PROLOGO

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-Esta guapo, admítelo, di que sí.- escuche a Liz presionar a Cassi.

-Que no, esta feo, no me gusta.- protesto Cassi.

-Si hasta Edith dice que esta guapo, ¿verdad?.- Liz me empujo ligeramente atrayendo mi atención, subí la mirada del libro que leía actualmente, el libro se llamaba Trono de Cristal, se trataba de una joven asesina que hizo un trato con el príncipe heredero...

Mire a Liz y luego a Cassi, que esperaban mi veredicto. Sabían que era muy difícil impresionarme y yo encontraba bastante divertido que necesitaban de mi aprobación para poder pensar que el chico era guapo o no.

Del joven del que hablamos especialmente era un chico con el cual Cassi había tenido fortuna de... no sé cómo describirlo, al bajar del salón de la clase de turismo hacia la de matemáticas, bajando por los escalones Cassi se había quedado atrapada con el chico, ella bajaba, el chico subía. Al intentar dar un paso a la derecha para darle paso, el chico al igual dio un paso hacia el mismo lado, había empezado una especie de danza donde los dos al mismo tiempo daban un paso al mismo lado como si se leyeran la ment. El joven era de cabello negro, ojos café oscuro, tenía algo de acné y usaba lentes, eso lo hacía muy tierno, si, era atractivo, era mayor, del último año, este año se graduaría.

-Es guapo.- dije dando mi aprobación, automáticamente Liz me regalo una sonrisa lobuna.

-Se llama Valentín.- Liz esperó a ver la reacción de Cassi, ella no hizo muestra de interés alguno.

-¿Y cómo supiste su nombre?.- pregunte curiosa.

-El anuario escolar después de todo sirvió de algo.- me contestó como si fuera obvio.

Asentí, por supuesto. Ya empesaba a acosarlo, obviamente lo haría. El año pasado había tenido una debilidad por el amigo de ese chico, más bien un enamoramiento ¿Cómo se llamaba? Dante, cabello castaño claro, ojos café claro, terriblemente atractivo, su mayor defecto, un mujeriego de lo peor y Liz cayó en sus garras, al verlo, no me provocaba nada, solo admitía que era guapo, ¿para qué negarlo?.

-Es que fue romántico, es tan guapo... tienes suerte, Cassi, yo me le hubiera echado encima.- dijo Liz con expresión soñadora recargando su barbilla en su mano. Mire a Cassi, esta me devolvió la mirada pesando lo mismo que yo "la perdimos".

-Y eso que Cassi fue la que "tropezó" con el.- comente evidentemente divertida ante la situación.

-¿Y si se casan? ¿Cómo serán sus hijos?.- estaba sorprendida, ya presentía que había elegido su vestido de dama de honor, Liz, ¿Qué haremos con ella?

-¿Matrimonio? ¿Hijos? Si solo nos topamos, tropezamos, llámalo como quieras, no volverá a pasar y... ¡es horrible!.- exclamo Cassi, ruborizada.

-Como sea, ¡quiero ser la madrina de su primer hijo y si es mujer quiero que tenga mi nombre!.- grito Liz.

Me reí ligeramente, encubrí mi sonrisa con la palma de mi mano discretamente.

-No, ¿Qué no habíamos quedado con que yo sería la madrina? Y mi nombre es más bonito, no querrás traumar a la niña con el nombre de Liz, mejor usa el mío.- decidí jugar con ella, Cassie me miro horrorizada y roja como tomate.

-No, ¿Qué les pasa?.- nos miró fulminándonos con la mirada, sonreí satisfecha al ver que su cara se transformaba completamente, al mirar algo a mis espaldas, voltee y vi al chico con el que había tenido Cassi su "accidente", caminaba hacia la cooperativa escolar con su grupo de amigos, los ignore y centre mi mirada de nuevo en Cassi, no sabía que era posible que se pusiera más roja, Liz satisfecha por la reacción de Cassi, se puso de pie, seguramente haría algo de lo que todas estaríamos avergonzadas.

-Admite que es guapo o voy y le digo que te gusta.- Liz se colocó su mochila al hombro.

-No lo harías.- mascullo Cassi con duda.

-¿Quieres apostar?.- Liz dio un paso hacia donde estaba la cooperativa.

-No...- Cassie soltó una risita nerviosa, yo observaba todo perpleja, ¿se atrevería?.

Liz dio otro paso hacia la dirección donde se encontraban ellos, luego otro paso y otro.

-¡Esta bien! Si, lo admito esta guapo.- se puso de pie precipitadamente y se aferró al brazo de Liz, lo último lo medio susurro. Me puse de pie lentamente, observándolas, esto sería divertido.

.

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Unos días después ya hasta tenía un apodo ese chico, le llamábamos Azul, como el color, ese apodo se derivó de una broma referida a que es el príncipe azul de Cassi, era bastante divertido, ahora Dante, que al parecer es amigo de Valentín, en fin, Dante, era rojo, de ese si yo no tenía ni idea de porque, era tierno ver a Cassi, sonrojada y nerviosa cada vez que lo veía o estaba cerca de él, Liz volvió a su "pequeño" enamoramiento hacia Dante, una lástima.

Liz se había empeñado a olvidarlo dado que cuando estaba loca por él, el tenia novia, ella era amiga de su novia, una tortura, en fin, el al parecer tenía otra novia escondida y además estaba coqueteando con su ex, Liz al enterarse sufrió como si a ella la hubieran engañado y juro olvidarse de él, al parecer lo había hecho a forma de ódiale, solo por un tiempo.

-Yo quiero a verde.- ese comentario me saco de mis pensamientos.

-¿Verde?.- pregunte confundida, me removí en mi asiento, algo incomoda, llevaba mucho tiempo sentada.

-¿No sabes quién es verde?

Moví mi cabeza negativamente, no tenía ni idea, ella sonrió.

-Cuando lo vea te digo.- asentí todavía confusa y continúe haciendo el trabajo que la maestra nos había puesto.

Más tarde ese mismo día, en la media hora que teníamos para comer, una verdadera injusticia pienso yo, caminaba a lado de mis amigas, que platicaban animadamente, Liz se retrasó un poco, se situó a mi lado y coloco una mano en mi brazo deteniéndome, la mire interrogante.

-Ese es verde.- me señalo a un lugar donde estaban Valentín, Dante y un chico de sudadera verde y gris, ahora entendía el sobrenombre, le di una mirada superficial sin poner demasiada atención, mire a Liz que miraba a aquel chico comiéndoselo con la mirada.

-No me impresiona.- le dije, seguidamente seguí caminando para alcanzar a Casssi dejando a una Liz boquiabierta y sorprendida.

Debí de haber puesto más atención.

Matrimonio a la fuerzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora