Leah esta enamorada de Chase.
Chase, el novio de su mejor amiga.
Chase, el chico que nunca le dirige la palabra.
Chase, el capitán del equipo de fútbol.
Chase, al que le escribe cartas pero no se anima a mandárselas.
Si, ese Chase.
...
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Hola, iPhone Boy
En este último tiempo noté, que ya no usas tanto tiempo tu celular. Me pregunto qué habrá pasado. Siempre me intrigó la manera en la que te sumes en un tus pensamientos mientras estás con tu teléfono, el cual es un iPhone.
¿Tiene algún sentido que te siga diciendo iPhone Boy? ¿Tiene algún sentido que te escriba cartas? Yo creo que no. No a las dos respuestas. Pero no lo cambiaré, me gusta tu apodo. Y no dejaré de escribirte cartas, me gusta escribirlas.
Debo admitir que, aunque me cueste, no la pasé tan mal en la fiesta de Calum, bailé un rato con Sean y tomé un poco de cerveza. La cual no me disgustó, pero decidí no excederme para no cometer estupideces ni con una resaca al día siguiente.
Estaba hablando con unos amigos de Sean (¡Si! ¡Yo! La extraña que no habla con nadie), cuando vi que se armaba un pequeño círculo y alguien gritaba.
Ay no, pensé.
Pensé que alguien se estaba peleando. O que alguien se había desmayado. ¡No lo sé! Solo sé que pensé lo peor.
Pero cuando fuimos con Sean y sus amigos, vimos a Lauren tratando de... Golpearte a ti, Chase.
Y no entendí.
Recuerdo cómo fruncí el ceño y no me moví de donde estaba. Ni siquiera pensé en meterme en la pelea.
Aunque no creo que era considerada una pelea. Lauren solo estaba gritando cosas que no lograba escuchar desde mi posición, pero sabía que estaba gritando debido a cómo se movía su boca y cómo la miraba la gente que estaba más cerca. Era sostenida al rededor de su cintura por un chico que estaba detrás de ella. Ya que si la llegaban a dejar libre estábamos todos seguros que iría a golpearte, Chase.
Y en un momento, me miraste, Chase. Fijo. Sin despegar la mirada de mis ojos ni un segundo. Lauren lo notó. Te dijo unas cuántas cosas mientras se giraba a mirarme y se marchó.
