11. Juego de amantes

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Palabras dichas con miradas marcan el inicio,

toda inhibición es arrojada por un precipicio.

Sensaciones y emociones puestas en tela de juicio

definen el lado irracional humano en sus principios.


Mensajes inconfundibles, comunicados por tacto;

la voz del instinto dirige cada paso en pleno acto.

Orquestados por el ritmo del corazón y sus latidos

son cuerpos compenetrados que agudizan sus sentidos.


Transformados en un cúmulo de percepción intensa,

estableciendo contacto con su real naturaleza.

Entregados al abismo sin fondo de los placeres,

los susurros poco a poco incrementan sus decibeles.


Hábidos de complacencia, ponen en blanco sus mentes,

camuflados sutilmente en la inmensidad adyacente

sean las olas del mar o las sábanas tersas de una cama

sea la luz de la luna o los rayos del sol por la mañana.


Un río de fuego desemboca en una combustión llameante,

una explosión se oye venir entre jadeos incesantes.

Una mezcla heterogénea entre sutileza y rudeza

es el irreversible juego que en la intimidad comienza.


Un impulso y empieza el juego de amantes;

una vez que ocurre, nada será como antes.

No hay retorno, sólo seguir adelante;

no hay tiempo de pensar cuando el instinto es dominante.


Dos cuerpos que proceden a acercarse,

dos siluetas curvas que buscan complementarse.

Dos seres a punto de descontrolarse,

múltiples deseos que quieren materializarse.


Pasión que fluye en un torrente indetenible,

en la piel se enciende un fuego de ignición incontenible.

Ganas se tornan en un vaivén trepidante,

una historia recreada por miles este mismo instante.


Zoran Stojanovich (2014)

Crear, Luego ExistirWhere stories live. Discover now