-Vale. -digo dándome la vuelta en dirección a mi casa y empezando a caminar.

-Te recojo el sábado a las ocho.-avisa sacando las llaves de su coche y mirándome.

-Perfecto, adiós, gilipollas.-me despido mirándole sobre mi hombro y siguiendo mi camino hacia casa.

-Adiós.-dice yendo en dirección a un BMW negro aparcado en la acera de enfrente.

Cuando paso por el marco de la puerta, milésimas después, no se como me encuentro aprisionada entre los brazos de mi hermano y con su rodilla apoyada suavemente en mi estómago para que no me escape.

-¿Tu practicas para ninja por las noches o es un don que yo no he heredado?-le pregunto con el cuerpo pegado a la pared amarilla clara del salón.

-Con que nada que sobre proteger, ¿eh? Y seguramente no me ibas a contar lo de la boda del domingo.-dice alzando una ceja.

-¿Estabas escuchando? Dios, Marco, necesitas una novia con urgencia.-le digo mirándolo a los ojos con la cabeza gacha.

-Se ve que tu no necesitas, ya tienes.-dice con una sonrisa torcida.

-¡Que Manuel no es mi novio, imbécil! -grito agarrando sus brazos con mis manos intentando liberarme.

-Ya, claro que no.-ironiza él. Cuando dice ésto, se me ocurre algo, ¿veis? Como dije antes, haber vivido tu infancia peleandote con tu hermano da sus frutos, así que, doblo la pierna y la levanto aprovechando que el tiene su rodilla levantada en un ángulo recto y le doy en su hombría, a lo que el reacciona inmediatamente desplomándose sobre la alfombra color granate con las manos situadas en sus doloridos huevos. Me separo de la pared y corro a toda velocidad escaleras arriba, entro en mi cuarto color turquesa y cierro la puerta con pestillo para que mi hermano no pueda entrar, pues, al subir las escaleras, vi que se levantaba y venía detrás mío.

-¡Clara!¡Abre la puerta!¡Ya!-grita Marco a través de la madera.

-¡Nunca me pillarás!¡JAMÁS!-exclamo en respuesta.

-¿Ah, sí?¿Te olvidas de la llave, no?-dice en tono divertido.

Oh, mierda, ¡la llave maestra! Es una llave que esta en el desván que abre todas las puertas, estén o no con pestillo. Mierda, me va a pillar... A menos que le pille yo antes. Se me forma una sonrisa diabólica al pensar eso. Rápidamente cojo el palo selfie blanco que me regaló Eva, yo nunca lo he tocado, ahora le encontraré un nuevo uso. Agarro mi arma asesina y salgo corriendo por la puerta gritando y moviendo mi artilugio por todos lados, pasaré por alto que estoy tirando todos los cuadros y lamparas que se interponen en mi camino, cuando ya estoy frente a las pequeñas escaleras marrones oscuro que llevan al piso de arriba, mi hermano me pilla desprevenida y sale de una habitación de al lado y velozmente, me agarra de la cintura y me sube a su hombro llevándome en dirección a su cuarto.

(...)

Ya estoy pegada a su silla blanca con una comba de saltar con las manos y pies atados con cinta aislante, y, como no, una manzana en la boca, miro a mi hermano que camina de un lado a otro con las manos tras la espalda, yo mientras observo sus paredes color verde pistacho, no puedo hacer otra cosa, hasta que empieza a hablar.

-Sabes que no vas a salir ilusa después de lo de Manuel y por dañar a mis futuros pretendientes, ¿no?.

-Jdbe dkjsi lskd djjdd kdbdjdjsd jdbdhajdbdudbs.-pronuncio en un intento de decir:"Querrás decir tus futuros pretendientes inexistentes."

-No, inexistentes, no, solo dañados.-dice mirándome con las cejas alzadas.

-¿Jfjd jzb odjdbd djsjdbska?

-Te he entendido porque domino el arte de comer con la boca llena.-responde mirando a una esquina de la habitación con una mano sobre el corazón.

-Hdbd jabdkshs.-afirmo mirándolo a los ojos.

-No, no soy retrasado.-dice mirándome con los ojos entrecerrados.

-Hdjd, skds, ¿jdh ekdjd wkdbd djdh skd djd kfjd?-pregunto rodando los ojos.

-¿Vas a estar calladita y tranquila?-me pregunta abriendo los ojos e inclinándose hacia mi.

-Hks.-respondo asintiendo.

Cumpliendo mi petición, me quita la estúpida pieza de fruta de la boca, la que ahora me duele de tenerla abierta durante tanto tiempo por tener una manzana dentro.

-¿Que me tienes que contar sobre lo de Manuel?-interroga acercándose tanto a mí que nuestras narices se rozan.

-Nada, que me pidió ir a una boda y yo acepté.-contesto saltandome el pequeñisimo detalle de que me ha sobornado como una vil cucaracha para acompañarle contra mi voluntad, no creo que deba contarselo a Marco, además, tendría que contarle lo del anuncio, y emmm... Como que no.

-Ya, claro, solo una pregunta mas, ¿va a haber alguna acción en la que incluya a un chico y una chica en la que suele salir como resultado, nueve meses de espera, dando como final un infante?-pregunta apoyando sus manos en la pared verde a los lados de mis hombros.

-¿¡Qué!?¡NO!-grito impresionada por lo que pasa por la mente de mi hermano.

Al momento suena el timbre, y como una flecha recorriendo un bosque recuerdo que tengo clase particular con Carlos.

-¡Yo abro!-advierto mientras me levanto con la silla todavía negada a mi cuerpo dando saltos, pues, mis pies están atados, pero, al dar el primer brinco por las escaleras, calculo mal y bajo de una forma nueva e innovadora, bella y grácil como un cisne, rodando como una pelota de baloncesto. Al llegar abajo, me pongo de pie con grandes esfuerzos apoyando el hombro en la pared color crema para levantarme y como buena señorita que soy, abro el pomo con la boca.

-Que bien me recibes.-saluda Carlos sonriente.

-No es culpa mía, el que me ha atado a sido Marco, ¿me ayudas?-pregunto dándome la vuelta para que me desate las manos.

-Sí, espera.-responde empezando a romper la cinta que mantiene mis manos atrapadas.

Cuando ya estoy liberada por completo me giro otros vez hacia el y le digo.

-Empecemos la clase.-digo sonriendo.

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Capítulo 3. Votad y comentad si os ha gustado y decidme, ¿creeis que Manuel planea algo en su malévola mente? ¿Vosotros también comprendeis el bello arte de hablar con la boca llena xD?

Lo mismo que en el anterior capitulo, hasta que no haya algunos votos y comentarios no subiré el siguiente, (lectores fantasma...¡Manifestaos!)

Actuando para él [APE #1]Where stories live. Discover now