Versos de café

Ni príncipes ni princesas sólo brujos y corazas.

Con la coraza llena de arañazos,

desastrosa y
aislada,
se ha vuelto vengativa,
celosa y rencorosa,
de esas que perdonan pero no olvidan,
de las que lloran y llenan mares,
de esas que aman la vida tanto como la odian,
de esas que dices quererla al verla,
de esas que no olvidas ni quieres olvidar.

A ella la lluvia le sabe a poco,
porque quiere granizar,
caer en picado y deshacerse,
irse,
desaparecer débilmente, sin un porque,
sin un quién ni un qué.

Sólo ella y sólo una,
está oxidada y necesita quitarse la coraza,
necesita gritar,
ahogarse,
sentir lo que no pudo sentir,
reír,
revivir lo nunca vivido,
pero no puede porque
no hay príncipes buenos,
ni princesas a las que salvar,
solo hay cuentos y muchos brujos de los que aprender.