❤Capitulo 28❤

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*____'s P.O.V.*
Sentí grandes sonidos al despertar, alguien estaba en la cocina. Iré a averiguar.
Me fregué los ojos y saqué mi parte inferior de mi cuerpo hacia afuera de las sábanas, con los pies alcancé ambas pantuflas y fui con mi móvil a la cocina.
Había un olor exquisito, como olor a...

-Sientate, los waffles están listos.-mencionó mi mejor amiga asomandose al salón.
-Oh! Buenos días chica Lasaña, tengo una buena noticia para ti.-dije sentandome y sonriendole.
-¿A sí? ¿Cuál?.-se sentó frente de mi.
-Bueno, le pregunté a Rubius si podrías ir tu a Chile y dijo que si...-contení la emoción.-¡Vamos juntas al Club Media Fest! ¡Imagínate, ex compañeros y amigos con una envidia tremenda!.-añadí emocionada.
-Siii!!!.-gritó abrazandome.
-Hay una condición.-dije directa observando como la Pauli asentía.-Tenemos que ir a hacer cosplay.
-¿Cosplay?.-arrugó la nariz al mencionarlo.
-Si, disfrazarse de un personaje de anime. En este caso: Hatsune Miku.-agregué.
-Ahhh.-alegó.-Bueno, con tal de estar con los Youtubers, todo sea.-sonrió.
-Si.. olle...-olfatié.-¿No se queman los waffles?
-Uh, ¡mierda!.-salió corriendo.

Mientras me reía sola de su acto, revisé los Tweet del Club Media Fest, tenían todo listo ya. Bloquee el móvil al ver que la Pau llegaba con los waffles algo quemados. Igual se veían buenos.
Tomé uno, le heché la salsa y comencé a saborearlos.

[...]

Al terminar de desayunar, recibí un mensaje desde WhatsApp, lo abrí y decía; "Vamos al aeropuerto a las 11 en punto, yo te pasaré a buscar." Claro, de Rubius.

Observé la hora la cuál eran las 10:15 a.m., hora de apresurarse.
Le avise a la Pau que debíamos salir ya del apartamento, tratamos de organizarnos y repartirnos las tareas que restaban para lograr dejar todo asegurado.

-Mira, yo voy a ducharme y tu arreglas tu maleta. Luego te duchas y yo arreglo la mía; lo más rápido posible.
-Ok, tu igual te apuras en ducharte.-respondió.
-Si, si, no hay tiempo.

Salí con unas toallas de volada hacia la ducha y prendí el agua caliente, más usual. Esperé a que ésta calentase y me metí entre la lluvia ficticia...

Salí de la ducha, tomé el móvil que lo dejé en el mueble y salí cagando hostias hacia mi habitación.

-¡Ya salí!.-le grité a la Pauli.
-¡Ya voy!.-me contestó con toallas en mano.

Saqué la ropa que había preparado el día anterior, consistía de: mi vestido azul con rosas, tacos azules, los aretes que me regaló la Pauli en mi cumpleaños pasado, el collar que compré por equivocación y unas pulseras de plata bien finas.
Luego de acomodarme el outfit, empecé por los detalles; rimmer, labial, base y más maquillaje que tenía la Pauli. No sé para que sirvan pero me los hecharé igual.

Tomé la base, la abrí y la extendí por la mayor parte de mi cara, el labial donde corresponde y polvo no tan cargado en las mejillas. Parezco a los zapatos de Nicolas Cage con lo brillante que estoy.

Salí de mi habitación y revisé la hora: 10:56 a.m.
Unos minutos y llega Rubius, ojalá se demore un poco más.

Fui a ver los enchufes y cables por si estaban desenchufados, revisé la nevera por si había carne que sacar y algún objeto que llevar.

Todo listo, llamé a la Pauli a ver si estaba lista. Pegué un grito con el que salió al instante.

-¡PAULI!.
-Queeee.-dijo a la distancia.
-¡VEEEEEN!.-volví a gritar.
-Vooooy.-contestó.

Vi salir de la habitación mi chica Lasaña con unos tacones mucho más altos que los míos, un vestido corto de color negro con puntos blancos, lindo collar y accesorios que se distinguen costosos y su maquillaje mucho más abundante que el mío.
Dió una vuelta y volvió a su habitación con desgana por su maleta, yo realicé su misma acción.

Regresé al salón con mi maleta celeste, un bolso de gran cavidad y una cartera para el hombro.
La Pauli sostenía su maleta negra y un bolso de variados bolsillos.

Dejamos lo antes mencionado en el piso cercano a la puerta y empezamos a reseleccionar lo que debemos llevar, los enchufes, luz, agua y lo más importante... ¡¿DÓNDE DEJÉ MI MÓVIL!?

Le informé a mi amiga que no encontraba mi móvil y al instante decidió en buscarlo junto a mi. Ella fue a la cocina y yo por el lado contrario; las habitaciones.

Llegué a la mía; revisé bajo la almohada, en el mueble, armario, detrás del espejo. No estaba.
En la habitación de la Pauli, solo abrí la puerta, heché un vistazo y cerré la antes mencionada. Ya sabía que en esta mañana no he ido a su habitación.

Fui al cuarto de baño, mi última opción, revisé en el estante, bajo el lavabo y al salir del cuarto, estaba botado tras la puerta.

Que alivio, no le pasó nada.
Lo tomé fuertemente y me fui al salón a aclararle a la Pau sobre mi móvil.

-Pau, está acá...-mencioné.-Pauli, ya lo encontré!. -insistí.
-Si te escuché, si te escuché!.-contestó.
-Ah bueno, pero no llores.-aguanté la risa.
La Pau me miró con su cara especial, en plan "Ja ja ja, que chistosa".

Yo igualmente me reí y me senté en el sofá a conjunto de la Pau, nos acomodamos lo más posible y sentimos la comodidad y acogida que teníamos a éste apartado.

Escuché el timbre de nuestro apartado sonar e inmediatamente saltamos de lo inesperado que fue, fui yo quien reaccionó primero y decidí en abrir la puerta.
Rubius, Rubius estaba igual a como suele vestir siempre.

-Eh.. eh.. ¡Hola!.-le dije dandole un beso en su mejilla.
-Hola Princesa-corrió su cabeza.-Lindo día, ¿no?
Me costó volver a la realidad después de su acto inesperado.
-Si, si. ¿Nos vamos? Deberíamos llegar temprano al aeropuerto.
-Es verdad, ¿Ayudo en vuestras maletas?.
-Claro!.-dijimos al unísono la Pau y yo.

Le hicimos pasar para que tomara nuestras maletas y salimos sin despedirnos de nuestro apartado. Le dí doble vuelta la cerradura y nos retiramos de nuestro piso.

Llegando al piso principal, logramos divisar el nuevo auto de Cheeto saliendo desde el aparcado del edificio.

-Vengan señoritas, vuestra limosina.-sonrió abriendonos la puerta trasera.

Con la Pauli nos sonrojamos e ingresamos sonriendo hacia el interior del auto. Saludamos a Cheeto y nos ajustamos el cinturón de seguridad.
Rubius se sentó de copiloto y aprovechó de colocar algo de música para alegrar el ambiente.

[...]

Llegando al aeropuerto, nos retiramos del auto de Cheeto y nos desviamos a la parte trasera del auto para sacar las maletas correspondientes.
Fuimos corriendo hacia el interior del aeropuerto ya que se escuchaba desde los parlantes la voz aguda de la chica: "Madrid hacia Chile, Madrid hacia Chile, acerquese a la cabina, Madrid hacia Chile".
Nosotros cuatro; la Pauli, Cheeto, Rubius y yo nos acercamos con los boletos donde la azafata que esperaba fuera de la cabina. Le pasamos los boletos e ingresamos satisfechos y cansados a los asientos del avión.
Luego de un largo tiempo en que el avión iniciese en despegar, yo con la Pauli quedamos absolutamente dormidas.

Helou!
Perdón por la demora...
Estaba en el Club Media Fest Chile! Yeeeeh!
Y pos, también me apuraba a mi misma en subir ya que los hechos son de vida real (actualmente) (Pero se supone que las mikus que acompañan a Rubius son rayita y la Pauli) (Eso es de su imaginación oc)
Y bueno, no es que siga la realidad en la vida de Rubius, ahora después de hacer este "Club Media Fest" en Chile, no habrá en Argentina (en la novela) porque quiero escribir hechos distintos.
Por favor Argentinas que leen esto, no me odien!
Comparte ésta historia con tu prima o con tu hermana.
#AguenteLaVida
#AguanteElMetal
Atentas a las actualizaciones.
Chao, chao! <3

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