Espejos

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Yo era una chica rubia con un cabello hasta la cintura y muy blanca.Mis labios eran gruesos y rosados y tenía la misma sonrisa que mi madre.
Mi padre era un hombre muy trabajador y nunca nos faltó de nada en casa.En casa éramos cuatro; mi padre, mi madre, mi hermano pequeño y yo.Yo y mi hermano éramos cómo el perro y el gato, no había un día que no hubiera discusiones entre nosotros.Nos daba asco hasta darnos un beso en la mejilla.
Mi madre era una mujer preciosa.Una mujer luchadora que dedicó su tiempo desde que nacimos yo y mi hermano.Se veía siempre tan bonita que parecía un ángel.Una mujer con unos ojos verdes esmeralda y un pelo rubio casi blanco.Su belleza era admirable y yo muy pocas veces le dije estas palabras.Ojalá lo hubiera hecho.
Mi padre era un hombre muy trabajador y pues lo veía por las noches cuando llegaba o no porque dormía.Recuerdo años atrás cuando venía a darnos un beso a mi y a mi hermano cada noche al llegar y yo me hacía la dormida.Mi padre no tuvo una infancia fácil por el abandono de su madre, el descuido de su padre y por la vida que tuvo con sus padres adoptivos junto con su hermanastra.Por eso, la família era lo más importante para él.
Mi hermano era un niño castaño de ojos negros y tenía un corazón de oro.Siempre supe del mundo que llevaba dentro porque más de una vez le hice daño.
Pero sin duda, la persona más importante de mi vida era mi abuela.La mejor cocinera del mundo y mi segunda madre.La mujer que desde que nací me acompañó, yo creciendo y ella envejeciendo, pero siempre juntas.

KilómetrosWhere stories live. Discover now