-¡Llegarás tarde! -me incordió mi hermana desde la puerta de mi habitación.

-Calla -gruñí con la voz ronca.

Poco a poco me fui despejando, sentándome en la cama. Me froté los ojos cual niño pequeño y decidí ponerme en pie torpemente. Si había alguien más torpe en este mundo al levantarse, de seguro que ese era mi maestro.
Caminé hacia la ventana y la abrí, dejado pasar la claridad de la mañana, que, por cierto, era poca. Aquél día, las nubes grises llenaban el cielo, anunciando tormenta.

-¡Harry! -me llamó de nuevo mi madre- ¡Se te enfriará el desayuno!

-¡Ya voy! -grité.

Justo cuando ya estaba a punto de salir de mi habitación, escuché como mi móvil vibraba y vi iluminarse la pantalla. Me acerqué para revistarlo, y una vez lo hice, mi corazón se aceleró y sonreí como un tonto.

"Buenos días, peque. Que tengas un buen día en el instituto :) -Lou xx"

Se había acordado de mis pocas ganas de ir. Se había acordado de mí.

"Gracias Lou, lo mismo digo :D .x"

Con una sonrisa, me dirigí hacia abajo, donde mi madre y mi hermana me esperaban.

Llegué cinco minutos antes de lo habitual al instituto, los primeros alumnos ya comenzaban a llegar, así que los imité y entré al edificio, ahora andando hacia las taquillas. Al llegar a la mía la abrí y dejé los libros que no necesitaba en aquel momento. Revisé que no hubiera ninguna nota inapropiada y luego la cerré, mirando el reloj de pared que había al final del pasillo. Apenas quedaban un par de minuto para que las clases comenzaran y la gente ya había comenzado a entrar.

-¡Harry, guapo! -escuché la voz de uno de los chicos más populares, que caminaba con su grupo de amigos riéndose, cómo no, de mí.

Suspiré mirando hacia el suelo y agarré con fuerza mi mochila, caminando hacia el aula de música, que era la primera clase que me tocaba el viernes por la mañana.
La clase de música era algo que de verdad me gustaba, porque estábamos divididos y no tenía que soportar a mis acosadores. En esa clase, sin embargo, tenía algunas "amistades"... o simplemente, tenía a gente que no se burlaba de mí. Otra de las razones por la cual me gustaba esa asignatura era porque siempre me había gustado bastante cantar, pero no se lo había demostrado a nadie más que a mi ducha.

-Buenos días, Styles -me saludó la profesora, con una sonrisa- Llega pronto hoy.

-Buenos días -sonreí y me senté en mi sitio, dejando la mochila en el suelo.

Tan solo éramos cuatro gatos en el aula cuando entré.

-Hola Hazza -me saludó la chica de mi lado.

Ella se llamaba Perrie, Perrie Edwards. Era una chica muy guapa, era rubia de ojos azules, alta y esvelta. Tenía a medio instituto detrás suyo, pero ella apenas se daba cuenta, nunca se había interesado en aquellos chicos, decía que seguía buscando a su chico ideal. Una de las cosas que me encantaban de Perrie era que era muy Hippie, le encantaba la naturaleza y los animales, en especial los gatos. También era muy buena cantando, seguramente, era la mejor. Siempre me había dicho que quería ser cantante. Nos conocíamos desde hacía años, éramos muy buenos amigos, la verdad es que teníamos muchas cosas en común.

-Hola Pezza -le sonreí- ¿Todo bién?

-Perfecto -se removió el cabello, dejándoselo a un lado- ¿Como estás tú?

-Bueno -me encogí de hombros- voy haciendo...

-Pobre -frunció los labios en una mueca de disgusto y alargó su brazo hacia mi mano- tranquilo, que yo estoy aquí.

East Of Heaven ~ Larry StylinsonWhere stories live. Discover now