EL ENGREÍDO DE LA "ABUE" JENNY

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Jenny fue corriendo literalmente hacía el hospital ni bien se entero que su lindo y ansiado "nietecito" ya había llegado al mundo, no le importó estar en medio de su sueño en el que aparecía Gibbs, porque si hay que admitirlo que ella soñaba con él.

JENNY:

Estaba en medio de un sueño de amor en el que aparecía obviamente Gibbs, cuando me llamaron anunciando que el bebé ya había nacido yo quería todos como si se tratará de mis propios hijos aunque no lo demostraba en la oficina para que no digan de que tenía "preferencia" por ello aunque soy conciente de que es la pura verdad e.e
me coloqué un vestido de 3/4 negro, unos zapatos de taco 9 negros también y un saco blanco y llevaba obviamente una cartera del mismo tono que el de mi saco donde ponía el regalo para mi nietecito que yo había demorado en decidir que sería pero por ahora sería algo pequeño hasta que en fin, cogí las llaves de mi automóvil y conducí tan rápido que ni siquiera tuve tiempo de ver los anuncios en la carretera, ya que, era un clásico que lo haga.

Al llegar me sentía la mujer más dichosa del mundo estaba tan feliz que la sonrisa no me cabía en el rostro.En la recepción había una mujer de mi edad o al menos eso parecía le dije el nombre de Ziva e instantaneamente me dijo el número de su habitación y en la puerta de esta me encontré con Abby dando saltitos y gritos muy bajitos dado que, estabamos en un hospital -.- su alegría era contagiante y si no estuviera con tacos tan altos hace rato me hubiese puesto como una niña pequña a saltar al ladod e ella como si estuvieramos viendo uno de esos programas que te dicen que saltes y lo haces al pensar esa idea solté una risa que fue inevitable al verme Abby, saltó hasta donde estaba

Ya nació Jenny, ya nació ven vamos a verlo- y sin esperar mi respuesta que era obvio que sería un si y me llevo hasta unos dos pisos que subimos por las escaleras ya que Abby estaba dando saltitos por todo el hospital cada persona que nos veía nos daba una sonrisa y otros murmuraban "Que niña más feliz", "De seguro que le dieron una buena noticia" y ella también lo escuchaba pero que más da, cuanto daría porque ella este así de feliz por siempre aunque sabía que mañana estaría con la misma cara de siempre, una cara que nos descifraba lo que sentía no descifraba si estaba feliz, triste, molesta, tranquila, esperanzada, desilucionada, absolutamente nada, pero ahora era distinto esta más que feliz mucho más que feliz diría yo.

Llegamos a un cuarto donde dejo de dar brinquitos de alegría y se escuchaba una tranquikidad, un silencio único solo había una enfermera que le calculaba unos cuarenta y tantos y Abby se le acerco y la saludó

Hola Ann, ella es Jenny es como una madre para nosotros

Hola- me saludó y le correspondí el saludó nos acercamos hasta una cunita donde descansaba un lindo y tierno bebé, una lágrima salió de mis ojos e hizo su recorrido por mi rostro yo ni me molesté en limpiarmela, había quedado embobada al ver al bebé, Abby estaba con una sonrisa que se le podía ver hasta el alma, su cara era muy pequeña para que esa sonrisa entré ahí pensé, el bebé a penas hizo unos ligeros movimientos como si quisiera despertarse, pero tan solo se movió y no llegó a despertarse.

Vamos, quiero visitar a Ziva

Está bien- bajamos por las escaleras y de nuevo Abby recibía sonrisas y miradas de ternura cuando iba saltando hasta llegar donde estaba Gibbs, si ese que se metía en mis sueños, ese que me había quitado parte de mi corazón cuando se casó de nuevo, nunca había pensado en lo que sentía hasta este momento al parecer se dio cuenta de mi prescenciqa ya que caminó con paso lento y tranquilo hasta llegar a mi altura me saludó y juntos entramos donde descansaba Ziva, que al escucharnos abrió los ojos

Felicitaciones- le dije a lo que ella agradeció luego de hablar por media hora la dejamos descansar y notamos de que Abby se había quedado dormida sentada, pero con la cara mirando al techo y vimos Gibbs y yo que por su rostro había la marca del recorrido de gotas de lágrimas que partían desde sus ojos y que se perdían en su mentón, había estado llorando de nuevo y lo delataba su nariz que estaba roja y sus ojos que estaban hinchados y también el recorrido de las lágrimas ya mencionado una sensación de tristeza me inundó en el alma porque sabía de que ella sufría por la pérdida de su compañero.

Me senté al lado de ella y abrió los ojos que estaban rojos por cierto la miré con ternura, para que sepa que tenía un brazo amigo en el cual apoyarse y llorar; ella lo entendió bien porque como una niña pequeña se dejo caer en mis brazos y lloró todo lo que no había llorado


McAbby y Tiva cuando el amor pasa los límites de la amistadWhere stories live. Discover now