Capítulo 3 (Confirmando los hechos)

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Holi nwn este capítulo se lo dedico a Tsukishima-San que le doy gracias por motivarme a seguir escribiendo esta historia, bueno :3 sin más que decir aquí la conti.

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Nowaki despertó una hora y media después de que cierto castaño le lanzara toda una enciclopedia en la cara, lo cual le provocó al peliazul un chichón en la frente.

Al sentarse sobre la cama comenzó a buscar con la mirada a su castaño hasta que dió con el marco de la puerta. Ahí se encontraba el ojicafé quien estaba de brazos cruzados y mirándolo fijamente .

-Hiro-san...-No recibió respuesta.

El castaño caminó hacia él y se sentó en el borde de la cama.

-Quiero hablar contigo.

-¿Hice algo malo?

-¿Aparte de tu ausencia en la casa por un mes?-Levantó una ceja-No...sólo...quería preguntarte algo.

-¿Y qué es?-Preguntó el más alto.

-¿Tu te acuerdas lo que me mencionaste anoche?

-Sí, que el caramelo tenía un mal sabor-Repondió sonriente.

-¡No eso idiota!-Le sale una venita en la frente-Digo de...lo que me dijiste de ese niño que te dió ese dulce-Se calmó.

-Ahhh...eso-Se puso a recordar-Bueno esa noche yo...

*Flash Back (narra nowaki)*

Estaba huyendo de casa luego de saber que fui adoptado por los dueños del orfanato Kusama, estaba en mi bicicleta pedaleando lo más rápido que podía. Cuando mi rueda se pinchó a causa del desgaste de la goma, caminé hacia un parque que estaba cerca y me senté en los columpios pensando en donde me quedaría a dormir ya que no tenía a donde ir.

En eso apareció un niño un poco más alto que yo, puso su bicicleta a lado de los columpios y se me acercó.

-¿Uh? ¿Qué hace un niño como tú a estas horas?

-¿Are?-Cuando vi al niño aun que no con mucha claridad, por lo oscuro que estaba el parque de noche, a penas noté que su cabello era castaño y sonaba como si estuviera estresado-Bueno...me escapé de casa.

-¿¡Huiste!?-Se sorprendió- ¿En esto?-Señaló mi bicicleta-Eres genial ¿Lo sabías? Eres muy pequeño como para ir en esto.

Charlamos un rato, le comenté del por que de mi huída y el me comentó lo que le hizo su tía un día...aunque ahora ya no me acuerdo del resto de lo que me dijo.

Después sentí hambre, no había comido nada aquella vez, el niño me miró y me dió el caramelo.

-Ten, cómetelo cuando regreses a casa.

-Gracias...-Sonreí.

-¿Sabes? No tiene nada de malo los problemas que pasan a tu alrededor-Comenzó a columpiarse

-¿Uh?-Lo mire con curiosidad.

-Sigue perseverando y superando tus problemas en la vida, eso es ser un hombre-Me dijo.

-Mmm...

-¡Oigan ustedes!-Un guardia que vigilaba el parque se nos acercó-¿Dónde están sus padres? No deberían estar aquí tan tarde.

-Oh, no se preocupe-Le respondió el niño-Yo ya me íba-Se subió a su bicibleta y me señaló-Ah, y este niño se escapó de casa.

-¿¡EH!?-Me exalté, me había delatado.

Cuando le íba a decir algo, él ya se había marchado en su bici, el guardia me agarró del cuello de la chamarra y me arrastró hasta la comisaría mientras que yo estaba forcejeando para escapar.

Luego de eso mis padres vinieron, primero me pegaron un zape y luego me abrazaron. Ellos me llevaron a comprar en la tienda de dulces, auque no me gustan mucho los caramelos.
En eso me acordé que se me había olvidado preguntarle su nombre a ese niño, espero que esté bien donde quiera que esté...espero que un día...nos volvamos a encontrar.

*Fin Flash Back*

-Y eso fue lo que pasó.

Hiroki quedó en shock, todas sus sospechas eran ciertas. Eran los mismos acontecimientos que los del recuerdo del castaño incluso cuando delató a ese niño al guardia. Ahora sí que Hiroki estaba a punto del colapso.

-Tú...-Dijo aún shockeado.

-¿Eh?-Lo miró extrañado.

Hiroki salió disparando de la habitación de Nowaki, corrió hasta su cuarto y cerró la puerta mientras se apoyaba de espaldas en esta.

-¿¡Hiro-san!?-Nowaki lo había seguido y estaba tocando la puerta-¡Hiro-san ábreme!.

No recibió respuesta, siguió tocando la puerta una vez más hasta que se rindió.

-Buenas noches Hiro-san...-Suspiró triste el peliazul y se dirigió a su habitación para descansar.

Por otro lado Hiroki estaba sin decir ni una palabra se quedó sentado apoyando su espalda contra la puerta, tenía sus manos en su nuca y su mirada oculta entre sus piernas mientras que un par de lágrimas, no sabía si eran de felicidad o tristeza, se deslizaron por sus orbes cafés. Luego de meditar unos minutos se paró y se acostó en su cama.

-Nowaki...así que eras tú...-Susurró con una semi sonrisa antes de quedarse dormido.

Nos volvimos a encontrar Hiro-san (Junjou Egoist)Where stories live. Discover now