y me iré -le rogó.

-Rápido -la situación la estaba dañando y su orgullo se desvanecía al verla tan frágil. Quería abrazarla y decirle que la perdonaba, que todo estaría bien. No. No podía hacer eso. Es patético.

-¿Ya no...no me quieres? -Era una pregunta dolorosa. Su corazón latía más rápido. ¿Como se responde a eso? Claro que la quería, pero no se lo diría.

-Ya no te necesito, así de simple.

Y cerró la puerta de golpe.

Fin.