Logros y Huracanes.

16.4K 2.4K 726
                                    

N/A: Tarde siglos lo sé, lo sé! ;A; Es cortito, pero espero que con semejante final estén satisfechos. ¡Ah! Lo que quería decir con eso de "el beso olvidado" no era que lo olvidan literalmente, es como un acuerdo de que fue un momento de debilidad del cual no se va a hablar en un futuro cercano. ¡A leer! *Por favor, no me maten cuando terminen de leer*(/ouo)/

-o-O-o-O-o-

Harry estaba tan eufórico como Draco. ¡El rubio había presentado una prueba ante Flint para ser Cazador y lo había logrado! Lo iban a dejar como suplente por un tiempo para mejorar su química con el resto del equipo, pero eso no importaba; Harry estaba seguro de que jugaría oficialmente con el equipo en poco tiempo.

Lucius había estado tan complacido con su entrada al equipo de Slytherin que poco le había afectado que fuera Cazador y les había regalado a todos la Nimbus 2001, la cual Harry había rechazado con cordialidad; Draco le había dicho que su padre había sonreído de lado ante esto, parecía que Harry, contra todo pronóstico, le caía bastante bien.

Por otro lado, estaba bastante harto del narcisista de Lockhart; Harry trataba de escapar de él, pero cada vez que terminaba DCAO el profesor pasaba un innecesario brazo por sus hombros y comenzaba la enorme cháchara de patrañas. Lo peor de todo era lo que el cuerpo de Gilderoy revelaba sin darse cuenta, todo ese tacto innecesario y, a veces, hasta indebido... Harry había visto muchos casos y personas aborrecibles en su vida y en su trabajo como Auror; reconocía un interés sexual no correspondido cuando lo veía y le perturbaba que este hombre pudiera llegar a tales extremos.

Otro que lo perseguía era el pequeño Collin Creevey. No era tan molesto como en otros años, tenía algo de cuidado cuando estaba alrededor por terror hacia otros Slytherin que a veces se acercaban a ellos; Blaise parecía adorarlo y le seguía el juego al niño cada vez que podía; Draco y Theo tenían teorías completas sobre su comportamiento que hacían reír a Pansy todo el tiempo.

Siguiendo el tema, Flint les había dicho que hoy practicarían y entrenarían a Draco para que comenzara a adaptarse a jugar con el resto del equipo, así que se juntaron con los demás chicos del equipo y se encaminaron hacia el campo. Grane fue el entrecejo de Harry al ver que los Gryffindor habían empezado a jugar; no le gustaba como se desenvolverían las cosas.

Oliver Wood, con toda su aura de mastodonte de hombros anchos, bajo tan rápido de su escoba que se balanceo al querer bajar y casi se cae; Fred, George y Stayce McPeerson le siguieron. Harry estaba asombrado, deben de estar muy desesperados para dejar todavía a McPeerson con el puesto de Buscadora.

-¡Flint!- Le gritó Wood al capitán -¡Nos hemos levantado a propósito! ¡Nos toca el campo! ¡Pueden irse!- Flint le sonrió de lado, algo irritado ya, al león.

-Hay sitio para ambos, si es que eso te preocupa- Dijo. Angelina, Katie y Alicia ya estaban tocando suelo. Los compañeros de Harry miraban burlonamente a sus oponentes.

-¡Pero yo reserve el campo!- Gritó con rabia Oliver -¡Lo he reservado!-

-¡Ah! Pero yo tengo una carta firmada por el profesor Snape- Contestó tranquilamente, sacando una hoja –"Yo, S. Snape, concedo permiso al equipo de Slytherin para entrenar hoy en el campo con fin de entrenar a su nuevo Cazador"-

-¿Tienen un nuevo Cazador?- Preguntó el Gryffindor de forma preocupada.

Los Slytherin se hicieron a un lado y quedaron a la vista Draco con Harry a su lado, las afiladas facciones de Malfoy mostraban una sonrisa superior que no le dio buena pinta a Potter; aquel brillo malvado revoloteaba en sus ojos.

-¿No eres...?- Fred y George miraron a Harry pidiendo una explicación; él no podía dárselas correctamente.

-Ya que lo mencionas, seguro te encantaran los regalos del señor Malfoy- Las Nimbus parecían relucir de lo bien pulidas –Creo que dejan muy atrás a las Barredoras, mejor utilícenlas para barrer los suelos o limpiar un pizarrón-

Los Slytherin sonreían enormemente, Harry suspiró, ahogando una risita ante la cara indignada de Wood; algunas cosas no podías quitárselas a las serpientes.

-Oh, miren; una invasión de campo- Dijo Flint. Ronald Weasley y Hermione se acercaban al campo para ver qué ocurría. Harry sufría gran pena por su amiga por todo lo que sufriría si se quedaba con el pelirrojo y cómo él no pudo evitarlo por segunda vez. Sus pensamientos fueron borrados por el entendimiento de la situación.

Mierda.

Ronald miraba impactado las seis escobas relucientes frente a él.

-¿Son buenas, no?- Dijo Malfoy con una suavidad que a Harry le causó escalofríos –Quizás Gryffindor pueda conseguir algo de oro para escobas nuevas, subastando esas Barredoras 5. Cualquier museo haría una oferta por ellas- Los Slytherin estallaron en carcajadas; Harry apretó un poco el brazo de Draco para indicarle que parara.

-Al menos en el equipo de Gryffindor nadie ha comprado su incorporación- Casi escupe Hermione; ahora que Harry sabía cuánto había trabajado el rubio para conseguir su lugar, también se indignó con el comentario de Granger, pero aún así tiró más fuerte del chico cuando vio cómo comenzaba a enrojecer de ira; él no le hizo caso.

-Nadie pidió tu opinión, asquerosa sangre impura- Está vez no hubo tiempo para que nadie gritara, golpeara, protegiera o hechizara a nadie; Harry había saltado el brazo de Draco y le había abofeteado la cara con un sonido seco que retumbo en el frío silencio que se había formado. Todos se habían congelado, incluso hubo un par de Slytherin que estaban boquiabiertos.

Harry tenía lágrimas de ira sin caer de sus ojos y respiraba de forma errática; jamás, jamás, creyó que Draco podría decir aquello sabiendo de dónde provenía Harry; al parecer no le importaba lo suficiente al chico como para hacer el esfuerzo de no decir aquello, ¡claro que no! ¡Cómo podría llegar a pensar semejante estupidez!

Potter respiró hondo, una fría e inamovible máscara de nada se instaló en su rostro como si de un escudo se tratase.

-No voy a poder practicar hoy, Flint, lo siento- Dijo neutralmente.

-No...no importa, tienes permiso para irte- Harry asintió y comenzó a irse.

-¿Harry?- Preguntó la voz que ahora tanto conocía.

-Púdrete, Malfoy- Incluso él pudo sentir su voz romperse un poco al final.

-Harry- Suplicó de forma imperceptible.

-¡Déjalo en paz de una vez, Malfoy!- Se escuchó un jaleo tras Harry y un fuerte estruendo y una arcada; Harry se dio la vuelta y vio cómo Ronald se agarraba el estómago, vomitando una babosa con Hermione a su lado.

-¡Patético!- Sonrió de lado Draco; la sonrisa no llegaba a sus ojos y, aún así, Harry sabía que él todavía no entendía el punto de Harry. Decidió hacer algo que realmente le llegara.

Harry se agachó a la altura del chico Weasley y susurró de forma reconfortante:

-Llevémoste lejos de este idiota- Lo agarró por la cintura y comenzó a caminar cuesta abajo, hacia lo de Hagrid.

Weasley y él.

Draco paralizado.

Incluso los gemelos asombrados.

-¿Acaso hoy habrá tormenta?- Preguntó Fred, estático, hacia su gemelo.

-Creo que la palabra adecuada para eso es huracán-


Reviviendo una vida: Cámara Secreta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora