Capítulo II

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Sentí que el corazón saldría por mi boca, o tal vez me desmayaria en aquel instante. No era correcto subir a la camioneta, no debía hacerlo.

"Nunca aceptes subir al vehículo de alguien que no es de tu confianza "

Está frase es muy común en mi país, suelen subirte al coche y tu familia jamás vuleve a verte.

-¡No se preocupe, esperare a que pase la tormenta. Pero gracias por el ofrecimiento¡- Grite por encima de la escandalosa lluvia.

-¿Esperar a que pase? Eso quiere decir que se quedara a dormir aquí- Mi profesor me miró divertido.

¿Acaso era gracioso?

-¿Que?- Dije molesta

-La lluvia está programada para el resto del día jovencita. Cesará por la madrugada - Me miró. -Mi camioneta se esta mojando, suba-

¡Por Dios!

-Además, si usted piensa que Kansas es mas seguro que México está totalmente equivocada. Si van a violarla van a violarla dónde sea-

¡Ahh?? Como se atreve a decirme eso!

-Eso no me preocupa. Creo en Dios - Dije con una sonrisa.

-No ponga a Dios a prueba. Usted me recuerda al hombre que estaba en el mar esperando ser rescatado por Dios y desprecio al helicóptero, la lancha y el barco. Dios le dijo ¡que hombre tan necio eres, me eh manifestado con todos los rescates y ¿quieres que yo baje por ti?- Se río grandemente.

Junto a mi paso un tipo viejo con facha de malandrin. Me miró de pies a cabeza y me guiño un ojo.

¡Agg! Porque.

-Está bien. Subiré- El levanto los seguros y yo abrí la puerta de la camioneta.

Que incomodo. Se sentía otro ambiente, yo estaba de lo más nerviosa. Mis manos temblaban, mi corazón palpitaba tan fuerte que sentía los brincos hasta en las sienes.

-¿Ya te has aprendido el nombre de tu calle? -

-Si. Pero es una avenida, se llama Dorion - Mi voz temblaba.

Estiró su mano y oprimió un botón. Un aire cálido salio por las ventanas del aire acondicionado.

¡Oh si! Que magnífico. Además de guapo atento.

-Ya se donde es. Por ahí mismo queda un McDonald's-

-Exactamente - Mi voz ya se había regulado.

Mire el elegante tablero frente a mi. Tenia un toque maderoso, un café oscuro precioso.

-Bonita camioneta- Admiti lo que veía mientras deslizaba mis dedos por la puerta.

-Gracias. También tengo un auto de la misma marca -

-Enserio? Tiene buen gusto - Lo mire. Sus ojos se encontraron con los míos. Pero ante el impacto que esto me causó decidí mirar por la ventana.

Como un susurro se oía la voz femenina de la vocalista del grupo Berlín. Me concentre para oírla cantar. Cantaba hermoso. Me revolvi en la silla, y entre mis pies sentí algo, al patearlo sonó como un plastico con semillas de lenteja dentro.

El bajo la mirada y yo hice lo mismo.

¡Oh no! Una oleada de decepción paso por mi corazón. ¡que no sea lo que estoy pensando porfavor!

Levante del suelo aquel objeto ruidoso. Sentí como mis ilusiones morían lentamente.

-Una sonaja- Sin pensar lo dije y una sonrisa dolida apareció en mi rostro.

La Teoría Del Amor Where stories live. Discover now