Capítulo 17: No puede ser...

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-¿Chusi?.- Le digo desde la puerta de la habitación.

Un silencio incómodo perdura un par de minutos. Joder, ésta tía tiene un sueño súper pesado. Pienso.

-¡¿Chus?!.- digo elevando un poco la voz.

Sería muchísimo mejor acercarme y tocarla, pero descarto esa idea por miedo.

-¡María Jesús!.- digo prácticamente a los gritos.

Pero nadie responde.
Tomo coraje y me acerco.

Lo siguiente que veo me asombra tanto que, involuntariamente, suelto un grito.
Luego de esto me quedo en shok. Llorando en un ataque de pánico, inmóvil, indefensa, ante el cuerpo de mi amiga.
Ella, se encontraba tumbada en su cama. Con el brazo izquierdo lleno de cortes. Algunos, mínimos. Otros de los cuales aún podía observar como sangre salía de ellos.
A su lado, una caja gris. La cuál reconocí al instante. Allí solía guardar cosas muy personales. O eso decía cada vez que uno de nosotros se acercaba a ver que contenía.
A su lado también se podían observar cigarrilos, cuchillas, pañuelos, entre otras cosas.

En un acto involuntario, me tumbo en la cama, a su lado y la abrazo con mucha fuerza. Sin dejar de repetir ni un segundo en medio de un llanto desgarrador:

-No puede ser.. No puede ser, Chus PORFAVOR.

Alex P.O.V
Al momento de escuchar el grito de Ro. Mi corazón comienza a latir a mil por segundo.
Miro a Federico, quién parece más asustado que yo.

-¡¿Qué hacemos?!.- me dice

-¡Pues ir a ver que pasa, idiota!.- Le contesto, con una mezcla entre enojo y dolor.

Cruzo al otro lado, seguido de Federico. Respiro profundo y camino decidido hasta la habitación de Chus.
La situación con la que me encuentro es muy desgarradora.
Chus inconsciente en su cama. Y a su lado Ro, quién llora desconsoladamente mientras dice algo que no logro descifrar.
Decido abandonar el miedo que ésta situación provoca y le grito a Federico.

-¡Llama a una ambulancia!

-Vale, vale. Tú trata de tranquilizar a tu amiga. Voy a hacerle primeros auxilios a la pelirroja.

Pero quién se cree que es éste tío. Pienso.
Pero no se me ocurre ninguna idea mejor, así que hago lo que me dice.
Cojo a Ro por la espalda. Ella, sin dejar de llorar ni un segundo se resiste.

-¡Déjame! ¡Déjame!.- protesta sin parar la Pequeñaja.

-Tranquila..- la abrazo.

Ella, busca refugio en mis brazos. Me abraza con muchísima fuerza y llora en mi pecho.

-Ne-necesito a Chus.- me dice en medio de sollozos.

-Ro,mirame.- levanto su pequeño rostro para que mire. El dolor de su mirada es evidente.- Escuchame, yo también estoy destrozando ¿vale? Pero tienes que ser fuerte, por ella. Sabes perfectamente que siempre quizo que la recordaran con una sonrísa.- Le doy un fuerte abrazo seguido de un pequeño beso en la mejilla.

Me separo de ella y voy a ver a Federico, quién se encuentra al lado de Chus poniéndole una especie de "venda" que hizo con un pedazo de sábana.

-¿Como está?.- Me pongo a juguetear con su rojizo pelo.

-Bueno, todo lo bien que puedes estar luego de perder muchísima sangre. Le he tomado el pulso, todo parece estar bien. Pero necesita un médico urgente.

Narradora P.O.V
La tensión se apodera de la sala. Mientras que Álex y Federico controlan las pulsaciones de Chus, en la esquina opuesta se encuentra Ro. Súper nerviosa, llamando a la ambulancia una y otra vez.
Al cabo de un par de minutos tocan la puerta. Ro se dirige al salón, coje un juego de llaves y se acerca a la puerta. Le cuesta meter la llave en el agujero de la cerradura culpa de los nervios, pero finalmente lo hace.

-Hola. Soy Rocío. En la segunda puerta a la izquierda. Pasen.

-Permiso.- Dice uno de los 3 médicos que a continuación ingresan al piso.

Los médicos le indican a los 3 chicos que aguarden en la sala.
Ellos, obedientes. Se acomodan en el sofá.

Jp P.O.V
Cerca de las 6 de la mañana me llega un mensaje de Álex.

Álex:"Jp, necesitamos que vengas, Chus está inconsciente."

Todavía medio dormido, y súper cansado. Trato de comprender que está pasando.
Mi cerebro procesa la información muy lento... Mientras me visto y busco las llaves del coche, me pregunto que le habrá pasado a Chus...

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Una vez en el hospital, mientras a Chus le hacen un par de pruebas y tratan de que despierte. Yo me ocupo de tranquilizar a Ro. Quien está bastante nerviosa.

-¿Pequeñaja, puedes decirme exactamente que le pasó a Chus?.- le digo, sin dejar de abrazarla.

En ése instante comienza a sonar su móvil.

Ro P.O.V
Comienza a sonar mi móvil. Lo busco en mi bolsillo, y veo que quien me está llamando es Rush. Me libero de los brazos de Jp, me aparto un poco de él y contesto.

-¿Qué quieres?.- digo tratando de sonar lo más dura posible.

-¿Ro? ¿Qué te ocurre? ¿Sabes porqué Chus no me coje el móvil? .- suena preocupado.

-¿Porqué no me explicas tú lo que pasó anoche? No tienes ni puta idea de todo lo que causaste.- mi voz comienza a temblar.

-¿De qué coño hablas tía?

-AH, VALE. ¿Ahora no te acuerdas? Mmm, Dani, Chus... No sé si te recuerda algo.- comienzo a enfadarme.

Un silencio se apoderó de la conversación, hasta que uno de los dos se decidió por hablar.

-Ro. Dime dónde está Chus. Necesito aclarar las cosas con ella. Es que soy gilipollas.- se lo nota súper nervioso.

-No podrás aclarar nada. ¡¿Y SABES PORQUÉ?! ¡Por que por tu puta culpa ella se encuentra ahora mismo en una camilla. Inconsciente. Eres imbécil. Ahora mismo tiene heridas súper graves en su muñeca. Y sabes dónde más? En su corazón. 


Colgué. Ya no podía más, comenze a llorar nuevamente. Rápidamente, Jp vino a consolarme. En sus brazos comenze a tranquilizarme. Y cuando estaba a punto de lograr dejar de llorar, sale corriendo una enfermera de la sala donde estaba Chus.
Seguido de ella, sale el médico. Quién pregunta

-¿Familiares o amigos de María Jesús? Tengo noticias que darles...

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Bueno gente! Hasta acá el capítulo de hoy!
Voten y comenten, eso siempre ayuda.
Voy a pedirles que me digan nombres de chicas/chicos. Que usaré en futuros personajes♡


Septiembre 13- Nada es imposible (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora