¿Amor a primera vista?

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Hola, mi nombre es Camila Castilla, tengo 14 años de edad, soy de Vancouver. Mido 1.55, peso 47kg, tengo cabello largo, ondulado de un tono que no es rubio pero tan poco es castaño, amo el Punk y el Rock&Roll, actualmente me mude a Tokyo, Japón y estoy en el Instituto Yuryo.

Mi historia comienza el dia en que lo vi por primera vez. Era tan varonil, tan carismático y seguro de si mismo que al caminar demostraba lo imponente que era. Todas las niñas de la secundaria querían con él, sin embargo, él ya se encontraba alquilado; triste pero cierto él ya tenía novia cuando yo llegué a ésa secundaria.

-Su nombre? - pregunte a una chica del salón.
-De quién? De ése? -soltó una risotada- él se llama Abraham y él también es de otra ciudad y es un fresa cualquiera. Desde que llegó no ha hecho más que ir por ahí haciendo desbarajustes o cambiando de novia- en tono molesto dijo - honestamente no sé que le ven.

Qué si que le veían? A caso estaba ciega? Por dios era un Adonis, con cuerpo de Apolo- pensé a mis adentros.
*sonreí* - pues debe ser esa seguridad que expide de cada poro de su cuerpo- me sonroje y agache la mirada.

Ella con cara de sorpresa y disgustó dijo- bueno, tal vez tengas razón y solo sea que no es mi tipo pero al parecer a ti te a gustado, como le dicen? Ha sí, amor a primera vista. Si te esfuerzas puedes ganar su corazón yo te apoyaré aunque el tipo no sea de mi total agrado- dijo sonriendome y estirandome la mano- me llamo Brianda, espero seamos amigas.
-Mucho gusto Brianda, mi nombre es Camila- conteste demasiado entusiasmada.

Con forme pasaban los días empecé adecuarme a mi nuevo hogar, escuela y amigos. No era la unica recién llegada o extranjera como ellos decian, casualmente me hice amiga de muchos muchachos del salón de ese bello Adonis. Cuando tenía taller de cocina podía observalo pues el taller en el que él se encontraba estaba de frente al mío.

-Por qué?-suspire- por qué no me ve a mí? Se que soy diferente y hasta tengo pinta de rara pero eso no me hace menos entre las demás!!- solto la risa Brianda- Dios mío, ese tipo si que te trae colgando de una alá mujer.
No te burles Brianda, es en serio!!! -dije haciendo puchero.

-Ése no vale la pena Cami, en serio hay varios que son mejores y estan detras tuyo, ya tienes cerca de 3 meses aquí y has estado rechazando a cada que se te declara y dos de ellos eran tú número 2 y 3. De verdad que no te entiendo-dijo en tono de preocupación.

Es verdad tenía ya tres meses en esa escuela y los mas guapos de la escuela me tiraban la onda o se me declaraban (no es que sea una belleza egipcia o una Afrodita, pero tengo lo mío) y ése no daba muestras de interes por mí. Por más que le pasará por enfrente, ya no sabía que mas hacer para llamar su atención.

Todos los días era un ritual antes de salir de casa. Peinarme esté pelo tal rebelde, cambiaba mi color de uñas, deje de usar mis puseras tejidas y de baqueta pues él era de los fresitas de la escuela y yo era la chica rara y recién llegada.

Él no lo notaba comenzaba a frustrarme la situación. En más de dos ocasiones intente hablarle pero él pasaba de largo o me ignoraba tal cual.

-Qué me pasa!? Esto no es normal -dije viendome al espejo de mi recámara- que poca dignidad, estoy perdiendo mi escencia hace cuanto deje de escuchar mi música y escribir por estar pensando en banalidades y novios -pensé-.

-Mañana iré a como soy y estoy acostumbrada andar-decididamente dije- sí le llamo la atención bien y sí no pues ni modo.

*Apagué la luz y me acoste a dormir*

Llegué a la escuela con un molote en el cabello pues ese día por obra divina y mandato de Dios amaneció horriblemente esponjado y con mis audífonos conectados a mi celular escuchando Cry baby de Janis Joplin. Entré a mi salón y todo mundo me vio con cara de susto.

-Claro no voy arreglada, me ven como bichito raro-dije a mis adentros.

-Buenos días Bri!!! Cómo hiciste lo del profe de mate? Pregunte.

-No lo hice, vamos afuera quiero contarte algo de lo que me enteré- dijo con voz baja casi murmurando.

-Bueno... pues, vamos? -Le contesté con un poco de desconfianza y emocionada.

-Comencemos por el inicio y esa pinta que traes hoy? Parece como si te hubiera pasado una manada de changos por ensima - con ojos inquisidores me miró- ha, ya veo, te haz rendido? O quieres que te acepte tal cual eres? Bueno eso no importa en este momento, me enteré que termino con su novia ayer por la tarde.

No se que cara puse o como reaccionó mi cara pero ella comenzó a reírse tanto que casi se orina ensima.

-Pensé que te habías rendido Cami, no debes cambiar solo para gustarle a un hombre se tú misma -dijo con voz cariñosa- bueno y qué harás?? -preguntó en un tono sarcástico y curioso.

No sé -respondí- no sé, cada que he intendado hablarle el simplemente me ignora o se va de largo, no sé si deba hablarle o buscarlo tengo que pensarlo bien.

Con ojos dudosos me miró y dijo- bueno cumplí con contarte el chisme del día, ya de ti depende lo demás Cami.

Y es que en realidad no sabía que hacer, no era buena en esas cosas del amor, casi siempre era de ver a lo lejos a los chicos que me llamaban la atención o gustaban. Está era una gran oportunidad y yo no sabía que hacer.

Loca, quiero volverme loca-grite en medio de la clase de biología para cuando reaccione todos se reían de mi- perdón profesor, puede continuar.

-Brianda, esto me tiene mal. No sé como acercarme a él, no tenemos mucho en común a lo que he escuchado hablar de él.

-Camila con un simple: Hola, cómo estás? Créeme será más que suficiente, no te rompas la cabeza de ahí sacar la platica será sencillo.

Claro pensé yo, lo dice doña social. Hasta ahora no habia visto que a Brianda no se le acercaban más que dos muchachas del salón Karmen y Sandra. Es que ese carácter que tiene, no cualquiera se lo aguanta. Es mi amiga pero es la mujer mas especial del mundo y la quiero, no se que sería de mi sin ella a mi lado.

Tú y yo ¿odio o amor?Where stories live. Discover now