Mi primera vez con mi... "bebé"

De regreso

                 

                 

VARIOS MESES DESPUÉS.

-No puedo creer que ya sea hora de volver, este definitivamente ha sido el mejor castigo que me han puesto- dice Annie mientras empacaba sus maletas.

-Y pensar que no querías venir, ni hacer nada cuando llegaste –Dice Danielle, su compañera de intercambio- ¿Qué fue lo que más te gustó?

-La naturaleza, los paisajes cubiertos de nieve en las mañanas, la excelente educación que he recibido... y los musculosos traseros de los Canadienses y Alemanes que están acá- dice Annie riendo.

-Ya sabía que no hablabas en serio, esta será tu última noche acá. No te vayas todavía.

-No quiero, pero me van a deportar si me quedo más tiempo- dice entre risas- además, extraño mucho a mi familia y mis amigos.

-Y al gordito con el que hablabas mucho al principio, ¿verdad?

-No, él ya es pasado.

Y lo era, ella llevaba mucho tiempo sin saber de él, desde que un día dejó de llamarla inesperadamente y no volvió a contestar sus llamadas. A pesar de que lo quería, no se iba a deprimir con las fiestas, los conciertos o estando rodeada de hombres musculosos de todo el mundo.

Después de horas de viaje, Annie llega al aeropuerto cansada y agradecida porque su trasero no se aplanó del todo.

-ANNIE!!!- Grita su mamá, quien la abraza con lágrimas en los ojos.

-Mami, te extrañé mucho- dice Annie llorando también.

-Perdón por haberte mandado lejos tanto tiempo.

-Mami, fue el mejor castigo del mundo, follaría un millón de veces con tal de que me mandaras de nuevo para allá- Dice riendo pero se detiene al ver la cara de enojo de su mamá -mami era un chiste.

-No me da risa. Vamos a casa para que desempaques y te cambies.

Al llegar a su casa se encontró a Jessie en su cuarto y se abrazaron.

-Estoy feliz de volver, ¿sabes?, estaba bien allá, pero me faltaba mi casa, mi familia, y tú.

-Acá te extrañábamos muchísimo.

-Ya sé que soy extrañable.

-Y eso que no te he perdonado que me haya enterado que te fuiste unos días después y sea la hora de que no me hayas contado por qué te fuiste de la nada...

-Eso ya no importa.

-Después que desempaquemos tienes que arreglarte porque habrá una pequeña fiesta de bienvenida para ti en la casa de Alex.

Alex era el hermano sexy de Cameron, eran completamente diferentes, él era alto atlético y tenía la mirada más ardiente del mundo, pero era un buen amigo de Annie y el hermano de su ex novio, por eso ella sabía que jamás pasaría nada entre los dos.

-Solo hay un problema-dice Jessie. -No pude evitar que Cameron fuera a la fiesta.

-No puedes sacar al gordo de su propia casa.

-Lo sé, pero también sé que lo odias.

-Ya no lo odio, no me importa nada de él.

-Entonces no te va a molestar que él esté allá con su... novia?