With the Magcon Boys

t r e s

tres;

Le tire la almohada a Bea para que dejara de molestar.
-Dios Bea, llegamos ayer y ya me estas emparejando con alguien.
Ella me miro con picardía y me devolvió el golpe, el cual yo esquive como toda la ninja que soy. O sea, me dio de lleno en la cara.
-Ni siquiera lo conozco, Bea.
-Bueno, es hora de que lo conozcas.
-¿Que?
La puerta se abrió y un Shawn preocupado estaba en la puerta, con la camisa mal puesta.
-¿Que paso Bea? ¿Porque llamaste hace cinco minutos desesperada?
-Ups, número equivocado.
Shawn bufo y asintió para voltearse e irse por donde vino.
El teléfono en mi bolsillo comenzó a vibrar. Era una notificación de facebook. Y otra de twitter.
"Benjamin Clarke ha publicado en tu biografía"
"Benjamin Clarke te ha mencionado el un twitt"
Sonreí al ver la notificación. Pero sonreí aun mas cuando vi la foto y el mensaje.
"Miss you like crazy love. Waiting for you :')"
-Owww- dijo Bea mostrándome la pantalla de su celular-.Que bello es Ben.
Asentí supongo, algo sonrojada. Esa foto fue de cuando fuimos novios. La puerta se abrió, Patrick estaba con una sonrisa en el rostro.
-Chicas, hora de conocer a los chicos como se debe. Audrey, esta vez mira por donde caminas.

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-Vamos, no sean tímidas.
-Yo no soy tímida-dijo Bea mirando al chico de esplendorosa sonrisa, Cameron creo.
-Tienes novio, Beatrice.
Ella bufo y se soltó de mi agarre. Los chicos se acercaron a nosotras.
-Ben es tan bello- el castaño que me había seguido en twitter hablo, con una sonrisa. Mostró la pantalla de su celular hacia mi- Que tierno tu ¿novio? ¿amigo con derechos? ¿mejor amigo?
-No te interesa, semi rubio.
Todos rieron.
-Shawn, mira es tu fan- le dijo uno de ojos azules.
El miro hacia otro lado, sonrojado. Yo me le acerque y lo abrace por la cintura.
-Poder canadiense ¿Cierto Mendes?
El sonrió y me miro.
-Poder canadiense- repitió el apretujándome entre sus brazos.
Sonrió nuevamente y me jalo hacia donde estaban Bea y Patrick.
-Bien chicos, vamos a desayunar. El desayuno, la mejor comida del día.

-La mejor comida del dia decían.
Los panes tostados, la mermelada, la crema de maní e incluso la naranjada volaban por los aires. Era como James Bond, una versión femenina y menos atlética de James Bond. Al menos logre esquivar la mermelada.
-Dios, como desperdician- susurré para mi misma.
-Audrey- llamo Bea, gire la cara y un pan con mantequilla de maní me cayó en esta.
Que desperdicio ni que nada, GUERRA DECLARADA.
Tome una cuchara y la sumergí dentro del pote de mermelada y ¡pafff! A su playera.
-Te odio.
-Lo se, lo se. Es un honor que me odies.