ᴀᴘᴜɴᴛᴀ ყ 𝓓𝓲𝓼𝓹𝓪𝓻𝓪 •ˢʰᵃᵈᵃᵐʸ

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 𝕯𝖔𝖘

ᴜɴᴀ ᴍɪꜱɪóɴ... ᴄᴏᴍᴘʟɪᴄᴀᴅᴀ.

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El rugido de una motocicleta rompió el silencio de un callejón desolado, lejos del bullicio del distrito comercial. El sonido rebotó entre las paredes húmedas antes de apagarse por completo. El aire olía a basura, a hierro oxidado y lluvia vieja.

Shadow se quitó el casco con un movimiento preciso y bajó de la moto. Sus botas resonaron sobre el asfalto húmedo mientras se dirigía hacia una puerta metálica casi invisible, camuflada entre la pintura descascarada y los grafitis de la pared.

Un oso enorme custodiaba la entrada. Su mirada era tan impasible como la piedra, los brazos cruzados parecían troncos.

Sin decir palabra, Shadow sacó las llaves y se las tendió. El oso las tomó con una sorprendente delicadeza y, al reconocerlo, inclinó la cabeza con respeto. Luego giró para abrir la puerta. Un torrente de jazz suave y murmullos amortiguados escapó de inmediato, junto con un vaho denso a humo y licor.

El interior era un antro de penumbra y lujo gastado. Espirales de humo flotaban bajo lámparas de cristal, y las sombras se movían entre sillones de cuero, donde clientes de todo tipo disfrutaban espectáculos que ningún lugar respetable se atrevería a ofrecer.

Una mesera con un vestido ajustado se acercó sonriendo.

—Hace tiempo que no te veíamos por aquí, guapo —dijo, rozándole el brazo con fingida inocencia.

—Hoy no. —Su respuesta fue seca, sin pausa ni mirada. La dejó atrás como si fuera parte del mobiliario.

Su destino no estaba allí. Cruzó el local hasta un ascensor antiguo de reja dorada, con un cartel oxidado que decía Fuera de servicio. Pulsó el único botón. Las puertas se cerraron con un chirrido, y la cabina descendió lentamente, temblando como si el edificio contuviera un secreto.

Durante el trayecto, Shadow miró el reloj y luego el vendaje blanco que cubría su palma. Era solo un leve corte que se había hecho debido al estallido de la ventana por el disparo, apenas ardía, pero era algo que definitivamente le molestaba.