Ella se aproximó a cubrirse los ojos con las palmas y soltarse a llorar de nuevo, Alaric taciturno quiso hacer un movimiento para acercarse a ella, ella se deslizo por el catre levantando la mano impidiéndole. — ¡No me toques! — Bramó.

Alaric de nuevo se resignó, bajo la mirada con tristeza y dijo; — Alguien te hizo daño, Fela y voy a averiguar quién y cómo fue, pero créeme que yo jamás te haría nada.

— Espero que me comprendas.

— ¡No!, No Fela, ¡No te entiendo! — Bramó en tono entrecortado.

— Ya no soy digna de ti. —Manifestó Fela casi en susurro, al escuchar esto apreté los ojos para que no soltara lágrimas, el rizo la frente y giro a mirarme rápidamente, yo le sostuve la mirada y sus ojos se cristalizaron, yo negaba con cabeza. Ya no pude sostener la mirada más y la baje de pena y vergüenza. Alaric se volvió a dirigir a Fela.

— ¿Qué cosa? — pregunto Alaric, engañándose a sí mismo pues él ya se sospechaba lo que le había sucedido por las palabras que acababa de decir Fela, ella gimoteaba, y sin parar de llorar sencillamente no decía nada. — ¿Por qué no?

Era doloroso, el simple hecho de mirarlos así, Fela sin par de llorar por su amargura y Alaric tratando de hacerla entender que ella no era la única que sufría. Ellos se querían y ni siquiera me di cuenta en que momento paso, sabía que Alaric sentía atracción hacia ella pero era muy diferente a amar a alguien y Alaric la amaba, se notaba en su mirada y en los rasgos que le regalaba cuando la miraba, pero Fela en ese momento no observaba más allá de su amargura y taciturno dolor. Alaric posó la mano en su cuello, esta vez Fela no se opuso, aun con el rostro mojado de lágrimas ella lo miro.

—Si — logró decir entre lágrimas. — Me hicieron daño, el peor que le pueden hacer a una mujer...

Alaric ya lo presentía, solamente quería escucharlo de salir su boca. — Me violaron.
Y de repente lo Escupió como si algo en su pecho no la dejará, lucho contra eso por casi un mes y por fin lo dejo salir.
El dolor de Alaric se hizo presente pero también su enfado, rápidamente se levantó del catre y grito. — ¡¿Quién?! — Vocifero tan fuerte y raspado que Fela se estremeció al oírlo, al igual que yo. — ¿Quien fue? ¿Quién lo hizo? Quiero saberlo ahora.

— No sé, ¡No lo conozco! — dijo Fela con nerviosismo.

Puse los ojos en blanco, él se acercó más a ella y le plantó un beso en los labios, levanto la cabeza a mirarme, me hice la desentendida camine hasta la salida huyendo de él, el camino a paso veloz y me tomo del brazo ya afuera, deteniéndome.

— Tu Sabes quién lo hizo... ¿Verdad?

— No, yo no... S...se nada. — Titubee mientras los miraba de frente.

—Norah... — Advirtió.

— ¿Te que te serviría saberlo? — pregunte ceñuda. — De cualquier manera si te diría el nombre de alguien en específico, iras con ese alguien a reclamarle, entonces él se dará cuenta que estas defendiendo a una prisionera y te mataran por traidor, ¿Eso quieres, Alaric? — pregunte mientras que el, pensante, comenzaba a soltarme el brazo lentamente —Que nunca jamás vuelvas a ver a Fela... Entonces ella terminará por ser completamente infeliz y amargada toda su vida o por lo menos lo que le queda aquí dentro...piensa la situación, no siempre hay que ser un bruto violento sin cerebro.

El término por soltarme me miro molesto y Dijo; —Puede que tengas razón, pero de cualquier manera voy a averiguarlo. — Y camino de frente alejándose de mí, en ese momento se acercaba corriendo Ruth con un alarido, me puse en canclillas para recibirle con los brazos abiertos y levantarla. — ¿Que sucede? — pregunte al mirar su pecho agitado y con los ojos mojados ella hundió su cabeza en mi cuello, su cuerpo temblaba, mire hacia el frente y Wilm se acercaba hacia nosotras, se frenó frente mío y dije en tono bruto y frio; — ¿Que le hiciste?

— ¡Esa mocosa muerta de hambre y desgraciada me pateó! — Bramó furioso

—No la toques. —grite

El dio una sonrisa amplia. — ¿Sabes? Ya me estoy cansando de tu arrogancia y soberbia.

— ¿Soberbia yo? Ja...— levantando una ceja, recorrí mi mirada de arriba hacia abajo.
—Ya me estas cansando judía impertinente.

—Solo déjanos en paz. — dije mientras Ruth sollozaba en mi cuello.

— No creo que eso pase, ¿Cómo ésta tu amiga la Gitana? — pregunto con cinismo y sonriente de nuevo.

— ¿Por qué? ¿Por qué nosotras? Habiendo tantos prisioneros ¿porque te ensañas con nosotras...? —

— Porque tu... Eres la única judía que conozco desde hace años que aún sigue viva... Pero no por mucho tiempo, cuando se me dé la gana quizá ya no estés viva, igual que esa mugrosa escuincla que llevas cargada, igual que tu amiga la Gitana, se perfectamente quien eres y quien es el encargado de ti, y lo dos van a pagármela muy caro.

Sus palabras me recorrieron toda la espalda, el odio de sus ojos me hacía temblar las rodillas.

— Voy a matarte tan íntimo y tan lentamente que sentirás cada una de las cosas que te haré, para que se multiplique más tu dolor, ¡judía estúpida! — Grito lo último, mi respiración se agitó apreté más a Ruth contra mi cuerpo y salte de temor. El me dio una media sonrisa.

— Ya vete, Goldschmidt. — Manifestó Kurt de tras de él, ni siquiera pude notar cuando había llegado. Wilm lo miro de reojo, volvía a mirarme sonrió y dio media vuelta sin decir nada a Kurt.

Kurt se acercó a mí unos centímetros, respire de alivio. — ¿Que tanto parloteaba ese estúpido? — pregunto con la voz molesta.

Di una bocanada de aire y seguí. — Nada. — Conteste más tranquila.

— Ya es hora de ir a dormir.

Asentí con la cabeza. Él se aproximó a besarme una mejilla y quitarse rápido de mí.

— Nos vemos mañana. — Dijo aclarando su garganta y mirando hacia los lados con cautela.

Asentí de nuevo y di media vuelta. — Adiós — dijo Ruth a Kurt.

— Adiós, preciosa. — Agregó el con una media sonrisa. — Norah... —dijo Kurt, di otra vez media vuelta para mirarlo, mire sus sienes y le pulsaban despacio jugueteaba con sus manos y tomo la mía que estaba libre.

— Te quiero... —

Escupió rápido y sin repetir, los nervios se notaron en su tono, sonreí leve y yo asentí con la cabeza.

— Y yo a ti. — di media vuelta y entre a los cuartos.

La Sombra Del Holocausto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora