Capitulo 1

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Martina:

Estaba por fín en mi apartamento, deje en el desayunador las bolsas que traía conmigo y me dirigí a mi habitación para poder quitarme mis tacones, me puse mi pijama favorita y salí a mi pequeña sala de estar.

Tenía un departamento muy pequeño pero no me quejaba, ya lo había hecho mi hogar. Lo pinte de violetta y compré coloridos cuadros para llenar las paredes. Me gustaba vivir alli.

Tomé el galon de helado que había traído, encendí el televisor y me acomode en mi pequeño pero cómodo sofa para asi dar inicio a mi noche de dolor y liberación. 

Después de haber visto a Jorge con su familia no dudé ni un minuto en regresar a Argentina. Las lágrimas no paraban, le expliqué a la recepcionista mi situación. Ella me entendió y permitió que me retirara del hotel y no me aplico cargos. Me veía con lástima, también dijo que si no conseguía un vuelo siempre podía regresar. Fue muy amable. No tuve necesidad de regresar. Tomé el primer vuelvo disponible que era con destino al país más próximo, Guatemala. Si, dejaría a mis padres en la ruina pero no podía arriesgarme a ver a Jorge.

Pasé el sábado en Guatemala esperando al avión que me llevaría a Buenos Aires.  Por suerte en el avión conocí a una chica llamada Elisa, que al principio fue fría y grosera pero al ver que yo no era una fugitiva de la ley ni nada de eso habló conmigo y me ayudo.

"Perdón por como te trate antes" me había dicho " pero ya sabes no te fíes de nadie. Mucho menos en una ciudad tan peligrosa".

"No confíes en nadie"  ella no sabía que dio justo en el clavo con ese comentario. Yo confie ciegamente en Jorge y termino siento un hombre casado. Le conté a Elisa lo sucedido y aún siendo una desconocida me prestó su hombro para llorar. Necesitaba llorar.

Ella también me habló de ella; regresaba de visitar a su hermana en Alabama y de la nada decidió quedarse unos días en México. Con ella no tuve que gastar en hotel ni en comida.  Cuando lo pienso ahora digo "Bien pudo llevarme a su casa y luego haberme matado"  Estaba tan mal que no me importó pero eso no paso ella fue como un ángel.

El sábado por la noche intercambiamos emails y números antes de que el avión despegara. Quería llegar a casa lo más pronto posible.

Cuando el avión aterrizó fui directo a casa a dormir. Cuando me presenté el lunes en la cafetería mis padres estaban preocupados,  todo el domingo no contesté mi teléfono estaba cansada solo quería dormir. No les conté a mis padres sobre Jorge, me limite a decir que la habíamos pasado bien.  Ellos amaban a Jorge, hiba a contarles pero no era el momento.

Y durante la semana me dediqué a trabajar en la cafetería. Trabajaba en la cafetería de mis padres. Nunca recibí una llamada de Jorge, o un mensaje, nada. No debía sentime mal por eso pero lo hacia. No podía llorar había decidido que el viernes lo haría, y después de quedarme sin lágrimas cambiaría de pagina.

Y ahí estaba a punto de soltar la primera lágrima cuando mi teléfono sonó.

Lo cogí sin ver de quien se trataba.

"¡Tini!"exclamó mi amiga, Mercedes.

"¿Que pasa Mer?" dije sin expresión alguna.

"Tini preparate que paso por ti en 15, hoy hay fiesta nena, te olvidabas?"

Mercedes no estaba hablando, ella gritaba del otro lado del teléfono, literal. No quería que dejara la fiesta por tener que buscarme además de que no estaba de humor.  Estaba muy cómoda con mi pijama de ositos, en casa.

"Mer, te amo bebe por invitarme pero estoy encerio muy cansada y ya estoy lista para ir a dormir".

"Tonterías Tini, son recién las siete, ya estoy saliendo".

"Aghh eres tan terca como una mula. ¡No voy y punto! pierdes tu tiempo".

Colgué y veinte minutos después estaba tocando mi puerta. Lo admitía era una buena amiga por querer divertirse conmigo, pero no, justo hoy no. Abrí la puerta y dije.

"No voy a ninguna parte".

"Martina..."

"Mer encerio mirame, no quiero ir,  mañana es sábado también día de fiesta te prometo que voy, hoy quiero descansar".

"Tini algo te pasa, no porque no quieras ir si no que... mmm no lo se ¿estas bien? sabes que, me quedo contigo".

"No Mechi tu ..." y entró.

Tampoco a Mercedes le había dicho lo que paso con Jorge, porque no la había visto en toda la semana.  Y hoy no lo haría porque quería encerio estar sola. Asi que después de ver Dear John y cenar ella se fue. Eran las nueve aún pasaría a la fiesta. 

Iba a darme hipotermia por comer helado a esa hora pero amaba el helado con galletas en tiempos de crisis. Lloré como nunca en la vida, las lágrimas no paraban. Ya ni siquiera podía ver la película con claridad. A Walk To Remember, se llamada y era tan triste, el permaneció allí con ella y yo nunca tendría a alguien como Landon Carter. Las diez y yo veía golpes de amor. Estaba matandome yo misma la película era de traiciones y engaños, yo era la otra aún no lo creía.  La chica de la película le era infiel a su novio aún antes de casarse. No lo soporte y cambié a algo menos trágico. Un chiflado encantador, sonreí ah era algo infantil pero me gustaba esa película, era diferente y cómica.

Estaba a mitad de la película cuando la puerta se abrió.

¡Diablos! no estaba lista para  salir corriendo con mis pantuflas gigantes. No quería voltear a ver, una parte de mi decía "toma tu navaja" y la otra "¿Qué puede ser peor que lo que ya pasó?"

Me armé de valor y lo vi. En la puerta estaba el maldito bastardo que había hecho que deseara mi propia muerte,  quien me hacía sentir como una rata cada segundo que pasaba, el hijo de mala madre.

Había olvidado que el aún tenía la llave de mi departamento, pero aún peor la llave de mi corazón.

Su amante #JortiniWhere stories live. Discover now