No he parado de llorar. En cuanto llegué a mi casa, me encerré en mi habitación, olvidando que mi prima estaba fuera, y comencé a desahogarme.
Y definitivamente, soy masoquista. ¿Que hice? Recordarte. Y recordar esos tantos momentos que pasé contigo. Recordar canciones. Recordar palabras. Recordar instantes.
Abrí mi cajón de los recuerdos y saqué un álbum. Nuestro álbum.En él, habían fotos nuestras. Miles de fotos. Y las miré una a una mientas las lágrimas corrían por mi rostro. Mi favorita es una que mi madre nos sacó cuando cumplí los 7 años. Estábamos los dos tras una tarta enorme, cara a cara, sonrientes, abrazándonos con un brazo, y con el otro, haciendo una promesa de meñique. Recuerdo que prometíamos un para siempre. Visto lo visto, los para siempre no siempre significan la infinidad.
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Dime por qué.
Short StoryDesde bien pequeños, Lía y Marco fueron los mejores amigos. Se apoyaban, siempre estaban juntos, y se querían cómo hermanos. Hasta que inesperadamente, se separaron. Marco dejó de hablar con Lía, y ésta no se daba cuenta. Ella quería arreglarlo, aun...