Recuerdos del pasado

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No sé que pasa, que fue esa reacción, no la esperaba. ¿Eh? Estoy temblando y... ¿que? ¿Lágrimas? ¿Qué me pasa? Tenía mucho sin sentir esto. Ayudenme.

-Camila, Camil... Cami... Es.. Bi....

Escuchó que gritan mi nombre a lo lejos, pero... Es hombre, ¿será Abraham? No, no es él...

~Mis papás están discutiendo de nuevo por novena vez en el día, tengo miedo y estoy llorando de nuevo. Desearía ser grande e irme de aquí, pero apenas tengo 8... Algo se rompió en la sala. ¿qué pasa? Ayudenme. Alguien viene, quiero correr y esconderme pero no puedo moverme creo que... Me orine encima, si mi mamá se da cuenta me pegara. Que alguien me ayude.~

~Camila, cami... Dicen mi nombre no puedo abrir los ojos, ni quitarme las manos de los oídos, tengo mucho miedo... ¿Quién es? Es ¿Alexei? Vino a rescatarme... -Camila no te preocupes estoy contigo.~

~Ah, ya lo recuerdo Alexei lo conozco desde que tengo memoria, era un pequeño rubio con ojos grises, delgado pero robusto. Él aparte de ser mi compañero de juegos, aventuras y travesuras él siempre me ha protegido de todo lo malo... En aquél entonces pensaba era mi príncipe negro.~

~Su padre y mi padre son socios de un Buffet jurídico, ambos son los mejores abogados del país, casi nunca están en casa. Nuestras madres son muy amigas pero al igual que nuestros padres ellas nunca están, siempre están atendiendo cosas sociales y nosotros siempre al cuidado de niñeras, que a veces siempre nos maltrataban, sin emabargo, él siempre lograba correrlas... Él es el heredero de la firma junto conmigo, pero, yo no pretendo ser abogada, así que él será el dueño de todo. Eso creó.~

~Camila, Camila... Ya paso todo, vamos al baño para que te laves. Te ayudaré. Te prometo que jamás volverás a sufrir, te quiero Camila... Cuando seamos grandes y sea el dueño de la firma, nos casaremos, yo te cuidaré ¿si?.~

~Llorando le dije que sí~

Alexei:

Tengo un mal presentimiento debo apurarme a ir a casa de Camila, se qur algo anda mal... Pero... Será que ese tipo se atrevió hacerle algo, debo apresurarme.

-Oh ya viene Camila, pero hay algo diferente en ella... su cara... ¡¡Dios mío!!

- ayudenme, ayudenme- balbuceaba.

-¡¡Camila, Camilaa!! ¿Estas bien? Maldición mi celular... Contesta Sebastián maldición.

<Joven, ¿ocurre algo?>

-Trae el coche a casa de Camila, apurate ocupó llevarla al hospital.

<Sí joven, estaré ahi inmediatamente>

Ese infeliz se atrevió a tocarla... Y ahi viene el muy idiota, si no fuera porque ella esta tendida en shock, aquí le partia la cara.

- Camila... Perdón.

-Ni te atrevas a tocarla, te mataré. La lastimas de esta manera y te haces llamar novio.

-Joven ¿lo ayudó?

-No Sebastián solo apresurate... Y tú mantente alejado de ella, tú y yo luego nos arreglaremos.

Tengo que llamar a sus compañeros para explicar su falta a la escuela. Aunque no creo que sea el momento, les llamare ya que salga de peligro.

-Ese idiota, no sabe lo que tiene. No la conoce, pero ella no se porque no me ve.

Cuando conocí a Camila ella era una niña tan pequeña que provocaba el sentimiento de protejerla. Desde el momento que la vi en aquél jardín, me enamore de ella su sonrisa tan pura y sincera, sus ojos que transmitía una tranquilidad impenetrable, era blanca como la primer nevada de invierno, su cabello era corto debajo de la quijada de un color que ni rubio, ni castaño era.

-Disculpe ¿es usted familiar de la joven Camila Castilla?-pregunto el doctor sacandome de mis recuerdos.

-Ah sí, si doctor... Es mi... Pro... Amiga, ¿cómo se encuentra?

-Bien, se esta recuperando favorablemente. Pero usted sabe ¿cómo llegó a ese estado de pánico?

-La verdad no sabría decirle, yo iba para su casa, cuando en el camino mea encontré, sin embargo, no es su primer ataque...

~el primero fue aquél día.~

-Pues entonces solo le recetaremos unos tranquilizantes y ya que despierte podrá llevársela, solo ocupó un mayor de edad, para firmar los papeles de salida.

-Sí doctor, mi tutor esta aquí, le llamaré para que se dirija a usted... A otra cosa doctor, ¿puedo pasar a verla?

-Claro que sí... Adelante.

-Gracias y con permiso.

Viendola ahí asi como estaba, el semblante que tenía recordé aquélla ocasión en la que sufrió el primer ataque nerviso. Aquél día la encontré en una esquina en un charco de orina, sus ojos no mostraban ese brillo, su sonrisa era una línea que se movía rápido y era inaudible lo que decía. Sus papás siempre estaban pelando en esa ocasión era porque la señora había tenido un desliz con su instructor de yoga. aparte de que a ella la utilizaban para ver quien era mejor "padre". De ahí cada que algo la atemorizaba demasiado ella quedaba en estado de shock y se desmayaba... Hacía tiempo que no le ocurría pues su padre y madre era muy rara la vez que se encontrarán en casa.

-¿Qué demonios te hizo ese tipo? Para que llegaras a ese estado Camila...

Que bonita se ve, se ha hecho un cambio tan radical y sin sentir remordimientos, aunque estoy seguro que duró horas viendose al espejo pensando que había exagerado... Pero esa preocupación no le duraría mucho. Ese color de pelo negro se le ve maravilloso y su corte me recuerda a cuando era una niña.

-Eres tan hermosa que asusta Camila...

Me acerque y en esos palidos labios plante los mios... Siempre había querido besarla.

-Te amo, espero algún día puedas corresponderme.

Tú y yo ¿odio o amor?Where stories live. Discover now